Perdió su casa y todo lo material. Aun así brilló en la victoria sobre Osorno.
“Estaba en la Escuela de Fútbol de Naval, donde le enseño a los más chicos. De pronto me llaman, supe que se estaba quemando la casa de mi tía y me imaginé al tiro lo peor. Claro, el incendio agarró su casa, la mía y como 7 más. El trayecto de ahí a Lenga fue terrible. Se me vino el mundo abajo y cuando llegué pasó lo que más temía”, cuenta Gustavo Merino. El arquero del ancla perdió su vivienda y todas sus pertenencias, pero aun así le pidió al “Pato” Almendra jugar dos días después contra Osorno. Fue figura y el ancla ganó 1-0.
El “Pescado” comentó que “me costó concentrarme, porque tenía la cabeza en otro lado. Me acordaba del fuego y todo lo que había pasado, pero también de que en la tribuna estaban mis papás, mis tíos, mi hermano en la banca (Andrés, defensa de Naval) y quería darles una alegría. Fue emocionante el gol de Salgado en el minuto 94 y que nos dedicara el triunfo. Me di cuenta que soy muy querido, que me gané el cariño de la gente con pura humildad y trabajo. Eso es lindo”.
Hoy vive con su familia en la sede de la caleta Lenga y repasa que “es terrible cuando ves que todo lo que construiste con tu familia y lo que te costó toda una vida armar se va en diez minutos. Así fue. En estos momentos es cuando uno más necesita el fútbol y por eso pedimos seguir entrenando y jugar. El hincha sabe que aquí hay un grupo joven que ha pasado hartos dramas, pero siempre seguimos adelante y otra vez vamos segundos en la tabla. Por todo eso fue un partido muy especial, que voy a recordar siempre”.
¿Cómo ayudar?
Por lo pronto, hoy se realizará un bingo en la sede de la caleta Lenga, desde las 19 horas, y la entrada tiene un valor de 2 mil pesos. Andrés, hermano de Gustavo, agrega que “este fin de semana se pedirá un aporte voluntario a los vehículos que pasen a Lenga. Todo lo recaudado ahí y en el bingo no es solo para mi familia, es para los 8 o 9 hogares que perdieron todo. Estamos juntos en esto”.