La destacada deportista se despidió de su categoría, logrando tres medallas de plata en el certamen que convocó a más de 700 deportistas del continente.
El reciente Campeonato Sudamericano de Natación Master, llevado a cabo en Arica, marcó un nuevo hito para Lya Wimmer. La deportista del Club Master San Pedro de la Paz disputaba su último torneo en la categoría 75-79 años, y lo quiso hacer en grande: arriba del podio, como es su costumbre.
Porque la nadadora con más títulos en la historia de la disciplina regional, tiene ese buen hábito de jamás regresar sin medallas. Ni siquiera cuando se mide a potencias internacionales. Es como si en esas ocasiones se agigantara, se olvidara de los “achaques” que llegan con la edad, y se calzara su traje de sirena inalcanzable para la mayoría de sus rivales. Así comenzó su periplo en la categoría, rompiendo con todos los récords posibles, y así se despidió, llevándose los aplausos, que tienen marcado un nombre que a esta altura ya está pasando a ser leyenda viva.
Más vigente que nunca
La piscina municipal ariqueña recibió el certamen -organizado por la Confederación Sudamericana de Natación (Consanat), y que convocó a más de 700 exponentes llegados principalmente desde Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia, en carreras que comprendieron todas las pruebas de 50, 100, 200, 400 y 800 metros en series Libre, Pecho, Espalda, Mariposa y Combinado.
Ante este universo de deportistas, Lya Wimmer se las arregló para convertirse en animadora en las tres pruebas que disputó. Se colgó plata en los 50 metros libres con un crono de 54 segundos 01 centésimas, detrás de la figura brasileña, Sandra Pereira, que ganó con 53’’58.
Similar a lo acontecido en 100 metros libres, donde cronometró 2’06’’37, en una llegada milimétrica con Pereira, que fue oro con 2’06’’35. Y lo mismo en 200 metros libres, donde obtuvo su tercera plata consecutiva con 4’30’’07, muy cerca de los 2´06’’37 con que ganó su rival.
Resultados que dejaron satisfecha a la deportista regional. “La diferencia con la campeona brasileña fue mínima, menos de un segundo en todas las carreras; eso me deja tranquila, porque pese a mi poca actividad competitiva de esta temporada, me puedo mantener vigente y lo demuestro cada vez que debo hacerlo”, manifestó.
Wimmer, que viajó junto a su hija gracias a un proyecto del Gore Bío Bío, se mostró agradecida de la oportunidad y feliz de cumplir a quienes la apoyaron. “Para mí, esa es la alegría más grande, haber llegado con medallas y responder a todo el esfuerzo que hicieron en el Gobierno Regional por mí. Porque, perfectamente, pudieron decir que por la edad no me apoyaban y darle la plata a cualquier otra persona, pero confiaron en mí y yo se los pagué con medallas”, enfatizó.
“Anteriormente, también me aprobaron un proyecto para ir al Sudamericano de Manaos (Brasil) y retorné con un oro y cuatro platas. Y para el Sudamericano de Mar del Plata (Argentina), donde gané plata en todas las pruebas. Es decir, nunca he regresado de un torneo sin medalla, ni en Chile ni en el extranjero, así es que eso me motiva para seguir representando a mi Región”, agregó.
Algo que en esta ocasión cobra más valor dado el difícil año que la deportista reconoce haber pasado.
“Reconozco que fui con pocas expectativas al torneo, porque este fue un invierno muy duro, que me afectó en la salud y no me dejó entrenar como quería. Pasa que llevo tres años luchando contra una polineuropatía, que me complica las extremidades. Cuando partí nadando, sentía unos calambres terribles, pero ahora cuando me meto al agua trato de olvidar todos los dolores. Por eso puedo seguir ganando medallas”, sentenció.
Durante este verano se estrenará en su nueva categoría
Más de una treintena de medallas (nacionales e internacionales) acumuló Lya Wimmer durante su participación en la categoría 75-79 años, incluyendo récords nacionales en todas las pruebas.
Logros que se ilusiona con repetir en su nueva serie de 80-84 años, en la que tendrá su gran estreno en el Nacional Master de Chillán, que se disputará durante la primera semana de enero en Chillán. Ahí, la deportista pretende competir en los 50, 100, 200, 400 y 800 libres.
“Mi esperanza es ir mejorando los récords de Chile en cada distancia de mi nueva categoría, tal como lo he hecho en todas las divisiones por donde pasé. Cada vez cuesta más, porque los años no pasan en vano”, advierte.
Aunque el gran desafío de este 2018 será el Sudamericano que se hará en Argentina y, si hay recursos, el Panamericano de Orlando, en noviembre.