La selección nacional cayó 3-2 ante Rumanía después de ir ganando 0-2 antes de los 20 minutos. La expulsión de Medel y una falla de Herrera en el tercer gol local marcan la derrota en Cluj.
Se sabe que la generación dorada es corta en cuanto a nombres. Se sabe que con todas sus piezas es de las mejores selecciones del mundo, pero que si falta una, se pierde mucho poder. Qué mejor ejemplo que lo ocurrido en Cluj, donde Chile tenía el partido controlado hasta que sufrió la expulsión imperdonable de Gary Medel. Y al final Rumania, el limitado rival de la Roja, se aprovechó de esa ventaja para vencer 3-2.
Todo partió perfecto. Con un equipo mitad titular, mitad reserva y el esquema de siempre (4-3-3), el conjunto de Pizzi se adueñó del juego. Con dinámina y, lo más importante, con goles. A los 8 minutos, el Equipo de Todos ya gana 1-0, gracias a un potente derechazo de Eduardo Vargas. Excelente señal a días del debut en la Copa Confederaciones, el único hombre de área de la Selección se reencontraba con la red. Ni siquiera lo celebró, quizás consciente de que se le exige mucho más por su condición de talismán de esta escuadra.
El tanto potenció la convicción nacional. Aránguiz, sin la claridad de sus mejores días, se veía más cómodo con Marcelo Díaz a su lado. Felipe Gutiérrez, el reemplazante de Arturo Vidal, marcaba presencia con pelotas largas. El experimento funcionaba bien y las cosas se pusieron más dulces por la anotación de Leonardo Valencia (18′), tras una asistencia de ensueño del mismo Vargas. Un golazo.
No se veía por dónde para los dueños de casa, que igual se encontraron con el descuento a los 31′, gracias a un tiro libre de Stancu. Herrera sólo le dedicó su mirada al remate del volante. Lo relevante, eso sí, fue la expulsión de Medel. Reaccionó con excesiva violencia ante Andone, quien le había ganado la posición. Desde el suelo le lanzó una patada artera, que le costó la roja.
A partir de ahí, el duelo se desniveló en favor de Rumanía. Sobre el final del primer tiempo y especialmente en la segunda mitad, donde el despilfarro de goles fue importante. La defensa se volvió un desastre, con marcas a distancia y una falta de intensidad preocupante. Llegó el empate de Stancio, con un disparo notable, pero con tiempo para acomodarse y elegir sin problemas dónde enviar la pelota.
Los europeos, incluso, tuvieron dos penales a su favor (no cobrados), previa al gol del triunfo anotado por Baluta, tras un grosero error de Herrera. Vidal, quien a esa altura estaba dentro de la cancha, no ocultada su enojo por el nivel de sus compañeros. Retos de un lado a otro, correr por todos. El volante tenía todos los argumentos para estar molestos. ¿Y Alexis Sánchez? Apagado.
Chile no se recuperó y salió derrotado de su última prueba antes de la Copa Confederaciones. Por amistoso que sea, es para preocuparse. Bravo ya parece que está fuera de esta carrera (al menos de cara al debut con Camerún) y si a eso se suman actos irresponsables como el de Medel, el cuento no pinta bien de cara a los partidos de verdad. Pizzi debe tomar medidas.