En el adiós oficial del histórico técnico, Rodolfo Cáceres, el quinteto germano venció 64-59 a Ex UBB y levantó su 17° título en el torneo cestero.

Como en un sueño, de esos de los que no se quiere despertar. Así fue la despedida oficial del histórico entrenador del Club Deportivo Alemán, Rodolfo Cáceres, quien luego de 36 años en el cargo, se sentó por última vez en la banca del elenco teutón.

¿El escenario? Simplemente el ideal, con la definición de la Copa Alemania 2018 de Básquetbol, que enfrentaba a los dueños de casa con el invicto cuadro de Ex UBB, la gran sensación del certamen y que, gracias a la presencia de sus tres valores venezolanos, asomaba como favorito para conquistar su tercera corona, tras las de 2001 y 2003.

Pero la noche era local, la fiesta tenía que quedar en casa pues se iba un grande, uno de los últimos símbolos de la señera institución deportiva penquista. Así lo entendió la “familia” germana, que abarrotó el Gimnasio A del Polideportivo, y así lo comprendió también el propio equipo, que se sobrepuso a toda la emoción de la jornada, y a un rival de categoría, para hacer el mejor regalo posible a su maestro: el 17° título del certamen cestero más importante del verano en el sur de Chile.

Triunfo desde el corazón

No fue un partido lucido desde lo técnico-táctico,  porque concentrarse en una instancia tan llena de  sensaciones, debió ser por lejos lo más difícil que ha debido enfrentar esta generación de jugadores: inusuales yerros de media distancia y tiros libres, evitaban que Alemán sumara en la cuenta.

Pero si hay algo que caracteriza al equipo, es la garra que imprime en cada segundo de juego, en cada pelota dividida. Y aunque parciales de 20-13 y 11-21 en los dos cuartos iniciales, tenían la pizarra 31- 34 a favor de la visita en el descanso largo, la impronta germana terminó prevaleciendo para lograr un 15-15 en el tercer parcial y un rotundo 18-10 en el último cuarto, estructurando el definitivo 64-59.

Goleador de Alemán fue Marcos Castro, con 23 puntos, seguido de Francisco Garrido con 12. Por Ex UBB,  Carlos Milano marcó 15 y Henry Osal 11.

Felicidad doble

Emocionado por cómo culminó su exitoso proceso, se mostró Rodolfo Cáceres, quien agradeció la entrega de sus  jugadores en la final.

“El equipo mostró una jerarquía impresionante para cerrar el partido, estábamos siete puntos abajo quedando cinco minutos, pero nuestro juego de presión lo dio vuelta. Pese a no estar finos en los tiros, no transamos nunca en la defensa y el rival sintió ese peso”, dijo sobre la victoria.

La parte más emotiva, sin embargo, corrió por cuenta del homenaje que recibió de su club, incluyendo videos con saludos de Ronald Fritz (desde Estados Unidos), y los  reputados técnicos internacionales, Guillermo Vecchio y Óscar “Huevo” Sánchez.

“Quedé destrozado de la emoción con el acto. Es que  no puedo entender tanto cariño, cuando lo único que hice fue mi deber: ser responsable, puntual y ocuparme de formar a la persona primero, mantener el respeto y usar el básquetbol como herramienta. Porque en el deporte se pierde y se gana, pero son otras cosas las que permanecen para siempre”, sentenció Cáceres que, en eso no se equivocó, porque su nombre quedará a perpetuidad en el Deportivo Alemán.

Con la federación

Apenas levantado el título de la Copa Alemania con su equipo, Rodolfo Cáceres enfiló de urgencia a Santiago, atendiendo a un llamado de la Federación Chilena de Básquetbol.

El motivo lo relata él mismo. “Me contactaron hace cuatro días, apenas supieron que no seguía dirigiendo. La idea es apoyar a la federación con las series menores, algo que me motiva mucho. Parece que el básquetbol no me quiere dejar”.