Tras la derrota del sábado, el técnico Santiago Gómez reconoció que “cometimos algunos errores, pero no podemos repetirlos contra Castro”. El problema es que las correcciones no funcionaron. Universidad de Concepción se anotó un fin de semana para el olvido con dos derrotas en la Casa del Deporte, frente a su propia gente. Primero fue un 72-80 a manos de Ancud y, ayer, se retiró cabizbajo después de un 65-69 frente a Castro que se definió en los segundos finales. En algún momento, pareció que el encuentro estaba controlado, pero el anfitrión se cayó en el último cuarto.
Desde un inicio, sobre la cancha se vieron fuerzas parejas, aunque la UdeC contaba con un hombre inspirado. Musa Abdul Aleem había convertido solo 13 puntos ante Ancud y falló varios triples. Ayer entró con ganas de lavar su imagen y, terminado el segundo cuarto, ya acumulaba 20 puntos en su cuenta personal. Con Musa agresivo y Matías Villagrán siempre aportando bajo el aro y con su lanzamiento a media distancia, se veía un equipo aurieicelo cómodo.
Sin ir más lejos, en el tercer cuarto se dio la máxima ventaja del equipo penquista sacándole 11 puntos de ventaja a su adversario. Era el momento para tumbarlo definitivo en el piso y no dejarlo crecer, pero Gary Johnson empezó a tomar el control del partido, atrapando los rebotes y atacando siempre el canasto para asegurar al menos los dos puntos desde la línea de tiros libres.
El norteamericano de Castro llegó a totalizar 30 puntos y 14 rebotes luciendo dominio total en la parte final del partido. Del lado auricielo, Tracy Robinson acertando apenas un par de canastas en 12 intentos y Abdul Aleem perdiendo efectividad. La visita pasó arriba en el momento del 55-54, faltando poco más de 7 minutos.
La UdeC logró una nueva ventaja tercon un triple de Villagrán -fue la segunda mejor mano del Campanil con 13 positivos- y un doble, pero Castro, siempre penetrando y buscando el contacto, se acercó de a un punto hasta pasar arriba lentamente y hacerse inalcanzable. En la contra, UdeC fallaba y no lograba el rebote, una constante en ese último cuarto.
Y hasta el 67-65, todavía hubo opción, pero Musa falló un lanzamiento faltando 40 segundos, el rebote lo capturó Trevante Drye -logró 11 tableros- y Francisco Jara cerró la lucha acertando sus dos tiros desde la línea de falta.
Golpe duro, para un equipo que cayó dos días consecutivos, aunque en partidos muy distintos. Quizás el primer día abusaron del triple y fallaron en demasía. Ayer, regalaron el último cuarto y no supieron controlar a las figuras de su adversario. Una semana para revisar la pizarra y tirar varias líneas de correccción.