Con un segundo tiempo jugado a gran nivel, Huachipato logró imponerse de local a la Universidad Católica por 2-1, dejando a los cruzados casi sin opciones del título. Los siderúrgicos se quedaron de paso con el Trofeo Glorias Navales.
Con un segundo tiempo jugado a gran nivel, Huachipato logró imponerse de local a la Universidad Católica por 2-1, dejando a los cruzados casi sin opciones del título. Los siderúrgicos se quedaron de paso con el Trofeo Glorias Navales.
Un encendido duelo protagonizaron los elencos de Huachipato y Universidad Católica, en el cierre de la decimotercera fecha de la Primera División.
Los capitalinos llegaron al Estadio CAP con la necesidad de sumar tres puntos para mantener sus chances de campeonar en el Clausura, mientras los acereros querían a toda costa sacudirse de la inesperada caída ante el colista Cobresal en la fecha anterior.
Esos fueron ingredientes suficientes para que el fútbol, los goles y por momentos la pierna fuerte se hicieran presente en la tarde porteña. Prueba de ello fue la apertura de la cuenta que llegó a los 6’, cuando una jugada que nació en campo propio le quedó a Carlos Espinosa, quien se vio con espacio y desde unos 30 metros anotó el 1-0 con la complicidad del meta Lampe.
El boliviano logró redimirse 12 minutos después al tapar un mano a mano a Fuenzalida en los mejores momentos universitarios que se adueñó del mediocampo. Sólo un remate de Sagal llevó algo de peligro al arco de Franco Constanzo que sería protagonista en la segunda etapa.
Sin embargo y cuando nadie lo esperaba, un balón perdido en la salida de la zaga cruzada permitió al paraguayo Carlos González colocar un 1-1 injusto según lo visto en la cancha.
Huachipato 2.0
El complemento fue otra historia. Huachipato salió decidido a marcar diferencias ante su gente, lo que estuvo cerca de concretar Carlos González, dos veces de cabeza y otra vez a ras de piso, pero que Constanzo se encargó de amagar.
Pero como el que pestañea pierde, a los 79’ el propio meta argentino hizo un mal saque que fue interceptado por Kevin Hidalgo, que sacó un remate furibundo de distancia que se coló en el ángulo del arco visitante decretando el definitivo 2-1 que dejó a su equipo con 18 puntos y, a los cruzados, octavos con 19 unidades.