“Era un portero extraordinario y un amigo excelente. Estaba mal por una bronconeumonía, que lo atacó en invierno y quedó con fallas en el pulmón. Tenía que ponerse oxígeno y su señora también está en cama. Yo lo llamaba siempre y justo esta semana no lo hice… Nunca pensé que se iría”, comentó Leonidas Merino, uno de los navalinos antiguos, que bien conocía a Manuel Roa.
Lo llamaban “Candado”, desde que llegó a una selección de Talcahuano, con solo 16 años, y debutó porque los otros dos arqueros no llegaron. Así empezó la leyenda del 5 veces campeón del Regional y portero en el partido entre Chile y Egipto, por los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952. Ese mítico año en que Naval representó al país.
Falleció la noche del martes, en Villa Alemana, donde residía hace varios años. Con 88 años y uno de los pocos sobrevivientes de esa generación olímpica, donde solo quedan en pie Arturo Nourdin y Domingo Pillado. Está siendo velado en su casa y sus funerales serán hoy. Uno de los grandes ídolos del puerto, el “Candado” que ahora cerrará las puertas del cielo, junto a “Chancharra”, “Soquete”, Sen y los otros.