El tablero perteneciente al Club de Ajedrez Concepción se quedó con la corona en la reciente final de Chile, disputada en la capital. Pese a que jugó gracias a una invitación, se impuso a los grandes favoritos y conquistó su tercer título personal.
El tablero perteneciente al Club de Ajedrez Concepción se quedó con la corona en la reciente final de Chile, disputada en la capital. Pese a que jugó gracias a una invitación, se impuso a los grandes favoritos y conquistó su tercer título personal.
Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl
Jugó el torneo casi por casualidad. Alejado de la alta competencia y radicado en Santiago hace varios meses debido a temas laborales, Luis Valenzuela Fuentealba (38) no esperaba jugar la final del Campeonato de Ajedrez de Chile, evento reservado para los 12 mejores tableros del país.
Sin embargo, y pese a que se necesita pasar por clasificaciones previas -con excepción del campeón vigente, en este caso Matías Pérez-, siempre la federación se guarda el derecho de un invitado especial para alguien que, por mérito y capacidad, merece disputar el cetro.
Y en ese aspecto, Valenzuela calificaba sin problemas: múltiple monarca del Club de Ajedrez Concepción, institución bajo cuya "bandera", ganó dos títulos nacionales absolutos; varios campeonatos de Chile de categorías infantiles y juveniles, y participó en los mundiales juveniles de Alemania, Hungría y Brasil, entre muchos otros logros. Eso, sin contar su calidad de Maestro Internacional.
Fue así que por ELO (2.443), fue inscrito como tercer sembrado en el torneo, sólo detrás de Cristóbal Henríquez (ELO 2.538), máximo favorito, además del también penquista, Pablo Salinas (ELO 2.464).
Posición que honró y de la que sacó provecho al máximo, convirtiéndose en el nuevo campeón chileno de ajedrez versión 2016/2017, evento disputado en la Sede Central de Correos de Chile, en la capital.
Tercer máximo título del ajedrez nacional para el ex alumno del Colegio Salesiano y la Universidad de Concepción (donde se tituló de ingeniero civil industrial), tras los conseguidos en 1997 y 2001.
Campaña brillante
Lo hecho por Luis Valenzuela en el certamen rozó la perfección, sumando nueve puntos de 11 probables, y campeonando en calidad de invicto. Una actuación que tuvo su punto más alto con su triunfo sobre el jugador del momento, Cristóbal Henríquez, el mismo que en diciembre pasado se ubicó 25° en el Mundial de Ajedrez Rápido de Doha.
A juicio del árbitro regional y director del Club Rey Neptuno de Talcahuano, Daniel González, un desempeño que es todo un mérito, aun cuando está dentro del nivel de Valenzuela.
"En el ajedrez nacional, es difícil compatibilizar el profesionalismo con el trabajo, y esa doble tarea pocos lo han logrado. Por eso es que estaba en duda cuál sería su rendimiento real en el evento, pero Luis sacó a relucir su chapa de maestro internacional. Además que venía precedido de buenas actuaciones en distintos torneos del Club Chile de Santiago", explicó.
Humildad de grande
Lejos de vanagloriarse, lo de Luis Valenzuela fue pura gratitud tras el importante logro obtenido. "Quiero agradecer, en primer lugar, a Dios por darme fortaleza; a mi esposa, Andrea Contreras Rivas, por su amor incondicional; a mis niños, Fernanda y Felipe, por la paciencia; a mis padres, Luis Valenzuela Cid y Yolanda Fuentealba, por su conducción a este deporte, y a mis suegros, Benito Contreras y Delicia Rivas, por siempre estar ahí apoyándonos", partió señalando en su cuenta de Facebook, lugar donde tampoco se olvidó de sus camaradas del Club de Ajedrez Concepción.
"Y también, a todos mis amigos que han estado muy presentes, pero en especial a Enrique Farfán Ortiz y Christian Michel Yunis, que esta semana han participado conmigo en eternas discusiones ajedrecísticas", cerró.
En diálogo con Diario Concepción, desde la capital Valenzuela habló de este logro. "Estoy muy contento, porque significa quedar en la historia del ajedrez chileno. Y también es un orgullo familiar, porque hacía 10 o 15 años que no participaba en un evento de esta categoría", detalló.
El ajedrecista, quien en Santiago juega por el Club Mentes Brillantes, reconoció que no esperaba llegar tan lejos. "Cuando recibí la invitación, tenía la meta de quedar entre los tres primeros, pero no pensé ganar. A medida que fue pasando el torneo fui tomando confianza. Fue un torneo competitivo, así es que siento felicidad por haberlo ganado", sentenció.