Cataldo, “Pescadito” Parada y Peñailillo cuentan por qué sus carreras no fueron lo que un día todos pensaron que serían. Los duros escollos que impiden a un futbolista talentoso llegar a triunfar en Europa o la “Roja” grande.
El fútbol es una de esas carreras donde ser talentoso no te asegura el futuro. Unos, con mucho menos condiciones, pueden ganarse la vida durante dos décadas corriendo tras la pelota, mientras otros con pasta de cracks se retiran a los 27 en un club de la B donde rara vez cobran su sueldo al día. Las razones son muchas y cada caso es una vida distinta, un origen y un camino diferente.
Hoy los representantes son clave. “Cuando llegamos a la final con Barticciotto, yo era joven, titular y te metía 7 goles en un campeonato. Ahora, hay cabros que ni con la mitad de eso los llevan a Europa. A mí me costó”, rememora el “Pescado” Parada. Y en ese apartado, es imposible obviar a Mauricio Villanueva, quien se suicidó hace pocos días. El “Cerebro” fue figura de Ñublense 2006, subiendo a Primera, y al otro año sorpresivamente no tenía equipo. Nunca más jugó fútbol profesional y tenía apenas 28 años. Mala suerte, bajo perfil, representantes chantas.
También están quienes “se portaron mal”, como Sandro Navarrete y Mauricio Cataldo, dos emblemáticos en cuanto a talento desperdiciado. Dos tipos de gambeta asombrosa, pegada exquisita y temprana explosión en el medio local. Esos “10” distintos que terminaron emparentados con el alcohol, la droga y el descuido físico. La escasa disciplina que pasa la cuenta. Porque Alexis no está en Arsenal solo por su regate. Alexis está donde está por matarse trabajando para sumar a su talento un físico de alta competencia.
Imposible olvidar a Robert Méndez, el “Messi chileno” que remeció la prensa el 2007, como sparring de Bielsa. El formado en la UdeC nunca pudo despegar, pese a sus pasos por Iberia y Fernández Vial y a los 27 años ya lleva largo tiempo retirado. Gerardo Cortés, Carlos Rivera y Ronald Valladares fueron seleccionados chilenos en series menores y ninguno llegó a la adulta ni pudo afianzarse en Primera. El portero, incluso, tuvo que pasar por la cárcel varias veces. Tampoco puede quedar abajo Iván Campos, autor de 7 goles en el Sudamericano Sub 17 del ’95, quien no pudo explotar en Huachipato y gran parte de su carrera la hizo peleando el descenso con Lota.
Y así seguimos con la Sub 19 de D. Concepción campeón de Chile el 2000, donde destacaban Daniel Campos, Aland Rivera y Rodrigo Sanhueza. Por qué no, el Huachipato campeón Sub 17 del 2004, con nombres como Gustavo León, Manuel Faúndez, Luis Brito y Diego Cid. En el caso lila, muchachos que sufrieron un descenso de entrada y les costó hacer carrera a lo grande y, en el acero, víctimas de la práctica de esa época de mandar a los jóvenes a Tercera, generalmente sin retorno y tapados por fichajes que costaban caro y no todos rendían.
Hay para todo, pero estos seis íconos talentosos que pudieron ser más dan una idea de los distintos escollos que se cruzan en la senda del futbolista.
El “Pescado” no pudo nadar en un gran océano
Ricardo Parada fue mundialista Sub 20 el 2005 y subcampeón con la UdeC 2007. Tenía 22 años y pintaba para crack. ¿Qué pasó con el querido “Pescadito”? El propio delantero, hoy en Chiguayante y sin pega, cuenta que “todo lo que hice mal o no hice fue culpa mía. Tomé muy malas decisiones y siempre lo he reconocido. La peor fue dejar la UdeC, pero era joven y me arranqué. Llegué a la Segunda de México y todavía pertenecía a la UdeC, no jugué durante meses ni recibí lucas. Mi representante (Mauricio Valenzuela) me metió cosas en la cabeza. Me decía que estaba listo casi que en el Manchester y llegaba al último equipo que iba quedando. Así llegué a Osorno, que peleaba por no bajar y pasé por varios equipos. Intenté volver a Naval y estuve varios meses sin recibir sueldo. Me aburrí. Hoy veo jugadores que meten dos goles y ya están en Europa. Tuve mala suerte, pero hoy soy super feliz con mis tres hijos y mi señora. Con los que me aman”.
Cataldo la tiene clara: “pude llegar arriba, pero era muy desordenado”
“El 2003 hice el gol de rabona que eliminó a la U y pensé que iba para arriba. En ese equipo, estaba el ‘Mago’ Valdivia y yo era igual de talentoso. Compadre, era terrible de bueno”, cuenta Mauricio Cataldo, a sus 38 años, mientras vende perfumes en Santiago. El “Cata” salió de Audax y destacó en la Universidad de Concepción que dirigió Fernando Díaz. “Él fue uno de los que siempre me ayudó. Mi último año bueno fue en Ñublense porque el ‘profe Nano’ me llevó. Si igual hubo gente que me cuidó, pero yo era muy desordenado. Vengo de un ambiente donde había alcoholismo y cosas que me afectaron. No es fácil salir”, repasa el ex volante con autocrítica.
Lota fue otro de los que intentó resucitarlo, el 2007, en Primera. “Ellos se portaron bien, pero yo otra vez me porté mal. No cumplí y salí del plantel. Fue la época donde me había puesto un pellet”, recuerda. Entrenaba Merello. Cataldo dirigió el año pasado a la Sub 10 de Cobreloa, pero le pagaron con cheques que rebotaron. Vive en su amada La Florida y confiesa que “no le echo la culpa a nadie. Recién cuando me acerqué a Cristo, me enderecé, pero ya tenía más de treinta y no me quedaba mucho físico. Ojalá me hubiera pasado antes. Fíjate que no dejé muchos amigos, porque cuando uno anda mal se van todos. Todos, menos Dios”.
Pablo Peñailillo: cuatro selecciones chilenas y un paso por la “U” para hacer carrera en clubes de la B
El ex portero Pablo Peñailillo está orgulloso de su carrera, pero también asume que “después de codearme con tantos seleccionados y pasar a la Chile, pensé que podía dar más. Soñaba cosas grandes. Pude ir a Bélgica y a Católica, pero no se dio”.
Debutó en Vial con 17 años, estuvo en una Sub 20 con Pellegrini, dos Sub 23 y fue tercer arquero en la Copa América del ‘91. Era el recambio natural de “Pato” Toledo pensando a futuro. Salah lo llevó a la “U”, aunque solo jugó un partido y medio, cuando expulsaron a “Superman” Vargas. Entró por Puyol. “Después quedó la escoba con el doctor Orozco y tuve que volver a Vial, que jugó la liguilla para ascender. El ‘95 me cortó Pedro Lucio Olivera y fui a Wanderers, donde subimos. Fue campañón. Ahí tuve mi único retorno a Primera, pero me lesioné. Era el Wanderers de Borghi, Pizarro, ‘Choro’ Navia, la ‘Vieja’ Reinoso”, repasa. Después solo pasos por Segunda (la B de entonces) hasta volver a Vial y retirarse tras una grave lesión en la rodilla.
Peñailillo manifestó que “me llamaron muy joven a la selección y todo se me empezó a dar súper rápido. En la ‘U’ era difícil jugar porque Vargas era un monstruo y, en general, fue una época de tremendos arqueros. Era muy difícil porque en mi puesto es solo uno el elegido. Cuando estaba en la ‘U’ pensaba ‘de aquí no me muevo más’, pero no me compraron el pase. Me subieron mucho el precio. Tuve algunas lesiones, desgarros. No sé. Prefiero quedarme con lo lindo. Jugué con Marcelo Salas, fui campeón del ascenso, estuve en una Copa América… Nunca me voy a olvidar cuando don Arturo Salah fue a buscarme a Chiguayante. Estoy orgulloso de lo que hice”.
El tortuoso camino de Valladares pasando de un Mundial a las rejas
A los 18 años, Ronald Valladares era arquero titular y capitán de Fernández Vial, estuvo a punto de subir a Primera División y ya había viajado a un Mundial Sub 20, con Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Cristopher Toselli y Nery Veloso, entre otros. No jugó, pero se trajo medalla de bronce. “Todos pensaban que iba a ser como Pablo Peñailillo y que en cualquier momento terminaría en un equipo grande”, cuenta su ex compañero Leonel Mena. Pero tuvo problemas para jugar en Iquique y Deportes Concepción por problemas con su pase. Su padre Fernando protestó duro contra los dirigentes aurinegros. Su hijo estaba atado de manos.
“Tuvo que dejar el fútbol como a los 23 años. Imagínate. Ahí empezaron las malas juntas, tuvo problemas personales y el Ronald cambió. Cuando supe que andaba metido en asaltos, robos y esas cosas me costó creerlo porque yo era su amigo y Ronald era muy buen cabro. Bueno, ahí hubo gente que lo llevó por mal camino”, señaló el “Leo”. Valladares sufrió varias detenciones, desde su primer robo en domicilio no habitado de 2004 hasta su último hurto con intimidación. Ha tenido dos estadías largas en El Manzano (103 y 210 días) y ha hecho de todo –guiado siempre por su padre- para reinsertarse en la sociedad, con 29 años. El fútbol ya es historia es pasada.
“Sandro creía que solo siendo bueno para la pelota tenía todo”
Sandro Navarrete fue figura del Mundial Juvenil del ‘87 y Huachipato, desde donde partió a Unión Española y nunca más despegó. Hoy tiene 49 años y los últimos destellos de aquella zurda prodigiosa fueron en los clubes Alondra y Los Halcones, del amateur.
El zaguero Jorge Carrasco fue compañero suyo y cuenta que “cuando Sandro era joven, le hablábamos mucho porque sabíamos que era muy bueno, pero necesitaba ser ordenado. Le faltaba disciplina. Eso que llaman el ‘entrenamiento invisible’, durante las tardes libres, le pasó la cuenta. Yo le decía que se cuidara y que cuando se retirara podía tomarse una cerveza o hacer lo que quiera, pero no mientras jugara. La última vez que lo pillé estaba en Sodimac y le dije: viste, Sandro. No escuchaste y ahora es tarde. Él creía que solo siendo bueno para la pelota lo tenía todo, pero no basta. Yo jugué hasta los 39 años y fue porque me cuidé”.
El volante tuvo su última oportunidad en Deportes Talcahuano en 2001, pero dio positivo en un control de doping y después fue separado del plantel por indisciplina. “Piolín” Carrasco expresa que “te da pena porque tenía muchas condiciones. Ahora hubo un partido entre ex jugadores de Naval y Huachipato, todos preguntaban por Sandro y nadie sabe mucho de él. Cuando eres joven, a veces tomas muy malas decisiones”.
“Gerardo Cortés es como el ‘Mati’ Fernández: necesita que lo traten con cariño para rendir bien”
El “Cheo” Cortés era titularísimo en la Sub 20 de Vidal, Alexis y Medel. El 2004 ya había debutado, con 15 años, en D. Concepción y, después del campañón 2007 junto a Gazale, los compró Colo Colo. El ahora técnico Patricio Almendra, cuenta que “Gerardo es tan talentoso como Valdivia, pero nunca pudo explotar todo lo que da. En el Conce era extraordinario y, cuando Colo Colo lo mandó a Unión Española, Cortés y ‘Manolo’ Neira salvaron entre los dos a la Unión del descenso. Parecía que iba para arriba y no sé realmente qué le pasó. Para mí, Gerardo es como el ‘Mati’ Fernández, en el sentido de que necesita que lo traten con cariño para rendir bien”.
Pasó sin éxito por San Marcos, La Serena y tuvo un regreso al ‘Conce’, el 2012. El “Pato” narró que “también intenté recuperarlo en Santiago Morning. Lo pusimos a punto, porque el peso también ha sido siempre uno de sus karmas, por su contextura y su musculatura. A mí siempre me rindió. De hecho, me lo quería traer a Naval, pero acaba de firmar en Coquimbo. Tiene 29 años y yo todavía creo que puede hacer las cosas que hacía en esa Sub 20. El talento está”.
Cortés es sampedrino, quitadito de bulla, introvertido. Siempre acusó malos manejos de su pase por parte de dirigentes lilas de la época y también malas decisiones personales. Almendra redondea que “Gerardo formó esa generación dorada de Sulantay porque su talento estaba a ese mismo nivel. Vidangossy era otro talentoso de ese equipo que quizás no llegó tan arriba. Algo les faltó”. El “Cheo” sigue en un grupo de whatsapp con sus ex compañeros del 2007, gran parte de ellos hoy en Rusia.