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"Esos viejos cuya palabra mantiene viva la historia", por Paulo Inostroza

Los ex jugadores de Naval se juntaron para celebrar 57 años como Club Deportivo y Social. Una instancia hermosa para reunir a estrellas de una época hermosa. Algo que muchos clubes de la zona podrían imitar, que los viejos necesitan.

Por: Diario Concepción 03 de Abril 2017
Fotografía: imagenPrincipal-5222.jpg

Los ex jugadores de Naval se juntaron para celebrar 57 años como Club Deportivo y Social. Una instancia hermosa para reunir a estrellas de una época hermosa. Algo que muchos clubes de la zona podrían imitar, que los viejos necesitan.

El “Gringo” Nourdin estuvo en Helsinki, con “Chancharrita” Leal y otros que ya no están acá. Con algo de melena blanca y risa de quinceañero, lo veo ahora en la mesa del fondo. Frente a él, “Mezclilla” Vásquez, otro de la Sub 90 de Naval.Comiendo una carne que se deshace sola y un consomé, recordando ese partido que pocos vivos recuerdan. Más allá, Urzúa caminando lento, pero con el arco entre ceja y ceja. A su lado, Óscar Cifuentes agazapado en su silla, listo para embolsarla y que no se le arranque.

Si usted es muy joven, seguramente no sabe de qué diablos estoy hablando. Buscará esos apellidos en google y lo más probable es que no encuentre nada, como si no existieran. Porque con las leyendas pasa eso, tienen mucho de cuento más allá de la verdad. De pronto, suena el himno. “Dicen que lo eligieron el más lindo de todos”, apunta uno de los presentes. Ahí también hay mucho de mito. Y los viejos cantan desde adentro. Porque algunos hablan cada vez más bajito y les gusta la calma, pero cuando hay que cantar tres veces Naval hay que hacerlo desde adentro. La sala retumba. 

Empieza la premiación a los que todavía se atreven a vestir de corto y desafiar el consejo de los médicos. A esos que van a El Morro y se cambian lentito en ese camarín donde antes se ponían vendas nerviosos.

Porque se llenaba y los fanáticos eran exigentes. Ocho veces campeón del Regional, amigo. No se puede ni empatar en casa. Hay reconocimiento a los mejores en brisca y otros juegos de cartas, para los que ya están llenos de bypass. Los aplausos son los mismos. Las tallas en la mesa no cesan y Apablaza ya ha brindado varias veces. Son unas cuantas horitas donde parecen estar de nuevo en la concentración antes de enfrentar al Vial o de sacarle la cresta a Coquimbo Crav.

Hablan de tal y cual partido y parece que estuvieran de nuevo ahí adentro, con el piso verde y la gente cantando. Hay abrazos, hablan de sus nietos, preguntan si los hijos salieron buenos para la pelota. Sonríen, mucho.

El viernes, los ex jugadores de Naval cumplieron 57 años de vida como club deportivo y social. En otra celebraciones invitaron a rivales como el “Loco” San Martín, con los que mantienen respeto y cariño.

Porque de ese Regional que hemos escuchado tanto y sabemos tan poco quedan recortes antiguos, copas en la vitrina y lo que puedan contarnos estos caballeros. Por eso hay que escucharlos, cuidarlos y reconocerlos. Por eso, me siento orgulloso de que Sergio Inostroza los llame uno por uno, porque no sabe usar whatsapp. Los reúna y disfruten como niños. Por eso, en la noche le dije “pucha que salió bonito. Duerme tranquilo, papá”.

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