El colegio que dirige el profesor Raúl Umaña desde hace cinco años, se transformó en uno de los equipos más temibles de la región y no es casualidad.
El colegio que dirige el profesor Raúl Umaña desde hace cinco años, se transformó en uno de los equipos más temibles de la región y no es casualidad.
Los constantes buenos resultados nunca son casualidad. El handbol se ha transformado en una tradición dentro del colegio Pinares y la explicación va más allá del trabajo extraprogramático. Hay una idea de desarrollo físico que parte desde la educación básica, dentro de las horas de clases, y es lo que , a la larga, termina en palizas como las registradas el sábado. Este fin de semana, Pinares arrasó en el gimnasio del colegio Los Acacios.
Primero fue el turno de los Cadetes, bien temprano. La serie, que viene siendo una categoría Sub 16, superó claramente al representativo del Colegio Concepción San Pedro, por marcador de 48-9. Luego fue el turno de la Infantil, que también superó con holgura a Los Acacios por 37-14. Y como si fuera poco, la serie Cadetes volvió a entrar a la cancha para apabullar a Colegio Concepción Chiguayante, por 43-21.
¿Y cómo se explica esta diferencia tan amplia de marcadores? El técnico Raúl Umaña cuenta que "en Cadetes tenemos tres chicos que están a otro ritmo y marcan mucha diferencia. Te hablo de Lucas Salcedo, Agustín Díaz y Diego Umaña. Ellos entrenan por la selección chilena, estuvieron en el Sudamericano de 2015 y, además de mantener ese ritmo competitivo, se nota que se conocen mucho. Ellos entrenan 5 veces a la semana y el fin de semana en Santiago. Esa es su forma de entrenar y por eso son tan desequilibrantes en este nivel".
Desde las bases
En Infantil están los menores de 14 años y Pinares ya tiene varios chicos que pintan para figuras. "Hay 3 muchachos que el 2015 también fueron al Sudamericano, siendo categoría minis y han crecido mucho. Hoy son pilares de este equipo, que es un grupo que lleva trabajando 3 años juntos. Imagínate que el colegio también tiene una serie pre mini, para niños de tercero y cuarto básico y ahí hay como 15 chicos que ya llegarán con mucho aprendizaje cuando vayan subiendo de serie", advirtió Umaña.
Pero hay una explicación aun más de base. El técnico cuenta que "el colegio tiene 6 horas de Educación Física en la básica y eso es algo casi inédito. Ahí preparan muy bien a los chicos para que después tengan los conceptos si quieren dedicarse a un deporte en particular. A nivel escolar hay una orientación extraprogramática y si alguien quiere dedicarse en serio debe buscar un club y seguir entrenando y perfeccionándose. Eso les digo a los papás de los chicos: es igual que si quieren que sus hijos vayan a la U y por eso los ponen en un Preuniversitario. Acá, deben buscarles un club".