Deportes

¿Cuánto aportan los foráneos en la Región del Bío Bío?

Por: Carlos Campos 30 de Octubre 2017
Fotografía: Andrés Oreña P.

Han llegado desde los cinco continentes y experiencias hay por montón. Algunos han tenido más éxito que otros, pero el aporte de los extranjeros en distintas disciplinas deportivas del país y, especialmente de la zona, es un tema a debatir.

El japonés Hiroki Uchida, el congolés Occupé Bayenga, el sudafricano Jacobus De Kock o el venezolano Yeferson Soteldo, son algunos ejemplos de algunos extranjeros que llegaron a Chile con la idea de ganarse un nombre o buscar una oportunidad en el deporte nacional. ¿Es imperativa o no su presencia para potenciar las distintas ligas? ¿Es su aporte un punto fundamental a la hora de lograr éxitos deportivos? ¿Existe alguna regla que regule su participación en los diversos torneos? En Inglaterra, por ejemplo, la Premier League recibe sólo a futbolistas cuyas selecciones se ubiquen dentro de las 50 en el ranking Fifa. Así, por ejemplo, Mark González, en 2005, debió esperar para fichar por Liverpool, ya que Chile se ubicaba en el lugar 72.

No hay duda que los extranjeros en nuestro país tienen las puertas abiertas y en el Bío Bío son muchos los casos donde su presencia ha sido la base para grandes éxitos. Eso sí, el debate está abierto. “Suben tremendamente el nivel de los campeonatos. Nuestra liga de rugby es amateur y traer refuerzos ya es difícil, por lo que contar con uno o dos extranjeros es muy importante. Aportan no sólo dentro de la cancha”, expresó el capitán de Troncos, Daniel Jamett, mientras el presidente de la rama de fútbol UdeC va más allá y comenta que “es relativo el aporte que pueden hacer. El día de hoy los valores de mercado son tan altos, que se busca traer promesas o futuras apuestas que se puedan proyectar en el tiempo. En Europa, Asia, el fútbol árabe o el mexicano se opera con cifras que para nosotros son imposibles de alcanzar”.

Claro está que son deportes distintos desde muchos puntos de vista, donde el tema económico es una de las principales y abismales diferencias. Troncos ha sido uno de los principales protagonistas del torneo nacional de rugby en los últimos campeonatos y logró entrar en la final el año pasado, en gran parte, gracias a la notable participación del sudafricano Jacobus De Kock y el portugués Hugo Valente. Siendo un deporte amateur en Chile, ¿cómo lograron contar con jugadores de ese calibre y que marquen tantas diferencias? “Acá no hay un semillero. Troncos sólo vive del rugby y todo pasa por un tema de gestión. Buscas alguien con un determinado perfil y estudios, le ofreces una casa, un trabajo y así ellos llegan a vivir una experiencia distinta. Potencian al plantel y a uno mismo le hacen subir el rendimiento. Imagina lo que pasaría si todos los clubes incorporaran, por lo menos, sólo un refuerzo extranjero. El arribo de ellos al rugby es una iniciativa de cada club y que vela por su propio interés. El año pasado trajimos a ( Jacobus) De Kock que era de Sudáfrica, uno de los países más avanzados en el rugby y a (Hugo) Valente que estuvo jugando el circuito mundial de Seven” dijo Jamett, respecto de un torneo que finalizó hace una semana, tuvo a Old Boys como campeón y como mejor jugador de aquella final a un extranjero: el argentino y ex Puma, Nicolás Bruzzone.

Regulación

En el caso del fútbol chileno, son cinco los extranjeros que cada plantel puede incorporar y tener en cancha. Hace un par de años eran siete, cifra que se decidió disminuir por diversos factores. Uno de ellos, la cantidad de jugadores sin gran currículum que llegaban al país, que no eran aporte y, en un corto y largo plazo, dejaban a los jóvenes nacionales sin tener la oportunidad de debutar en sus clubes de formación. “Y se supone que para el campeonato que ahora debiese ser largo, se bajaría a cuatro el número de los extranjeros pero, sé de varios clubes, por no decir la mayoría, que quieren mantener los cinco cupos”, agregó Mario Rodríguez, sobre un hecho que, para él, afectaría de gran manera a las divisiones menores y el futuro del fútbol joven en Chile. “La única manera de terminar con la traída de extranjeros es fortaleciendo las divisiones menores, siempre y cuando uno las mire como inversión, porque para muchos significa un gasto y ahí está el problema, porque los resultados han sido desastrosos a nivel nacional. La Sub 20 dirigida por (Héctor) Robles fue eliminada y la Sub 17 se devolvió con una canasta de goles del Mundial y no hizo ninguno. Ese es el tema fundamental y por eso los clubes recurren a jugadores extranjeros, especialmente, argentinos y uruguayos, porque ellos tienen mayor desarrollo que nuestro fútbol. Paraguay también alcanzó en los últimos años una etapa mucho más alta que nosotros en ese sentido. Los juveniles chilenos juegan poco y no se invierte lo que se debería invertir, por eso se mira hacia afuera”, complementa el directivo del Campanil.

El basquetbolista de UdeC, Mauricio Cisternas, de 34 años, es voz autorizada, por su larga trayectoria, para analizar el caso de un deporte que en Chile tiene como protagonistas a los foráneos. “En la antigua Dimayor tuve la oportunidad de jugar con tres, dos y un extranjero. En el caso de la Libcentro lo he hecho sin extranjeros. Creo que con el pasar de los años o hace un tiempo atrás solamente, de hecho, era un tema casi indispensable contar con extranjeros. Se buscaba alguien que tuviese un goleo superior a los 20 o 25 puntos. Hoy, en algunos equipos, se ha dejado de lado eso y se ha intentado buscar extranjeros que tengan otras capacidades, más reboteros, que ayuden en defensa o cumplan funciones más defensivas y no que aporten tanto en ofensiva, sino que marcando doce o quince puntitos. Los nacionales y sus nuevas generaciones han ido mejorando mucho en el último tiempo y han ido sobresaliendo, dándole un plus diferente a la Liga”, señaló el pivot auricielo.

En el deporte cestero, la regla indica que deben ser dos los jugadores inscritos en la planill a para cada partido, como mínimo. Se puede agregar un tercero, pero aquello ya es opcional para cada club. “Acá hay un tema del espectáculo también. Algunos llaman la atención por el color del piel porque casi siempre son morenos. Tienen esto gringo de armar jugadas increíbles, clavar la pelota, son muy carismáticos y con gran feedback con la gente. Eso se ha ido mejorando a nivel de espectáculo con el tiempo, copiando las cosas buenas”.

Al igual que Jamett, Cisternas no duda en apuntar al arribo de los extranjeros como un ítem clave para que los torneos locales se vean muy potenciados. “Terrel Taylor está en Osorno, se baja del avión el jueves, mete 30 puntos el sábado y 35 el domingo. Él marca presencia, entre otras cosas, por su envergadura física. Musa (Abdul Aleem) es un tipo de fácil goleo, (Alexander) Galindo en CEB Puerto Montt también marca diferencias y sube el nivel de la liga. El tener tres extranjeros es potenciar el torneo y espectáculo. La Segunda División también se está jugando con un extranjero y son de buena calidad. Boston College se llevó a un ( José) Bravo que estuvo en Puente Alto, jugó en Los Leones y fue seleccionado nacional de Venezuela. Se ha ido potenciando mucho la liga con los extranjeros”.

¿Tapan a los chicos?

Si bien desde otros lugares del mundo hay deportistas que llegan y son gran aporte, hay otros que definitivamente no dan el ancho, lo que también sucede muchas veces con los nacionales. Aquello puede ser una problemática que, como indicaba Mario Rodríguez, puede dejar sin opciones de jugar a los canteranos. “Está el caso de (Nicolás) Guerra de U. de Chile, por ejemplo, ¿cuánto estará costando ya? Hemos preguntado por algunos de otros clubes y los precios son muy, muy altos. Antes nos habíamos fijado en Israel Poblete, pero se lo llevaron los más grandes. Hay sólo tres clubes que pueden competir, más Everton, al que los mexicanos le han inyectado recursos. El fútbol mundial se mueve fundamentalmente por lo económico de cada club. Hay una industria donde tempranamente jugadores de 15 años se van afuera y son contratados, ya sea argentinos o uruguayos, por clubes europeos. Los que ya se desarrollaron y tienen un nivel alto, van al mercado asiático o mexicano. El aporte de los jugadores que son promesas y están comenzando, me refiero entre 20 y 24 años, provienen del Nacional B de Argentina y ahí viene la gran parte, con algunas excepciones. No es que se traiga a un delantero de River Plate, sino que sólo al de Santa Fe, por ejemplo. Se trae lo que está al alcance de los recursos económicos del club”, aseguró Mario Rodríguez, agregando sobre su nueva meta de potenciar las series menores que “por algo contratamos a Carlos Pedemonte, para organizar todas las inferiores. Además tenemos a Luis Castro que es un técnico con mucha capacidad en la captación de jugadores. Esperamos que eso nos ayude para de aquí a cuatro años tener unos tres o cuatro juveniles en el plantel y largo plazo contar con un equipo conformado con canteranos. Tenemos nuestras canchas camino a Penco y eso facilita mucho elaborar un plan a largo plazo”.

El Campanil ha hecho especial hincapié en aquel tema y, al ser apuestas, los resultados mezclan buenas y malas. Diego Churín fue un gran acierto, goleador fichado por UdeC cuando comenzaba a ser figura en Curicó Unido y muchos ya fijaron sus ojos en él. A la larga y si bien no tuvo cabida en el Campanil y explotó en Unión Española, fue un buen negocio para la institución, ya que fue vendido a Cerro Porteño.

El tema sobre los juveniles no sólo incumbe al fútbol. Mauricio Cisternas afirmó que “en general veo partidos los martes y jueves en TyC, a veces revisas los extranjeros y son un lujo, traen croatas y españoles, que toman 10 rebotes, corren y hacen de todo. El jugador argentino marca muchas diferencias y las series inferiores en Argentina juegan un gran campeonato casi igual al del adulto. Ves a chicos de 15 años en un gran nivel que cuando ellos pasan al primer equipo la diferencia casi no se nota. En Chile debemos apelar a eso, a que ahora haya descenso y la Segunda División se potencie sin descuidar el tema de los chicos. Quizás tener una liga de menores de buena calidad, donde el trabajo sea bueno. De repente se nota la diferencia cuando un chico pasa al primer equipo porque viene con falencias físicas o técnicas. Es importante apelar a eso para potenciar lo que viene más adelante y así no traes jugadores en decadencia, por ejemplo”. Un tema que da para ser debatido por años.

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