Nueva estrella de Colo Colo: Aún no se sabe si era el Ester Roa o el Monumental
11 de Diciembre 2017 | Publicado por: Ignacio Abad Parraguez
Quizás no hizo su mejor partido, pero consiguió lo que más esperaba. Pese a sufrir por varios minutos, Colo Colo logró superar a Huachipato con un categórico 3-0 y bajó su estrella 32 en el gramado del Estadio Ester Roa Rebolledo tras alzarse como el mejor elenco del Torneo de Transición 2017.
La celebración estaba desatada pocos minutos antes del pitazo final. Atrás había quedado la tensión en el ambiente por el triunfo parcial de Unión Española ante Everton de Viña del Mar y la impotencia por no superar al ordenado cuadro de César Vigevani.
“Pajarito” abrió la cuenta de penal, Rivero aportó con un golazo de antología y Orellana -quien se formó como futbolista y ha pasado gran parte de su vida en la tienda alba- sentenció la jornada en la agonía. El mejor del campeonato, el cortado y el canterano. Fue un final donde todos fueron protagonistas.
“Acabo de cumplir un sueño. Recuerdo que en los dos años que estuve afuera (préstamos en San Marcos y Everton), mi meta era jugar bien y volver al club. Como muchos saben, estoy desde los ocho años en Colo Colo; por eso es importante este logro. Más aún cuando fue en otra ciudad, pero donde igual pudimos hacer de local con un estadio lleno de hinchas nuestros. Estoy demasiado feliz”, reveló “Nico” Orellana.
Otro que celebró y por varios motivos fue Octavio Rivero. El uruguayo tuvo un año irregular y este campeonato sólo fue titular en seis compromisos. Sin embargo, ayer el ariete tuvo una actuación soberbia y demostró a los más de 25.000 hinchas que arribaron al coloso penquista que está en condiciones de integrar las filas del flamante monarca del balompié nacional.
“Sólo tengo palabras de agradecimiento para todos mis compañeros, al cuerpo técnico, a la gente del club, a mi familia, a mi mujer y amigos, ya que me bancaron desde el primer momento sin importar lo que pasaba. Hoy tengo mucha alegría por cómo se dio todo, por ser campeones y porque pronto seré papá”, expresó el charrúa.
Valdivia saltó, bailó, abrazó a todos sus compañeros y besó constantemente el trofeo que entrega la ANFP. Simultáneamente, aprovechó la euforia y le envió un recado a todos quienes pensaban que no conseguirían esta nueva conquista.
“Sufrimos. Nadie dijo que iba a ser fácil. Somos los campeones y somos los mejores, le duela a quien le duela y le moleste a quien le moleste. Quien tenga que llorar, que llore“, recalcó el Mago.
La voz del capitán
Ya en camarines y un poco más calmado, Esteban Paredes, capitán y goleador del cuadro de Macul, reconoció que la tenacidad del plantel fue fundamental para concretar este logro.
“La verdad es que estoy contento con el grupo que formamos. Creo que a lo largo del camino tuvimos muchas pruebas difíciles que pasar y vivimos muchos momentos adversos donde varios nos querían ver en el suelo. Pero con este cuerpo técnico y este plantel nunca nos dimos por vencido y siempre le dimos para adelante. Como equipo cumplimos con una tarea muy difícil y eso nos alza como los mejores”, aclaró el ariete.
¿Se queda Lampe?
Pese a lo abultado del marcador, Carlos Lampe tuvo una notable actuación. El meta boliviano fue un líder cuando el equipo lo necesitaba y ahogó varios gritos de gol por medio de sus reacciones felinas. Por lo mismo, el resultado lo dejó bastante inconforme.
“Yo creo que el partido estuvo para ambos equipos. Nosotros no esperamos a Colo Colo en ningún momento y salimos a buscar con todo los tres puntos. Pero bueno, se dio un penal dudoso que nos puso cuesta arriba todo el buen trabajo que hicimos 74 minutos antes y que terminó por descolocarnos, ya que después nos pillaron de contra y liquidaron el partido.
El seleccionado boliviano también aprovechó la última fecha de competencia para adelantar que “la próxima semana tengo un par de reuniones donde debo decidir mi futuro. Sin embargo, creo tuve un buen año tanto en Huachipato como en la selección. Me siento tranquilo porque mi rendimiento fue alto en todos los partidos y alcancé la regularidad. Hace más de dos años que llevo este ritmo, así que estoy preparado para dar un gran salto.