Roberto Muñoz, defensor del cuadro que ayer no apareció a La Serena, contó la película completa de esta extraña decisión. Una historia que demuestra cómo se ha ensuciado el fútbol moderno.
Transmisión del CDO desde La Serena, ciudad que no tenía pito que tocar. El árbitro Roberto Tobar espera a un Vallenar que todos saben que no llegará. Los jugadores, ya finiquitados, cada uno en sus ciudades. Algunos tan lejos como Concepción. Desde ahí, el defensa Roberto Muñoz comentó que “no quise ni ver el show. Apagué la tele, me metí al whatsapp. Ahí estamos todos descargando rabia”. Melipilla calienta en el camarín, pocos minutos antes del mediodía, el árbitro llena su informe y les anuncia que son los nuevos campeones de Segunda. Lo del 19, con estadio lleno y copa en manos nortinas no valió. Ahora son los “Potros” quienes dan la vuelta olímpica. Nadie los aplaude. El estadio está vacío.
El “Zorro” Muñoz viajó en auto a nuestra zona junto a Leonel Mena, después del título que no fue. Ahí comenzaban sus vacaciones, pero lo peor estaba por venir. “Cuando ganamos el último torneo, una fecha antes, ya nos había pasado que amenazaron con que no éramos campeones. Aunque dimos la vuelta y todo. Tuvimos que jugar el último partido, en Osorno, con titulares y viajar todos desde el norte, aunque queríamos cuidar jugadores para la final con Melipilla. Imagínate. Ahora la pesadilla se hizo verdad”, apuntó.
Como uno de los líderes del plantel, explicó que “nadie podía decirle a los cabros que nos presentáramos. Estábamos todos finiquitados, ninguno pertenece ya al club. Más allá de la injusticia, hay un tema contractual, legal. Por eso la decisión debía tomarse en ese mismo momento, para el lado que fuera. Curiosamente, ellos siguieron entrenando. En el fútbol nos conocemos todos y hay pantallazos de whatsapp que demuestran que ellos supieron antes que los penales se repetían. Incluso, ahí piden ‘que no se filtre la información’ y ‘no lo comenten a nadie’. Eso ya es muy sospechoso”.
Por eso acudirán al TAS. Muñoz advierte que “esto sentaría un precedente que marcaría un antes y después del fútbol. De ahora en adelante tendrían que repetirse un montón de partidos. Para mí es un chiste, pero un mal chiste. Me da rabia porque todo esto pasa por las lucas. Ascender significa adjudicarse mucha plata, sobre todo con la venta del CDF y nosotros somos un equipo chico. Melipilla movió todos los hilos. Todos sabemos el peso que tiene Encinas y los negocios que maneja. Tú escuchas hablar a los medios y ves que hay un apoyo general a Melipilla. La Anfp, la televisión… Me da vergüenza que las cosas estén así. Por eso el club irá hasta las últimas consecuencias”.
Y ahí pesará otro punto gravísimo. “Al arquero Julio y a Fabre, el central, los llamaron para ofrecerles un contrato y plata por perder. Hasta un departamento. Incluso, se juntaron con Julio, pensando que se trataba de gente nada que ver con Melipilla. Después lo siguieron llamando y, como Carlos ya conocía el número, grabó ese audio. Nosotros lo escuchamos y ahí está todo clarito. Eso me parece la prueba máxima de algo sucio, irregular. Espero que se haga justicia, aunque seamos el equipo chico”, aseguró.