Hace siete años, Julio Baumann comenzó su historia con el hándbol en su natal Los Ángeles. Una carrera que ha ido en constante ascenso, con destacadas actuaciones a nivel regional que le han valido integrar la selección chilena en diferentes categorías. De hecho, recientemente fue parte del plantel nacional que jugó el mundial juvenil de Georgia, donde la “Roja” hizo historia alcanzando los octavos de final.
Con 19 años, es actualmente uno de los jugadores con más proyección del país en la disciplina. En este momento, según comentó su principal actividad es el hándbol, y su idea es llegar a jugar en el extranjero en el corto plazo.
“Me inicié en este deporte cuando tenía 12 años, con el profesor Raúl Neira. Mi motivación principal fue que varios amigos lo practicaban, así que en cierta forma me resultó natural empezar a jugarlo”, dijo.
Además de lo mencionado, Julio contó de otra importante razón que lo atrajo y lo llevó a ligarse al balonmano. “Me llamó la atención ver la pasión de quienes lo practicaban. Es algo que se transmite, porque la pasión que muestran todos los que están en este deporte contagia. Sin que nos paguen un peso, esa lucha de defender tu camiseta al 100% realmente entusiasma”, dijo.
En su trayectoria, esa entrega y amor por el deporte la ha tenido, además de la selección chilena, Cubla de Los Ángeles, la única institución a la que ha defendido hasta el momento.
Sueños rojos
En el reciente Mundial de Georgia, Baumann tuvo un gran rendimiento a nivel personal. Fue elegido dos veces como el mejor jugador del partido: ante el elenco anfitrión, al que le marcó nueve goles, y frente a Argelia, donde anotó en 11 oportunidades.
Además, a nivel colectivo la selección obtuvo una histórica clasificación a los octavos de final. Allí, al quedar cuarto del grupo B, se midió ante Francia, a la postre campeón del certamen (venció 28 a 25 en la final a España). Más allá de la derrota frente a los galos ( fue 43 a 21), el jugador angelino sabe que hicieron un buen torneo, cumpliendo incluso más allá de sus propias expectativas.
“En lo personal fue una experiencia muy buena. Rendí lo que esperaba, le dimos pelea a todos los equipos a los que nos enfrentamos y logramos algo histórico, como fue clasificar a los octavos de final de un mundial”, señaló.
Con varios certámenes internacionales en el cuerpo pese a su corta edad, Baumann asume que es un privilegiado por tener la opción de defender la camiseta de su país. Además, señala que para todos es una instancia ideal para crecer poder tomar parte de eventos como mundiales, donde asisten los mejores del planeta.
“Estar en una selección lo asumo como una gran responsabilidad, pero también es una gratificación enorme. Poder ser parte de eventos tan grandes y competir con los mejores sin dudas que es algo que se disfruta y también ayuda a que uno vaya evolucionando como jugador”, dijo.
Salir del país
Cuando no está entrenando, jugando o haciendo algo relacionado al balonmano, el angelino señaló que disfruta de los videojuegos y también de compartir con su familia y amigos. Al momento de analizar el presente de esta disciplina a nivel regional y nacional, admite que ve cosas positivas, pero que también hay aspectos importantes donde falta mejorar.
“A nivel regional está bien, pero le falta mucho. Tiene que haber más gente en el mundo del balonmano: más niños, clubes serios. Eso ayudaría a mejorar cosas varios aspectos”, indicó.
A sus 19 años, no estudia y señaló que tampoco se ve entrando a la universidad en 2018. Su foco es el balonmano, y en ese sentido aseguró que “me proyecto para jugar afuera del país, ya que en Chile este deporte no es remunerado, no se puede vivir de esto. Pero si no se da, sacaré una carrera universitaria y seguir entrenando en Chile”.