Gianluca Dapelo no tiene donde entrenar, pero es campeón de Chile, Rocío Muñoz debió juntar plata por redes sociales para ir a Italia y Nicholas Pezo ya perdió un Mundial por falta de dinero.
“Hay dos canchas federadas en Chile para la modalidad de trap. Una está en Concepción, pero no puedo entrenar ahí”, cuenta Gianluca Dapelo, quien se tituló campeón de Chile en el tiro, este fin de semana. Nicholas Pezo, en tanto, salió llorando sobre una camilla, mientras lograba plata en Argentina. Es nuestro hombre más fuerte del país y el 2016 se perdió el Mundial de Rusia por falta de recursos. Rocío Muñoz, por su parte, pidió ayuda por redes sociales para poder viajar a Italia. Salió desde Chiguayante para lograr plata a nivel mundial en el kettlebell, modalidad poco conocida por estos lados. Las llamadas “pesas rusas”. Los tres pusieron en alto el nombre de nuestra región y de Chile. Ninguno fue portada en los medios.
Dapelo tiene 27 años y ya había sido campeón nacional con anterioridad, el 2011. “Esa vez corté la racha de Claudio Vergara, que llevaba 7 años como el mejor de Chile. Después de ese 2011 empezó otra racha y volví a cortársela. En la final entramos los 6 mejores puntajes de la temporada y gané por un plato de diferencia a Claudio. Eran 50 para definir quién se llevaba el título”, narró.
En el año se disputan 7 fechas y actualmente representa a un club de Santiago. “Me toca harto viaje. Yo me crie y nací en el Estadio Italiano, pero hace unos años dejé de ser carga de mi papá y eso significaba comprar una acción y pagar cuotas. En ese momento, recién salía a buscar trabajo y no podía pagarlo, así que me salí. Cuando hay una fecha, abren la cancha una semana antes para practicar y es el único momento donde puedo entrenar de verdad, como realmente debo hacerlo a este nivel. El resto es harta fe y talento”, comentó entre risas.
Ahora sueña con Tokyo 2020 y apunta que “la federación de Tiro apoya harto y hay una buena dirigencia que te financia algunos viajes. Eso ayuda muchísimo. Siempre he tenido que llamar yo mismo a la prensa para que salga una nota mía, ya sea en Panamericanos o compitiendo en Europa. Así nos manejamos”.
Lágrimas de fuerza
Nicholas Pezo es de Santa Juana y desde la municipalidad se cuadraron con él. Solo por eso evitó perderse otra vez el Mundial de powerlifting, pese a ser siete veces el hombre más fuerte de Chile. Así pudo costear su viaje y estadía en Argentina, donde no defraudó, como de costumbre. Se trajo dos medallas, que costaron de verdad sudor y llanto.
El primer día logró bronce en powerlifting y el domingo fue por el oro en press banca, su prueba fuerte. “Competía con un argentino y en el primer intento marqué 180. Él estaba pidiendo 185 y eso te habla del nivel altísimo al que te enfrentas allá. Eso, sumado a la fatiga quizás por lo del día anterior, me pasó la cuenta y me desgarré un pectoral. En ese momento grité y salí llorando en una camilla. Igual fui plata, llegué a la premiación y siento que tenía que tomar el riesgo. Si quieres el oro, tienes que tomar ese tipo de decisiones”.
En el podio vino lo más emocionante. “Los argentinos me aplaudieron y cantaban ‘chileno, chileno’. Esas cosas te motivan. Tengo 26 años y creo que varios mundiales por delante, más allá de que el cuerpo me pide parar un poco. El 2019 toca Mundial en Brasil y me gustaría estar. El próximo año será probablemente en Europa y eso ya es más difícil. Veremos qué pasa”, aseguró este luchador.
Rocío en la final
Es profesora de Educación Física, vive en Chiguayante y su sueño era competir en Milán. Nada sencillo para un deporte que no todos conocen. Rocío Muñoz pidió ayuda por redes sociales y solo “por las suyas”, respaldada por sus más cercanas, llegó a Italia. Allá clasificó a la final del kettlebell -contra la escocesa Abigail Johnston- y se colgó la medalla de plata.
La deportista de 29 años es entrenada por René Mansilla -desde que partió en San Pedro de la Paz- y tiene como gran objetivo competir en agosto del próximo año en el Mundial de Rusia, y viajar a España en noviembre. La categoría de Rocío es menos de 67 kilos y ahí debe hacer la mayor cantidad de repeticiones con dos bolas de hierro que pesan 20 kilos cada una. Ella consiguió 386 en la final y necesita patrocinio para seguir dejando el nombre de Chile en lo alto.
Con este logro, Rocío adquirió la categoría de “Maestro”. Una destacadísima de su disciplina, que debió abrirse una cuenta en Let’sFand para reunir fondos y viajar a Europa. Sin duda, un ejemplo de sacrificio y de lanzarse por sus sueños, pero también un tirón de orejas para privados y autoridades. Y también para los medios. Esta nota y estas tres fotos es un “felicidades”, pero también un “disculpen”. Estos logros son solo suyos.