Tapó todos los errores con garra y salió de perdedor

Huachipato dio vuelta, en cuatro minutos, un partido donde no le había salido nada. Carlos González marcó dos y Robles, con un golazo en la agonía, desató los festejos en Talcahuano. Triunfazo vital.

 

Sonaría injusto escribir que la victoria de Huachipato fue merecida, porque estuvo lejos de serlo. El partido fue opaco y, pese a que el acero proponía, San Luis le complicó la vida hasta el final. Alguna vez le tenía que tocar a los dirigidos por Miguel Ponce, eso sí, que sobre el final se quedaron con un 3-2 clave, tomando en cuenta la dura pelea por no descender en la tabla acumulada.

Sin ideas

Clave era arrancar bien, pero dio la impresión que la defensa de Huachipato, sobre todo sus laterales, no lo sabían. Rápidamente al 3’ la visita se puso en ventaja. Sagredo entró sin marca por la banda derecha del acero y marcó el 1-0. Débil resistencia de José Bizama. Complicado panorama para el cuadro de Miguel Ponce, que dio señales de recuperación al 11’, cuando González conectó mediante golpe de cabeza, en el vértice del área chica, un centro enviado por Valenzuela. Acereros y canarios fueron imprecisos en ataque, aunque la visita aprovechó las licencias de una defensa de Huachipato. Al 21’ Bizama fue otra vez superado por su sector y Saavedra sacó un centro impecable para Escobar, quien anticipó a todos y anotó el 2-1. Sin éxito, los laterales profundizaron buscando mayores opciones de ataque, pero no aportaron y sólo provocaron mayor desequilibrio defensivo. Las bandas eran un "pasillo", la visita hacía lo que quería y se fue ganando al descanso. El ataque, al igual que ante O’Higgins, careció de sorpresa, aunque por lo menos rompió la racha de tres partidos sin marcar. 

Sufriendo

San Luis mantuvo fiel su libreto y, sin brillar, lo hizo mejor que Huachipato. El local se desesperó y no encontró soluciones, pese a los ingresos de Dávila y González. El primero fue uno más entre el enredo que se armó y el segundo trató de generarse espacios, pero le costó. El canario pudo liquidarlo al 75’. Leal habilitó a Martínez, que le ganó a Bizama y apareció sin marca en el área, pero elevó su tiro. San Luis terminaría pagándolo caro. 

Dávila y González justificaron sus minutos en cancha recién al 87’. Dávila combinó con Ricardo, que habilitó al otro González quien venció a Cano y puso 2-2. Últimos segundos y ajustado remate desde fuera del área de Andrés Robles desató la euforia en Talcahuano. "Ganamos con garra, porque San Luis nos hizo la vida imposible y no nos dejó generar mucho fútbol", comentó el héroe acerero.