Deportes

¿Cambió el deporte en Chile con el Mindep? Esa es la cuestión

Por: Samuel Esparza 13 de Noviembre 2017
Fotografía: Andrés Oreña P.

Con la publicación de la Ley 20.686 del 20 de agosto de 2013, se creó el Ministerio del Deporte en Chile, que se erigió como, “el órgano superior de colaboración del Presidente de la República en materias de referidas a la Política Nacional del Deporte” (Art. 1).

Entre sus novedades, se anunciaba como un vehículo hacia la descentralización, que comenzaría a plasmarse con la instalación de 14 secretarías regionales ministeriales a lo largo del territorio (autoridades máximas en cada región), que estarían orientadas a posicionar al deporte y la actividad física como un ámbito fundamental en el quehacer del país.

Su prioridad, en sus inicios, era colocar los cimientos hacia la concreción de una Política Nacional de Actividad Física y Deporte, elaborada “con y para la gente, incluyendo a todos los actores de la sociedad, a fin de garantizar a cada chileno, una oferta amplia y diversificada en materia deportiva”. Además de formular programas y acciones para el desarrollo de la actividad física, y del deporte de alto rendimiento.

A cuatro años de aquello, sin embargo, surgen dudas respecto al verdadero aporte que significó la implementación de la cartera a la actividad deportiva, ya sea en el alto rendimiento, como también en el ámbito de la masividad.

Desconocimiento sobre la función del ministerio, su relación y complementación con el Instituto Nacional de Deportes (IND), así como sus verdaderos alcances a la hora de influenciar en el deporte de elite, aparecen como las principales interrogantes frente a una institución que es clave de cara a los nuevos desafíos que hay a nivel país, relacionados no sólo a la consecusión de logros competitivos, sino que también a la salud de la población.

Dudas y más dudas

El juicio más sensible hacia la cartera, habla de la preocupación entre los deportistas de elite por la débil coordinación con otros organismos como Trabajo, Vivienda, Educación y Salud, para solucionar sus múltiples carencias sociales.

“Yo, desde muy adentro, y desde el punto de vista del alto rendimiento, la verdad es que no he sentido algún cambio que me afecte directamente desde que está el ministerio. Lamentablemente, sigo comprando mi magnesio, tengo que trabajar para eso. Debo hacerlo para tener recursos económicos y así seguir financiando mi carrera, desde mi ropa hasta todo lo demás, incluso pagar el sueldo a mi entrenador”, parte señalando el seleccionado chileno de gimnasia, Christian Bruno, quien actualmente entrena con excelente resultados a niños en Santiago, contando ya con un campeón sudamericano.

Y añade que “por eso digo que desde muy adentro no he visto mayores cambios, de hecho el año pasado gané una medalla panamericana, pero aun así el panel del Proddar no aprobó mi beca y perdí esa ayuda económica; como siempre, sigue siendo todo muy difícil y no queda otra que seguir luchando. Incluso clasifiqué para los Juegos Bolivarianos, pese a que en mayo me lesioné una rodilla en los Juegos Nacionales en Concepción. Así que nada, soy del alto rendimiento y la vedad es que no veo muchos cambios”, sentencia el penquista.

Sentimiento muy similar experimenta otra figura del deporte regional, el pesista Francisco Barrera, quien también expresa dudas sobre el aporte del ministerio.

“Desde que se implementó, no he visto absolutamente ningún cambio. Todo lo contrario, hay temas como el Proddar o la gestión de los viajes, donde nadie sabe qué papel le corresponde al ministerio y cuál al IND. Tampoco sabemos si el Plan Olímpico está al alero del ministerio o sigue siendo del IND. Hay cosas que todavía no se definen”.

El medallista panamericano asegura que la realidad está en deuda respecto a las expectativas que habían. “Se supone que habría más poder para tomar decisiones en pos de los deportistas, pero nunca se concretó. Esperábamos que los aumentos de fondos fueran más fáciles, que los proyectos de presupuesto fueran aprobados sin tanta burocracia porque se supone que el ministro tiene mayor peso político, pero tampoco hay nada”, manifiesta.

Dineros insuficientes

Francisco Barrera explica con simpleza la aspiración del ambiente en relación al estatus económico que debiese primar en el deporte con el funcionamiento del ministerio. “Plata, toda la gestión se resume en eso. El dinero que haya para el alto rendimiento, será lo que permitirá hacerlo crecer”, dice.

Un aspecto en que el seremi del Deporte, Leonardo Baño, reconoce que se está al debe. “Una de las deudas que tenemos es con el tema presupuestario, ya que no es muy distinto al que teníamos antes. Obviamente, con el ministerio debió incrementarse el presupuesto para deportes, pero proporcionalmente no sobrepasa el 1% del presupuesto nacional. Por tanto, todavía el deporte no tiene los recursos que debiera, dada la importancia que reviste para un país con población sana”, estima.

Efectivamente, según cifras de la Dirección de Presupuestos (Dipres), la variación de los dineros asignados al deporte, no es sustancialmente importante desde que su máximo ente representativo era el IND y por tanto, constituía una partida del Ministerio Secretaría General de Gobierno.

Es así como en 2010, el IND recibió $87. 043. 394 millones; en 2011, $88. 876.380 millones y en 2012, $96.504.680 millones.

En 2013, año de la creación del Ministerio del Deporte, la cifra tuvo su mayor salto hasta alcanzar los $105.612.125 millones para, en 2014, bajar nuevamente a $89. 208.450 millones.

Fue en 2015 que el Ministerio del Deporte integró, como tal, el presupuesto de la nación, con una asignación total de $131.091.864 millones ($125.521.455 millones para el IND y $5.570.409 millones para la Subsecretaría del Deporte). En 2016, el monto completo ascendió a los $141.900.997 millones ($135.632.908 millones para el IND y $6.268.089 millones de la Subsecretaría).

Este 2017, en tanto, el monto sufrió una nueva baja, para alcanzar los $133.659.278 millones ($127.053.829 millones del IND y $6.605.449 millones de la Subsecretaría). O sea, apenas un 0,295 del erario público nacional. Esto, en gran medida, como consecuencia de la baja ejecución de proyectos de infraestructura durante la conducción de la ex ministra, Natalia Riffo.

Lo preocupante es que el proyecto de Ley de Presupuestos para el 2018, tiene al Ministerio del Deporte como la segunda cartera menos beneficiada (después de Minería), con una reducción de recursos del 11,3%. El importe sufrió pérdidas importantes, con varios ítems exhibiendo números negativos, siendo los descensos más bruscos las iniciativas de Inversión (-51,7%); Adquisición de Activos no Financieros (39,9%), y Aporte Fiscal (-17,9%).

De esta manera, el dinero con el que contará la cartera de Deporte para el año que viene, será de $121.767.536 millones ($114.582.339 millones para el IND y $7.185.197 millones correspondientes la Subsecretaría).

¿Y la descentralización?

A pesar de que cada Región cuenta actualmente con una secretaría regional ministerial que, en el papel, debería propender a una toma de decisiones relativamente desprendida del nivel central, eso estaría lejos de materializarse.

La presidenta de la Asociación Regional Atlética del Bío Bío, Mónica Fredes, aporta su visión al respecto. “Se supone que tener seremis, nos permitiría allegar recursos directos y acabar con la descentralización desmedida. Pensamos que habría mejor gestión, que sería todo más expedito y rápido, sin embargo continúa todo con la misma burocracia, no hay más recursos y no han cambiado mucho las cosas”, asegura.

“Cuando uno postula proyectos al Fondo de Desarrollo Regional, ganan siempre los mismos porque hay que tener un consejero regional que a uno lo patrocine. Y esas cosas no pueden ser, porque los deportistas deberían ganar por méritos”, estima.

Para Francisco Barrera, la mentada descentralización que traería consigo el ministerio, no es tal, y entrega otra arista al respecto. “Las comisiones deportivas, por ejemplo el DAR Chile, siguen igual. Cada cierto tiempo llega un correo que cita a reunión para aprobar una lista que ya está confeccionada, con funciones definidas. Yo, en cinco años que estuve en Santiago, jamás vi en ninguna parte, ni en el CAR, ni el polideportivo, ni el CEO, algún aviso que dijera que nos íbamos a reunir para presentar listas con proyectos, o reunir comisiones para ver en qué se podía aportar. Y da para pensar, porque hay deportistas del DAR Chile que tienen beca Proddar, pese a no presentar resultados en muchos años”.

Trabajo silencioso

A juicio del seremi del Deporte, Leonardo Baño, la creación del ministerio trajo consigo varios beneficios que debiesen ser considerados. “Lo primero, es que el deporte asume el mismo nivel que cualquier otra área importante del país, quedando a la par de la salud, la educación o desarrollo social, y eso posibilita crear políticas públicas a largo plazo, que es en lo que estamos ahora”.

Baño, pone énfasis en un punto que califica como primordial. “El principal ejecutor de las políticas en deportes, el IND, depende de un ministerio de la misma área. Antes, el IND dependía del Ministerio de Secretaría General de Gobierno y, más anteriormente, de Defensa, por lo tanto también es muy importante que quien hace la relación con la Presidencia sea un ministerio del ramo, que permite que se aprueben y lleven a cabo los programas con el énfasis que deben tener”.

¿Quién es quién?

La línea divisoria entre las funciones del Ministerio del Deporte y el IND aparece como otro de los elementos confusos para deportistas y dirigentes. Mónica Fredes, así lo confirma. “No sabemos quién hace qué cosa. Contamos con un excelente seremi, que aparte de ser muy técnico y estar siempre al lado de los deportistas, tiene una gran voluntad; pero queda la impresión que no tiene mucho poder de acción. Es como que el IND siguiera teniendo todo el poder, lo que no afectaría porque su director, Mario Moreno, es otra persona que sabe mucho. Pero nos gustaría que existiera una mejor coordinación y explicación hacia las asociaciones”, manifiesta la presidenta del atletismo.

En su resumen ejecutivo, el IND se describe como, “un servicio público vinculado al Presidente de la República a través del Mindep, cuya misión es desarrollar la cultura deportiva de la población por intermedio de la ejecución de planes y programas de fomento e infraestructura, y el financiamiento de proyectos, orientados a masificar la actividad física y la práctica deportiva y a apoyar a los deportistas tomando como eje el Sistema de Competencias Deportivas”.

Sus productos estratégicos son la ejecución de programas de fomento deportivo masivo y gestión deportiva; desarrollo del alto rendimiento; proyectos para el desarrollo de la actividad física y deportiva; infraestructura y recintos para la práctica deportiva. La entrega de éstos, se realiza a través de sus 15 direcciones regionales más la dirección nacional ubicada a nivel central.

En términos simples, el IND es entonces el ente que ejecuta las políticas elaboradas desde el Ministerio del Deporte que, pese a su corto tiempo de funcionamiento, ya tiene su producto estrella: la Política Nacional de Actividad Física y Deporte 2016-2025.

“Es un hecho concretísimo, no teníamos un instrumento de planificación a largo plazo en el ministerio. Y lo mismo ocurre con el Plan de Actividad física y Deporte de Bío Bío, también por el mismo periodo, lo que permite proyectar a mediano y largo plazo. Es la gran posibilidad que tenemos de orientar y priorizar el desarrollo del deporte en la Región”, dice al respecto el seremi, Leonardo Baño.

Con todo, para la autoridad, lo que más hay son desafíos por delante dado la juventud del ministerio. “Yo diría que más que tareas que hayamos cumplido, recién tenemos la opción de generarnos la expectativa de cumplir con los desafíos que el ámbito deportivo reclama. Todos son testigos de los excelentes resultados que hemos tenido en el ámbito internacional, y que las selecciones chilenas son integradas por gran cantidad de deportistas de nuestra Región. Entonces, lo que nos queda es un trabajo muy arduo para realmente dar un salto cualitativo a nivel nacional y local”, apunta.

“Debemos aunar los esfuerzos para trabajar en conjunto con el IND, porque es mucho lo que se debe hacer. En el ámbito del alto rendimiento sobre todo, hay una deuda que tenemos con la infraestructura en Bío Bío. Y también darle un enfoque importante a la masividad, incluyendo los sectores que normalmente no tienen mucho acceso a la actividad física, como es el caso de mujeres, discapacitados y pueblos originarios”, agrega.

Y concluye: “Para nosotros, es fundamental contar con una infraestructura deportiva que albergue al alto rendimiento pero, más aun, a la formación deportiva conducente a él. En el mismo ámbito, hacer un trabajo con universidades y centros de educación superior, para que quienes integran selecciones nacionales, no tengan que irse. Y, junto a ello, capacitar a monitores, técnicos y preparadores físicos, hay que tener un capital humano que permita llevar grandes procesos de entrenamiento”.

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