Desde el comienzo, y como ha sido la tónica al menos en las últimas campañas, en el rugby de Adesup había dos equipos que se anticipaba iban a pelear por el título de la temporada 2017. La UdeC y la UBB contaron con los mejores planteles de la campaña pasada, y por eso los duelos entre ambos iban a definir al campeón. En el primero, se impuso el conjunto auricielo por 14 a 0, y en el segundo hizo lo propio por 22- 5. Con ello, aseguró su cuarto título consecutivo de la disciplina, confirmando su poderío en el certamen.
Eduardo Matamala ha sido protagonista de este exitoso ciclo del Campanil. Ha estado presente en todas las coronas, las dos primeras como jugador y las dos más recientes como técnico, y valoró esta nueva conquista.
“Siempre lograr un campeonato es importante, más aún considerando que es el cuarto consecutivo que logramos. Es mi segundo año a cargo de la selección, antes fui jugador también. Es gratificante sobre todo para los chicos, los motiva harto a la superación personal, a seguir trabajando fuerte. Hay muchos chicos que no pertenecen a clubes, y quienes están en esa situación ven a la rama como una especie de club: se pueden desarrollar en la parte competitiva de buena manera”.
Y si bien se mostró contento por sumar otro festejo a su palmarés, aseguró que el nivel que tuvo la competencia en 2017 fue bajo en comparación a otras campañas.
“En el balance de la última temporada, hay que decir que el nivel fue más bien bajo, exceptuando a la UBB, que a esta altura ya es nuestro clásico rival en la competencia. En campañas anteriores hubo más paridad, se veían duelos súper igualados, peleados hasta el final. Creo que ser campeones invictos refleja un poco la distancia que existió con la mayoría de los demás equipos. La UBB nos complicó un poco, pero con los demás elencos nos impusimos con mucha claridad”, dijo.
Además, destacó que en su caso esto le permitió que todos los elementos de su plantel tuvieran minutos de juego importantes a lo largo de la campaña. “Me servía mucho, pues así podía incluir bien a los que se integraron recién, y están aprendiendo, los que tenían menos rugby. Hubo una rotación muy buena, todos pudieron jugar, participar y desempeñarse dentro de la cancha”.
Matamala señaló que, al hablar con técnicos y jugadores de los demás equipos (son seis en total) por esta disparidad en el nivel, hay varias razones que pueden mencionarse para configurar este escenario, pero hay una fundamental asociada a la renovación de los planteles.
“En algunos equipos, el principal factor es el recambio de jugadores. En casos como Unab o Duoc UC, buenas generaciones terminaron sus estudios, egresaron, por lo que no continuaron en la competencia. Y el proceso de rearmarse es complicado, por lo que el 2017 puede considerarse como un año de transición”.
En ese sentido, el entrenador del rugby de la UdeC agregó que “en el caso nuestro, también se vive eso, pero en menor medida. Al ser una universidad grande, llegan jugadores de clubes importantes como Troncos, Old John’s, que van nutriendo al equipo y permiten que se mantenga en un alto nivel competitivo”.
Más parejo, en la previa
Además de la UdeC y la UBB, la Universidad de las Américas, la Universidad Andrés Bello, Duoc UC e Inacap son parte de la competencia de Adesup. “Hace unos años también estaba la USS, pero se salió del torneo”, dijo Matamala.
Para el técnico de la UdeC, uno de los principales desafíos será aumentar la competitividad. Y según comentó, puede esperarse que suba de manera importante el nivel del torneo para esta temporada.
“Este año se viene bueno. Hay muchos chicos que sé, como estoy ligado al rugby regional, que ingresarán a varias casas de estudio que participan de esta competencia. Sé que hay chicos que son seleccionados nacionales que irán a la Unab, otros a la Universidad de las Américas. Entonces, eso va a potenciar el nivel del campeonato. En nuestro caso, se nos irán algunos jugadores importantes, por lo que anticipo que todo estará más parejo que en 2017”, indicó.
En la última campaña, la Universidad del Bío Bío fue sede de todos los encuentros del rugby de Adesup. Por ello, a veces se hizo complicada la calendarización y algunas fechas debieron reprogramarse por las condiciones climáticas.
“Antes, los encuentros se disputaban en la UBB y Bellavista, pero esta última cancha el año pasado se sometió a un importante proceso de mantención profundo. Debido a eso, solo se tuvo como sede a la UBB, lo que complicó la programación sobre todo por la lluvia. Ese terreno tiene un alto número de partidos, con varias competencias al mismo tiempo, entonces colapsa en algunos momentos”, señaló Matamala.
Sin embargo, el entrenador mencionó que el terreno de Bellavista debería estar operativo para esta temporada, y de lograrse un acuerdo con el recinto podría ser protagonista nuevamente en Adesup.
“Lo más probable es que empiece a ocuparse de nuevo. La cancha quedó de primer nivel, quedan algunos detalles menores y lo otro importante es lograr un convenio con Bellavista para utilizarla. En teoría, cada uno de los equipos que toman parte de la competencia deberían tener un campo propio, pero como la mayoría dispone de superficies sintéticas no se juega ahí. Si se tienen las dos a disposición, sería muy positivo para que una no se lleve todo el peso y además se puede manejar mejor el tema de las condiciones climáticas, sobre todo en invierno, que acá son bien complicadas”.