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Chile avanza a la final: La “Roja” dejó en cero a un Cristiano que rezó 120 minutos

Por: Paulo Inostroza 28 de Junio 2017
Fotografía: Rodrigo Saenz | Agencia UNO

Guiados por un extraordinario Aránguiz y con Bravo iluminado en los penales, el cuadro de Pizzi superó a Portugal en un partido que mereció ganar en los 90 y 120 minutos. Partido inolvidable.

Chile borró a Portugal, Cristiano Ronaldo y todo el armado defensivo del campeón de Europa para meterse en la final de la Copa Confederaciones. Claudio Bravo tapó todos los penales lusos e hizo justicia frente a un adversario que jugó al cero y se quedó en cero. Primero, Messi y ahora Ronaldo. Los mejores del mundo lloran cuando se enfrentan a la “Roja”.

Portugal jugó mejor apenas 15 minutos y prueba de ello fue el tapadón de Claudio Bravo, frenando un remate en área chica de Andrés Silva. El “9”, que molestó mucho en ataque y alegó más, quedó absolutamente solo tras centro rasante de Cristiano. Después de eso, Charles Aránguiz y Marcelo Díaz se apoderaron de la zona media y Chile tuvo la pelota casi el 60 por ciento del partido. Pablo Hernández fue buen apoyo clarificando en la salida y cubriendo espacios.

Pero costaba un mundo profundizar, porque a eso juega Portugal. Los lusos son un equipo poco vistoso, con tres volantes muy toscos con la pelota, pero de mucho despliegue para obstaculizar. Ese es su estilo: no dejar jugar y apostar a sus individualidades, ojalá de contra y con harto espacio.

Demoró mucho Eduardo Vargas en un mano a mano y terminó rematando al cuerpo de Rui Patricio, luego pudo abrir la cuenta Aránguiz pero su buen cabezazo -tras centro atrás de Mauricio Isla- salió apenas desviado. Y, en la segunda etapa, “Edu” intentó el gol del campeonato, pero su espectacular “tijera” encontró bien ubicado al portero portugués. El partido siempre fue parejo, Ronaldo a veces recibió libre y ganó siempre por arriba, pero no generó peligro y a Chile le penaba que Alexis Sánchez anduviera tanto rato desenchufado.

Se fueron al alargue y el del Arsenal se encendió rapidito. Encaró, abrió a Isla y conectó su centro con ajustado testazo, que por poco no fue gol. Chile quería ganarlo antes de los penales y Portugal rezó todo el alargue. Un tirazo de Vidal en el palo, luego otro increíble de Martín Rodríguez solo bajo el arco y un penal clarísimo sobre el “Gato” Silva que el árbitro no quiso cobrar. El campeón europeo y Ronaldo, borrados de la cancha los últimos treinta minutos. Chile mereció ganarlo, sin dudas.

Y vinieron los penales que tanto quería Portugal, pero que tanto sabe aprovechar Chile. Así, ha ganado dos Copas de América. Arturo Vidal fue el primero, con el recuerdo del que erró en la Bicentenario, pero ahora rematando seguro y con el portero hacia el otro lado. En la contra, Quaresma, con cara de abatido, y un final que se veía venir desde que comenzó su larga caminata: tenía que errarlo.

Luego fue el turno de Aránguiz, lo que siempre es gol seguro. Joao Moutinho tenía la obligación de descontar, pero Bravo nunca se entregó y tapó el derechazo a media altura. Alexis Sánchez fue el tercero y esta vez no estaba para picarla. Sentenció con fuerza y solo faltaba que fallara Nani, pero más que fallo fue otro acierto del portero chileno. Ganó el que tuvo más corazón y al monstruo Aránguiz, el más golpeado, al que no le cobraron lo que merecía y que nunca claudica. Chile, otra vez en la final.

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