El experimentado ex piloto argentino analizó la actualidad del rally nacional a diez años de su paso por las competencias nacionales. En el reflote del equipo Point Cola el trasandino señaló las ventajas de la disciplina en Chile con miras al WRC.
El experimentado ex piloto argentino analizó la actualidad del rally nacional a diez años de su paso por las competencias nacionales. En el reflote del equipo Point Cola el trasandino señaló las ventajas de la disciplina en Chile con miras al WRC.
Daniel Kuschel Díaz
daniel.kuschel@diarioconcepcion.cl
Walter Suriani es uno de los principales impulsores de la evolución del rally en Chile. El argentino fue mentor de varios pilotos, como el multicampeón penquista Jorge Martínez, cuando10 años atrás integró el poderoso equipo Point Cola que hoy reflota con su hijo Martín y también con el piloto local Martín Scuncio.
"Corría en Argentina y había parado un año cuando estaba comenzando el Rally Mobil acá. La Point Cola había hecho un año con ´Pirulo´ (Osvaldo) Pirles, pero él fue contratado por Hyundai así que me fueron a buscar a mí", señala al momento de recordar su arribo.
¿Por ello el nexo de volver a Chile con Point Cola otra vez?
Después nos hicimos amigos, con los años, a nivel familiar. Ahora arrancaba corriendo mi hijo Martín y estuve viendo las chances que mejor le vinieran a él para poder hacerlo, sea en Argentina o Chile. Pensando en los autos, nos interesó una categoría linda como la R2.
¿Cómo nació el proyecto?
Llamé a Alberto (Scuncio, padre de Martín y dueño de la embotelladora Llacolén, fabricante de Point Cola) y le dije que quería correr con mi hijo en Chile para que me ayudara. Alquilamos un auto el año pasado, para probar y ahora compré uno nuevo. En eso se entusiasmó también Martín Scuncio y a fines de enero, empezamos a armar esto para volver con el equipo.
¿Es cierto que le dijiste al papá de Jorge Martínez que lo subiera directo al N4 en sus inicios?
Él me preguntó cuando Jorgito tenía 26 años, que le aconsejara porque él venía de correr una categoría de Fiat 600 en pista. Le dije que fuera directamente a la categoría mayor para acortar los plazos. Por supuesto que al principio se sufre un poco, pero los resultados hablan por sí solos.
Fue una decisión arriesgada
Y sí, pero hay que tomarla, porque si no la carrera se hace muy larga. Con Martín (su hijo) podría empezar con la N3, pero prefiero ahora que encaren la R2 por lo mismo. No quisimos ir a la R3 directo, porque acá están muy profesionales y no era aconsejable ponerlo ahí.
¿Cómo se ven las capacidades de un piloto?
El piloto que es bueno, es bueno arriba de un N2 o un R3. Es cosa de agarrarle la mano y nada más. Por algo tenemos pibes (jóvenes) de 20 o 21 que corren Fórmula 1, o de 22 o 23 que corren el rally mundial. No es una cuestión de edad, sino de ir ganándole al tiempo.
En Chile siempre se han criticado las políticas deportivas ¿Si un piloto como Jorge Martínez hubiese nacido en Argentina habría llegado más lejos?
No lo creo. En Argentina hay pilotos iguales a Jorge Martínez y mejores que él. Lo digo así de tajante, porque cuando tenía la edad de Jorge me pasó que me creía que era muy bueno, porque ganaba en Argentina, y venía el rally mundial y tenía la opción de ganar una fecha. Pero un día se lo pregunté a (Jorge) Recalde (N. de la R: histórico piloto argentino de rally) si hubiese sido europeo sería campeón del mundo. Y me dice que no, porque allá pilotos como tú hay miles.
¿Cómo has visto la evolución del rally en Chile?
Los autos cambiaron mucho. Fue muy acertado el hecho de que se manejaran siempre con el reglamento y las categorías FIA (Federación Internacional de Automovilismo), a diferencia de Argentina, que hizo categorías no FIA, algo en lo que estoy en total desacuerdo. Las pruebas lo demuestran porque hoy tienes autos acá de la última tecnología, que puedes correr en cualquier parte del mundo. Cuando yo empecé al Renault 18 le hacían las suspensiones en Neuquén y se rompían todas al tercer golpe.
Aguantan más los autos ahora
En estos los chicos vienen a fondo, vuelan, chocan y no les pasa nada. Son tanques de guerra. Y en eso siento que el campeonato acertó mucho, más teniendo acá la posibilidad de traerlos a la mitad del precio que en Argentina, por los impuestos aduaneros.
¿Ha disminuido la brecha deportiva entre el rally chileno y argentino en estos 10 años?
Sí, por supuesto, y hoy lo demuestra la llegada de Alejandro Cancio, un piloto de primera línea en Argentina que viene acá y, más allá de que tiene que tomarle la mano al auto, le vienen sacando un segundo por kilómetro.
¿Era muy diferente cuando tú corrías?
Cuando vine acá le ganaba los primes por más de un minuto de diferencia a todos, y a veces dos, alcanzando al de adelante muchas veces. No existía la técnica para manejar un auto de rally, ni integral ni tracción simple. Venían por el medio de la calle, en vez de venir por las cuerdas, derrapando, ganando tiempo.
¿Cuánto aportaron los que vinieron desde fuera, como Gabriel Pozo, Ramón Ferreyros o tu caso?
Vino (Federico) Villagra, y (Claudio) Menzi, además. Para mí fue un error que el RallyMobil cortara la opción de que pudiesen venir pilotos de afuera. Siento que hubiese crecido mucho más aun de lo que lo hizo si hubiesen dejado que siguieran viniendo extranjeros, porque te obligaba a seguir exigiéndote. Jorgito (Martínez) sería mucho mejor, y habrían aprendido más también los navegantes, los mecánicos, todos.
¿Qué hacer para que sigan saliendo talentos en Chile como el de Jorge Martínez?
Seguir como está ahora, que venga cualquiera, campeonato abierto. Que vengan argentinos, peruanos, finlandeses o quien sea, porque eso te va a exigir. En Argentina tenemos la suerte de tener una fecha del mundial, que me permitió correr y ganarle a (Harry) Rovanpera, piloto de nivel mundial, y te sirve para saber dónde estás parado.
¿Ves preparada a la zona de Concepción como para traer una fecha del mundial?
Sí, de todas maneras. Porque tienen los caminos mejor que en Córdoba, los hoteles, el puerto, tienen todo. Sólo me genera alguna incertidumbre de qué manera van a manejar a la gente, porque en los primes veo que acá no andan tantas personas, y para un mundial entran 150 mil personas dentro de un tramo, además que acá en Chile la policía es muy exigente y en Argentina no tanto.
¿Es un tema de generar la cultura para observarlo?
Sí, aunque es difícil, porque el rally mundial en Argentina tiene 50 años, entonces, cómo haces para enseñarlo en un año. Es la única duda que tengo. En el mundial van a llegar quienes quieran entrar a los tramos una hora y media antes y no van a poder.
¿Cuál es el objetivo hoy de Point Cola Racing?
Es un equipo familiar que armamos para apoyar a nuestros hijos y ahí iremos viendo a donde llegamos año a año. Nosotros somos fierreros de toda la vida, las dos familias y nos gusta muchísimo, por lo que donde terminaremos no tengo idea. Capaz que terminemos en el mundial, porque a mí me gustaría correrlo con ellos como pilotos y yo de asistencia.
¿De jefe de equipo?
Sí. Yo ya soy jefe de equipo, en este momento no manejo ni la camioneta …jaja.