Por fin está en casa. Entre vítores, aplausos y abrazos de familiares y amigos, se produjo ayer el esperado retorno a Concepción de uno de sus hijos más queridos. Gustavo “Guga” Ortiz, quien sufriera un grave accidente en Canadá que lo dejó sin movilidad en sus piernas, llegó este miércoles a la zona para iniciar una nueva etapa en su larga recuperación, pero esta vez al lado de los que más quiere.
Pasadas las 13:00 horas pisó la losa del Aeropuerto Carriel Sur el avión comercial que trajo al destacado biker sampedrino de vuelta con los suyos, luego de más de un mes de permanencia en Santiago, donde llevó a cabo la etapa inicial de su tratamiento.
Al rato apareció en la zona de arribo la figura de “Guga” acompañado de su polola, Valentina. Camisa a cuadros, su habitual pelo largo, y hasta una sonrisa en la cara, la silla de ruedas en la que se desplazaba con notable habilidad, era lo único diferente en el joven que, con sólo 21 años, mantiene intacta una entereza que impresiona.
Sólo una carrera más
Fortaleza que se hizo evidente tras las primeras palabras que dio a la numerosa prensa que se apostó en el aeropuerto. “Estoy contento de volver a casa y empezar a vivir la nueva etapa que se viene, que es adaptarme a la silla, no le encuentro más que eso. Significará movilizarme de otra forma nomás, nada del otro mundo, sólo hacer cosas de otra forma, eso es lo nuevo. La esencia tiene que continuar, así ha sido desde el accidente”, dijo.
Así, como si se tratara de un desafío más en su carrera, el campeón nacional de downhill y enduro afronta lo que tiene por delante. Su homónimo padre, ese que siempre ha estado a su lado, lo conoce bien y por eso sonríe orgulloso mientras “Guga” sigue hablando de su regreso. “Es rico volver a respirar este aire, llevaba más de cuatro meses afuera y por fin terminó el viaje. Estuve dos meses en lugares donde estaba todo adaptado para mí, hospitales y centros de rehabilitación, era un poco ficción. Ahora viene la parte donde debo aprender a hacer todo solo, la realidad”, agregó.
Ayuda fundamental para ello será su paso por el Instituto Teletón de San Pedro de la Paz -comuna en que justamente reside el deportista- y donde iniciará este lunes el nuevo periodo de recuperación. Pero que no será la única tarea que se avecina para Ortiz, quien está empeñado en que la Ley Guga llegue a buen puerto.
“Lo que queremos como familia es sacar el mayor provecho a esta lesión. Y tiene que ver con proteger a otros deportistas que representan al país en el extranjero para que no tengan que pasar por los malos momentos que pasé yo, con la familia sin saber cómo retornar a sus hijos a casa, y con grandes deudas médicas”, sentenció.
Entre tanto, espera hallar una rutina que lo llene en su retorno a la normalidad, esa que según sus palabras, “supla el grado extremo” que necesita. Porque si algo hay seguro, es que Guga bajará esta montaña que le puso el destino, como el gran campeón que es y siempre será.
No deja de ser un crack sobre las dos ruedas
Igual que lo hacía sobre su bicicleta en cerros y senderos de Chile y el mundo, ayer “Guga” Ortiz sorprendió con su habilidad para manejarse con la silla de ruedas, con sólo semanas de acondicionamiento. Algo que para él se debe al gran equipo que lo acompaña.
“Yo soy la cara visible, pero cuento con un tremendo equipo que está atrás; no lo he hecho solo. Sé que elegí a buena gente a mi alrededor (…) Ni hablar de mi familia, mi polola y amigos que son principales en esto. Hay mucha gente que está atrás ayudando y a la que agradezco demasiado”, señaló.