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Felipe Inyaco: un valor del cesto local que ya está dando que habla

Por: Ricardo Cárcamo 11 de Septiembre 2017
Fotografía: Raphael Sierra P.

La relación de Felipe Inyaco con el básquetbol partió por una cosa de familia. Según comentó, su hermano y sus padres lo instaron a practicar el deporte, en su Penco natal. Desde ese momento, su historia con el cesto ha estado plagada de éxitos.

Alumno de Segundo Medio en el Colegio Salesiano, a sus 15 años ya es preseleccionado chileno en la modalidad 3×3, donde comparte con algunos nombres que fueron parte del histórico título sudamericano de la categoría, conseguido en Lima, Perú. Además, hace poco fue protagonista del título obtenido por el Deportivo Alemán en la Libcentro Sub 15.

“Partí entrenando gracias a mi hermano y mis padres que me motivaron, en mi comuna, Penco. Después de eso supe que podía seguir avanzando en el básquetbol y decidí comenzar a entrenar en el Deportivo Alemán. Ahí los profesores me han ayudado mucho, he ido perfeccionando mi juego de a poco, siendo constante con los entrenamientos y pude competir a un nivel un poco más alto en la Libcentro. Comencé a los 8 años, y a los 12 me uní al CDA. Sigo viviendo en Penco, me queda un poco lejos (ríe), pero todo el esfuerzo vale la pena”, señaló.

Del campeonato que obtuvo en la Libcentro, indicó que “fue muy importante, teníamos un buen equipo y confianza de que lo podíamos ganar. El año pasado habíamos quedado con la espina, tras perder en el cuadrangular semifinal. A comienzo de año llegaron un par de jugadores de buen nivel y con los de la campaña pasada pudimos formar un buen equipo. En los entrenamientos, el profe nos hacía entender que gracias a la defensa íbamos a ganar el título, y así fue. Durante el cuadrangular defendimos de gran manera como equipo, y eso nos hizo ganar los tres partidos para salir campeones”.

Altas metas

Inyaco también se refirió a su experiencia como preseleccionado nacional, donde busca ganarse un lugar en la nómina definitiva de la Sub 17 3×3, que tiene como primer gran desafío los Suramericanos, en octubre próximo.

“Mis expectativas son las de siempre, poder demostrar mi juego y hacer lo mejor posible, y si es vistiendo la camiseta de Chile, mejor aún. Esta convocatoria me sorprendió mucho la verdad, porque no creía que podía ser llamado a esta selección, siendo dos años menor que la mayoría de mis compañeros. Al parecer ahora se están fijando más en la proyección de los jugadores”, dijo.

Sobre este formato 3×3, Inyaco señaló que “no la veo como tan distinta al juego tradicional. O sea, algunas reglas cambian, y encuentro que está modalidad muestra más las capacidades técnicas de los jugadores. Por lo general se dan enfrentamientos más dinámicos, y mucho uno contra uno”.

Con este seleccionado ya vivió su primera experiencia internacional. A fines de agosto, fue parte del equipo que disputó un torneo amistoso en Bahía Blanca, Argentina.

“Cuando llegamos allá los profes hicieron dos equipos, en el que estaba yo salió tercero y el otro segundo. Creo que van a ver más concentraciones para definir la nómina. En lo personal, siento que anduve bien, pude demostrar bastante a pesar de que casi todos hayan sido dos años mayores. Los rivales que enfrentamos fueron equipos que se armaron especialmente para este campeonato, pero de todas maneras eran fuertes, muy competitivos. Por ejemplo, el que nos ganó a nosotros y a mis compañeros tenía a dos seleccionados argentinos de la categoría”, comentó.

En ese sentido, agregó que su primer objetivo es pasar el corte y ser parte de la nómina final. “Unas de las metas que tengo es quedar dentro de los 12 que juegan el premundial el próximo año. Tengo que mejorar muchas cosas aún, para eso mi entrenador del CDA, Fernando Campos, me está ayudando”, señaló.

Pese a su juventud, Inyaco se proyecta en este deporte, aunque aún no tiene muy claro cuál será su ruta a seguir. Le gustaría salir al extranjero, pero tampoco descarta que el básquetbol le permita estudiar una carrera universitaria en Chile, y después de eso continuar jugando en el país.

“La verdad no tengo muy claro como será mi futuro. Pero pretendo ir a probar un año al extranjero, principalmente a Argentina. Y ahí dependiendo como me vaya, ver qué se puede hacer. Si no, tratar de ganarme una beca deportiva en alguna universidad, estudiar y jugar por una casa de estudios. Y después de tener una carrera, ser jugador profesional hasta cuando se pueda”.

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