Dudoso penal, convertido por Valdés, abrió la cuenta cuando los nervios se apoderaban de Collao. El Cacique bajó la estrella 32, de la mano del “Pajarito”.
Corría el minuto 73’ y había partido de definición. Un escalofrío recorrió todo el Ester Roa Rebolledo porque Canales y Aránguiz ponían a Unión Española en ventaja sobre Everton. En ese momento, Valdés abrió al joven Berríos y su centro golpeó en la mano de “Nico” Baeza. Eso, al menos, vio el juez Julio Bascuñán. La repetición de la televisión no aclaró bien si el balón dio en la parte interna del brazo derecha o en un costado del cuerpo. Lo cierto es que Jaime Valdés ejecutó el penal con furia y, de ahí en más, Colo Colo impuso su poderío ante un Huachipato que ya tiraba la toalla. Fue 3-0, estrella 32 en la vitrina alba y fiesta en Concepción.
El partido fue durísimo para el nuevo campeón de Chile. En todo el primer tiempo, apenas un remate de Valdés que Carlos Lampe -de muy buen desempeño- sacó sobre el travesaño. Valdivia no podía hacer su fútbol y Paredes estuvo controlado todo el partido por los atinados anticipos de Omar Merlo y Valber Huerta. También fue clave la buena marca de Juan Córdova por el lado derecho.
El cuadro de Guede se veía tenso. Felipe Campos se encargó de anular a Soteldo y cortaron a un Huachipato que tenía a Bernardo Cuesta muy huérfano allá arriba, sin que le llegara una sola para intentar definir. Aún así, el local generó la más clara con un tirazo del buen Javier Urzúa que manoteó Orión y luego dio en el palo. Tapada clave.
La bestia suelta
Colo Colo entró con otra actitud, aunque no por ello con mayor claridad. El joven Benjamín Berríos ingresó por Figueroa y fue factor pasando por la banda derecha constantemente, aunque le costaba terminar bien las jugadas. Incluso, falló solo frente al arco, pegándole mordido al balón.
“Pajarito” Valdés se echaba el equipo al hombro, mientras Barroso y Zaldivia adelantaban al equipo desde el fondo, pero cada remate albo se transformaba en un pelotazo al cuerpo acerero. Los defensores siderúrgicos se jugaron la vida y despejaban todo, mientras la numerosa hinchada alba se mordía las uñas… Lo mismo que los seguidores de la UdeC, que dependían de esta vuelta olímpica para festejar.
Y llegó el cuestionado cobro de Bascuñán, penal al centro del arco y 1-0. Luego de eso, Colo Colo pasó por arriba de Huachipato para asegurar la corona y lo hizo con un derechazo rabioso y cruzado de Octavio Rivero, uno que peleó siempre.
Casi para la anécdota o, tal vez, para que nadie diga que ganó por un cobro extraño, Orellana cerró la tarde de carnaval con el tercer tanto. Valdivia, ya en el banco, saltaba emocionado, Guede al fin explotaba y Paredes esperó el pitazo final para desatar su llanto.
Huachipato fue un digno rival, no regaló nada y al final felicitó a su adversario, el mejor del torneo, sobre todo, por lo hecho en la parte final. Colo Colo terminó con 33 unidades contra 31 de Unión Española y 30 de la “U”. Los albos perdieron solos 2 juegos y fueron por lejos el equipo más anotador del campeonato. Eso sí es indiscutible.