La palabra “sueldos” para los directores de la Anfp genera suspicacias. Sobre todo, después de lo ocurrido en la era de Sergio Jadue, donde todos tuvieron que devolver los dineros recibidos, salvo el jefe, que arrancó rápidamente. Hoy se quiere instalar la figura de las “retribuciones”, que no es lo mismo, pero sí significará que reciban ciertos pagos. ¿Es justo? ¿Y cómo funciona en las federaciones deportivas, como tenis y atletismo? Esta es la historia, radiografía y una comparación con disciplinas siempre dejadas de lado.
¿Sueldo para Salah?
En Consejo de Presidentes de marzo de este año, en moción presentada por Victoriano Cerda (Huachipato), se planteó la idea de que los directores de la Anfp reciban un pago al cumplir funciones que no son propias de su cargo. En junio, se presentó un documento con la primera propuesta, pero no fue aceptada. Al menos, no en su totalidad.
El presidente de la rama de fútbol de la UdeC, Mario Rodríguez, explicó que “ese día hubo unanimidad en considerar que sí, que los directores deben recibir una retribución. Lo que no está claro es el tema de qué funciones deben ser pagadas y cuáles no, y también hubo que hacer una corrección en los topes máximos. En un principio, existiría un tope cercano a los 8 millones de pesos mensuales y se bajó a la mitad. Eso ya es seguro que va a ser así”.
El directivo universitario cuenta que “esta pega no es ad honorem, porque ya reciben una plata desde la Conmebol, pero debemos reconocer que hay gente que a veces está todo el día en función de su trabajo como director y eso debe ser reconocido. Es un tema que se trató el martes, en reunión de presidentes, y debemos definir bien ese pago por funciones ajenas a las que ellos tienen como directores. Hay una lista larga de funciones y aun no existe un consenso”. Existen una serie de comités, comisiones y equipos técnicos donde puede participar un director, incluyendo la organización de eventos y torneos, pero no está claro cuáles le corresponden de acuerdo a su cargo y cuáles pueden considerarse tareas externas y merecedoras de retribución económica.
Rodríguez advierte que el tema también debe conversarse con el Ministerio de Justicia porque, legalmente, un directivo de la Anfp no puede recibir un sueldo por ser una institución sin fines de lucro. Eso fue lo que obligó a que el directorio de Jadue devolviera los dineros percibidos durante 2015 por resolución del citado ministerio al incumplirse las normas del código civil. Jadue, por ejemplo, había cobrado ya 34,6 millones de pesos.
Fue en 2013 cuando se autorizó el pago a directivos de la Anfp, aunque esa decisión solo empezó a correr en enero de 2015. Por eso, hoy los clubes hablan de una figura distinta. De “asesorías” o “funciones externas”, no de sueldos.
“Acá uno pierde plata”
Y, como siempre, el fútbol es una dimensión distinta. Bien lo sabe Mónica Fredes, presidenta de la Asociación Regional de Atletismo, quien comentó que “el fútbol tiene auspicios, ayuda del Estado y no me extraña eso de los sueldos para directivos… Bueno, todos los demás deportes funcionamos de otra forma. O sea, hay ayuda para proyectos, espacios y para los deportistas, que es lo que corresponde, pero no para sueldos de directivos”.
Mónica trabaja de manera independiente, organizando cumpleaños infantiles. “De otra forma, es imposible ir a tantas reuniones a las que te citan y no sé si siempre es tan necesaria tu presencia. Ser dirigente deportivo ocupa mucho de tu tiempo… También mucho teléfono. A veces puedes gastarte hasta 120 mil pesos mensuales en llamadas y no se te devuelve nada. Tampoco los pasajes. Acá uno pierde plata, pero lo haces porque te gusta y porque alguien tiene que hacerlo. A veces te cansas y yo igual he pensado varias veces en salirme”.
También fue secretaria de la Federación Nacional de Atletismo y aclara que ahí tampoco se reciben sueldos. “Viajaba a Santiago en la mañana, iba a una reunión y me volvía después de almuerzo. A ese ritmo es muy difícil mantenerse”, señala. Y hay otro tema que complica las cosas. “Se pierde mucho tiempo llenando los proyectos del IND, que cada vez son más engorrosos y cada vez te ponen más trabas. Además, en la asociación nadie quiere ser tesorero. Hay que hacer las rendiciones y son un poco enredadas. Yo estudié administración de empresas, entonces entiendo más de ese tema”.
¿Y cómo llegó a este mundo de los dirigentes deportivos? Mónica relata que “fue bien de casualidad. Cuando todavía era atleta, un profesor me dijo que fuera a una reunión a hacer de secretaria porque faltaba alguien. Bueno, así empecé. Fue el 2003. Estuve tres periodos (de 2 años cada uno) como presidenta regional y, por cosas de reglamento, hubo un momento en que no pude seguir. Cuando entré había deudas por rendiciones de proyectos y ordenamos las cosas. Este año me pidieron que volviera y, bueno, cuesta decir que no”.
Cuenta que le han pasado hartos “chascarros” mientras cocina porque la llaman a cada rato. Hay que organizarse para Juegos de la Araucanía, torneos escolares y reuniones con el IND, entre otras cosas. Y todo, por amor al arte… O, más bien, al atletismo. “Igual prefiero que los dirigentes no reciban sueldo porque, si no, llegaría gente que viene solo a sacar plata y no le interesa el deporte. Quizás sería bueno que nos devolvieran lo que uno gasta en teléfono o pasaje, pero nada más. El dinero tiene que ir para los deportistas, es lo que corresponde. Y también a los técnicos, porque a muchos no se les paga nada”, sentenció.
“Mi familia no entiende”
Enrique Liberona es el actual vicepresidente de la Federación Nacional de Tenis y cuando le preguntan por sueldos a directivos, sonríe. Es algo que ni en sueños ha pensado recibir a fin de cada mes. “Es imposible porque la Ley del Deporte no lo permite. Eso es así y todos los que estamos en esto lo tenemos claro. Las federaciones deportivas son corporaciones sin fines de lucro y los directivos no podemos recibir ningún tipo de pago”. La asociación de fútbol, en todo caso, no dista mucho de esa figura, aun siendo una asociación. Eso, al menos, según lo que determinó el Ministerio de Justicia el 2015.
También apunta que hay resguardos para evitar irregularidades. “Un dirigente deportivo sujeto a Ley del Deporte no puede recibir ninguna suma de dinero y hay sanciones claras y fuertes para quien transgreda esa regla. Lo mismo con licitaciones o temas que involucren a parientes. Mira, solo hay uno o dos casos excepcionales, como, por ejemplo, una máquina en el tiro al vuelo que no la tiene nadie en Chile y justo un dirigente sí la tiene. Incluso, en ese caso tan lógico, hay que someterlo a asamblea para que se lo adjudique”, explicó.
Liberona tiene los mismos dramas que Mónica. El encargado del tenis señaló que “uno gasta mucha plata y, sobre todo, mucho tiempo. El deporte en Chile no tiene muy contemplado el aporte a lo dirigencial y me parece que, en parte, está bien. Hay otras prioridades. No se devuelven viajes ni otros gastos, pero tampoco es tan simple como que los directivos sean retribuidos. Me parece que podría producir una serie de incompatibilidades que es mejor evitar. Serían muchos recursos públicos cayendo en el patrimonio de un particular”.
Asegura que “no llevo tanto tiempo en esto, entré el 2013” y cuenta que, como la mayoría, entró casi sin querer. “Uno sigue a sus hijos y siempre hace lo que sea por ellos. En ese tiempo, mi hijo jugaba tenis y por eso entré como directivo, buscando que esta disciplina anduviera bien, y después mi hijo no siguió en el deporte, pero yo sigo aquí. Es algo que a uno le gusta y alguien tiene que tomar la bandera”.
A sus 46 años, vive en Concepción con su familia y trabaja en un estudio jurídico. Añade que “en mi casa me dicen: ¿para qué sigues gastando tiempo si ni te pagan? Es mucho viaje a Santiago, eventos, reuniones. Mi pega tiene flexibilidad horario y, de alguna forma, me las arreglo. Igual sé que existe una ley por la cual los funcionarios públicos que son dirigentes deportivos pueden salir de su trabajo para asistir a eventos, pero solo de carácter nacional. Bueno, no sé si ayuda tanto. Faltas una o dos veces más a tu pega y te echan igual”.
Lucas “en veremos” Las 57 federaciones deportivas del país al alero del Comité Olímpico nacional no contemplan remuneraciones para sus dirigentes. El fútbol, en tanto, busca una fórmula que no se dé codazos con el Código Civil para retribuir el “tiempo extra” gastado por sus directores. La comisión designada para buscar esa fórmula está integrada por Juan Tagle (U. Católica), Eduardo Heressi (Palestino), Anselmo Palma (Magallanes), Jorge Contador (Coquimbo) y Claudio Tessa (director ejecutivo de la Anfp).
Y en eso están. Mario Rodríguez concluye que “no es un tema fácil de concretar. Nadie sabe cuánto pueda tardar este tema, pero va por el lado legal. Tiene que quedar todo bien claro y que no se preste a interpretaciones”.
La directiva de la Anfp está compuesta actualmente por Arturo Salah (presidente), Andrés Fazio (vicepresidente), Gaspar Goycolea (segundo vicepresidente), Sebastián Moreno (secretario general), Aldo Corradossi (tesorero), Juan Carlos Silva (director) y Hugo Muñoz (director).