Hándbol de nivel, esperando sumar la fuerza de Alemán
15 de Enero 2018 | Publicado por: Paulo Inostroza
El hándbol es uno de los deportes que ha tomado fuerza en la zona. “Tenemos hartos niños y chicas seleccionadas, tanto a nivel Adicpa como universitario. Hay buenas camadas, pero también un trabajo de base en varios colegios, que le han dado mucha importancia a esta disciplina”, comenta Rafael Cancino, coordinador del hándbol a nivel escolar. El 2017 participaron 14 equipos y el balance fue positivo. Las expectativas para esta temporada son grandes.
Cancino apuntó que “crecimos con la incorporación del Almondale y fue una temporada tranquila, donde jugábamos regularmente los sábados, pese a que no es fácil programar en Concepción. A veces, por las dimensiones de la cancha, tenemos que ocupar algunas que están al aire libre, como la del Concepción Pedro de Valdivia, y eso siempre es una dificultad. Acá puedes estar en noviembre y llueve igual”.
Pero la competencia estuvo apasionante. “Acá es difícil decir qué colegio es más fuerte porque hay camadas que son buenas y ese mismo grupo que empieza ganando una categoría siguen juntos hasta que llegan a Juvenil. Así se encuentran todos los años con los mismos colegios en las finales y se arman rivalidades bien lindas. Como que esperan ese partido. Hace un tiempo, por ejemplo, el Prat fue campeón como 6 años seguidos y todos querían bajarlo. Ahora es súper fuerte Pinares y también San Agustín, que viene con muy buenas generaciones. A ellos se suma el Prat, que siempre tiene lo suyo”, sostuvo.
¿Y en damas? Cancino advirtió que “Itahue es el gran dominador. Ahí hay un muy buen trabajo porque toman a las niñas desde primero básico, les enseñan los fundamentos del hándbol y les sacan el jugo hasta Cuarto Medio. Hacen muy bien eso y hoy tienen una especie de reinado en la zona”.
El coordinador del balonmano de Adicpa señaló que “tenemos un muy buen nivel en la zona, aunque es difícil competir contra los colegios de Santiago. Acá siempre hay dos o tres jugadores de gran nivel por equipo, pero allá son todos de ese mismo nivel y esto es un deporte colectivo. Es importante ver cómo los colegios potencian el deporte porque hay chicos que sin becas deportivas no podrían estudiar la carrera que sueñan. En la UdeC, por ejemplo, hay tres seleccionadas de hándbol, que estudian Enfermería, Medicina y Kinesiología, gracias a becas completas, que igual te piden un compromiso. El deporte y el desarrollo académico son cosas que van de la mano”.
Y así como hay colegios que privilegian una cosa sobre la otra, hay algunos que la tienen bien clara. “Cuando veo la publicidad en la tele o afiches para entrar al Colegio Concepción, por ejemplo, siempre se ve un muchacho con una pelota de básquetbol, con una medalla… Eso habla de una política deportiva que me parece muy valorable”, indicó.
Sueños y falencias
Para este 2018 esperan una incorporación de peso, que podría significar un empujón importante a la disciplina. “El colegio Alemán está armando un equipo. Lo que pasa es que llegó Patricio Polic a hacerse cargo y ya están entrenando en el verano, de forma recreativa. Existe una posibilidad de que se integren a Adicpa y eso sería muy bueno. Alemán siempre fue una potencia deportiva en la zona, con campeones nacionales en salto alto, por ejemplo. Uno piensa que si se suman ellos, también lo podría hacer más adelante el Inglés, quizás el Charles de Gaulle… ¿Te imaginas? Le daría aun más potencia al campeonato porque hay colegios que se salieron un día, pero uno espera que vuelvan. Me gustaría que estén los Sagrados Corazones o que vuelva La Asunción. Son colegios de tradición que uno quisiera tener participando”.
Y también hay equipos que pueden considerarse “sorpresas”. Ahí destacó que “Acacios participaba por primera vez con el ‘Pato’ Mendoza como entrenador y se titularon campeones en una categoría. Eso fue un golpe a cualquier pronóstico, pero también una muy buena señal. Esos triunfos motivan al resto para que se den cuenta que no siempre van a ganar los mismos. Es posible derribar a los de siempre. Además, ganamos un equipo. Esos chicos estarán tan motivados que seguirán trabajando fuerte”.
La labor de Cancino tiene que ver con coordinar, más que con sumar gente, colegios o proponer cambios. Hay un presupuesto que se maneja y una estructura que él mismo define como “un poco cuadrada”. Salirse de ahí significa desordenar el naipe. La labor de coordinar tiene mucho que ver con la programación de los partidos, que no es nada fácil. “Acá en la provincia hay una falencia grande en cuanto a recintos deportivos. Para el hándbol no tenemos canchas con las medidas reglamentarias, que son de 40 x 20, así que buscamos canchas de básquetbol que se aproximen un poco en el ancho. Con 18 ya se puede jugar más o menos bien. En el fútbol pasa algo parecido porque hay hartos colegios participando, pero muy pocos que tienen una cancha de once contra once. Son cosas que uno arregla en el camino, pero siento que nos falta infraestructura. Arauco y Los Ángeles, por ejemplo, tienen polideportivos. Acá se va a construir uno, pero todavía falta mucho para disfrutarlo”, aseguró.
Con el tiempo, Cancino ha aprendido una serie de detalles importantes para que la competencia sea mejor. Sus hijas juegan hándbol, él es un apasionado del deporte y, como todos los coordinadores, destinan parte de su tiempo solo porque quieren que esto ande bien. “Me gusta que todos participen y disfruten. En damas pasa que cuando juegan con Itahue a veces veo que la goleada va a ser grande y hablo con la entrenadora para que saquemos el marcador. Si te ganan 50-0 en vez de motivarte, te sientes humillado. No quieres volver. Algunos lo entienden y otros no lo comparten y son demasiado competitivos. Uno hace lo que puede por ayudar”