Huachipato y Antofagasta protagonizaron un atractivo empate sin goles. Frustración acerera en una jornada donde sólo faltó el gol. "Perdimos dos puntos", dijo Ponce.
Huachipato y Antofagasta protagonizaron un atractivo empate sin goles. Frustración acerera en una jornada donde sólo faltó el gol. "Perdimos dos puntos", dijo Ponce.
Carlos Campos
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El fútbol da y quita. Así como la victoria 3-2 de la semana pasada no fue justa para Huachipato, ayer el acero jugó mucho mejor, pero no pudo quedarse con el triunfo.
En 10 minutos los dirigidos por Miguel Ponce ya habían tenido tres opciones para abrir el marcador. Un cabezazo de Merlo al 3 que casi se cuela en el segundo palo, un tiro de Valenzuela al 5 que dio en el vertical derecho del arco y otro disparo de Sagal al 8 que se estrelló en el poste, ya habían sido más de lo que Huachipato mostró ante San Luis el domingo pasado.
Una defensa inédita, con Kevin Hidalgo como lateral derecho en reemplazo de José Bizama, no pasó tanto peligro. Los laterales habían sido un punto bajo del acero, pero en la jornada de ayer tuvieron una jornada un poco más tranquila. Sáez fue superado en faceta defensiva, aunque ahora eso no le costó goles a Huachipato. Hidalgo, en tanto, casi no se proyectó en ofensiva y atrás cumplió. Así, Huachipato siguió teniendo varias opciones para anotar, ante un rival que de la mano de Manuel García adormeció el juego y se fue lentamente conformando con el empate. El travesaño impidió, al 29, el gol de Angelo Sagal que, junto a Yeferson Soteldo, fueron de lo más activo del local.
La visita se acercó con peligro al 32, cuando el símbolo del acero y hoy volante de Antofagasta, Gabriel Sandoval, conectó un centro de Bryan Carvallo. Lampe, en doble instancia, reaccionó bien. Siete minutos después, una lucida maniobra de Angelo Araos, quien hizo la diagonal y arrastró marcas, terminó con un potente disparo del juvenil que rozó el travesaño.
A ratos se repitió en el primer tiempo la poca sorpresa de Huachipato en ataque, pese a que tuvo ocasiones de gol. Antofagasta se replegó con cuatro defensores y dos volantes de contención, neutralizando transiciones ofensivas y cerrando espacios. Así, al acero se le hizo difícil ser más profundo.
Repitió fórmula
El trámite del partido en la etapa final fue similar al segundo tiempo ante San Luis. Huachipato no paró de atacar ni buscar el gol, mientras su rival apostaba al contragolpe. De esa forma, Ponce decidió por los ingresos de Dávila y González, que buenos dividendos le dieron ante el cuadro canario la fecha anterior.
Soteldo jugó el mejor partido desde su llegada a Huachipato, aunque a ratos su gran facilidad para enganchar, amagar, apilar rivales y pasarlos, le jugó una mala pasada al momento de terminar la jugada. Cuando lo logre, el venezolano se lucirá aún más.
La farra acerera continuó. Merlo se transformó, a ratos, casi en un atacante más, mientras Hidalgo quedaba de líbero. Increíblemente Sáez, al 63 y en posición inmejorable de gol en el área, quiso rematar, pero pisó la pelota dos veces y tropezó. Al 74 Sagal centró para el paraguayo González, quien definió con un "cachetazo" el balón, pero encontró buena respuesta del meta García. Cuatro minutos después, Soteldo dejó en el suelo a Agote tras una serie de amagues, pero su remate llegó a las manos del arquero antofagastino, quien se lució al 82 cuando achicó impecablemente a Valenzuela.
Sin ser una tromba ofensiva, el acero mereció mejor suerte y algo más que un punto, pero el fútbol ayer no fue justo con el acero.