Los auricielos mostraron carácter para dejar atrás una difícil semana, cortando la racha ganadora de los nortinos y logrando una igualdad que fue valorada en el equipo.
Los auricielos mostraron carácter para dejar atrás una difícil semana, cortando la racha ganadora de los nortinos y logrando una igualdad que fue valorada en el equipo.
Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl
Sólo al final se sabrá si fue un punto ganado o no, por más que para a un "poético" Francisco Bozán, hayan sido "dos perdidos". Lo que sí es cierto, es que tras el duro traspié sufrido en Antofagasta, pocos apostaban a que la Universidad de Concepción pudiese salir indemne ante Deportes Iquique, en el arranque de la cuarta fecha del Clausura de Primera División.
Los "Dragones Celestes" llegaban al Ester Roa Rebolledo con campaña perfecta y como exclusivos líderes del certamen, además de traer entre sus filas al máximo artillero del Clausura -junto a Esteban Paredes-, Álvaro Ramos.
Por contraparte, los auricielos lo hacían con la urgencia de sumar unidades debido a su riesgosa ubicación en la tabla acumulada, donde se presentaban en la antepenúltima posición. A ello sumaban una tensa semana, que incluyó una conversación de la dirigencia con el entrenador, para exigirle elevar el nivel de juego y solicitar la pronta puesta a punto de Jorge Luna, refuerzo que llegó con cartel de figura, pero que ha visto poca acción (apenas 87 minutos en el torneo), debido a su mala condición física.
Finalmente, el compromiso se cerró con una igualdad 1-1 que dejó conformes a las 1.654 personas que llegaron hasta el reducto municipal, y quienes reconocieron, por sobre todo, la capacidad de los universitarios para pararse de igual a igual ante uno de los cuadros más en forma del torneo.
Buen comienzo, buen final
El inicio del duelo no pudo ser mejor para el Campanil, que recién al minuto de juego celebró la apertura de la cuenta por intermedio de Jorge Troncoso. El defensa aprovechó un rebote en el área penal tras un descuelgue de Michael Lepe por la derecha, y colocó el sorpresivo 1-0 para la algarabía de su hinchada.
Los iquiqueños, sin embargo, estuvieron lejos de verse golpeados y con una paciencia que evidenció la confianza en su juego, no tardaron en rearmar sus filas. A los 15 tuvieron su primera aproximación al arco de Cristián Muñoz, cuando Misael Cubillos falló en el finiquito tras una buena jugada colectiva.
Un aviso, porque apenas dos minutos después, el movedizo Álvaro Ramos habilitó de manera perfecta a Gonzalo Bustamante, quien dejó solo a Cubillos para que éste colocara la igualdad.
A partir del tanto, la visita mostró parte de su reconocido repertorio ofensivo que lo tiene encumbrado en la tabla, culminando el primer tiempo con al menos cuatro buenas opciones de aumentar en el marcador.
Una tónica que se mantuvo en la primera parte del complemento, lapso en que Dávila, Ramos y Lopes bien pudieron marcar diferencias gracias a las habilitaciones del correcto Rafael Caroca.
La UdeC, por su parte, apostaba principalmente a la velocidad de Jean Meneses, factor de desequilibrio constante, aunque demasiado solitario en la ofensiva donde su mayor socio fue Lepe.
Entrada la etapa, el juego se volvió cortado debido a reiteradas faltas de ambas escuadras, lo que llevó al partido a su más bajo nivel. Situación de la que se benefició la UdeC, que se vio mejor en los últimos minutos de partido, manteniendo el balón y originando que el multifuncional Michael Lepe terminara como el mejor en ataque.
Balance a favor
Tras el pitazo final, el técnico del Campanil, Francisco Bozán, destacó el carácter mostrado por sus dirigidos ante el duro desafío que significó Iquique. "Me parece que se dieron bastantes comportamientos planteados en el trabajo de la semana. Tuvimos un par de ocasiones donde pudimos ser más profundos y tras el gol fuimos perdiendo la posesión, aunque al final logramos recuperar el protagonismo que estamos tratando de modelar. Me quedo con lo que muestra el equipo en momentos cruciales, su entereza y cohesión", expresó.
Pese a lo anterior, el joven estratega reconoció que el objetivo principal era quedarse con el triunfo. "En nuestros corazones, son dos puntos perdidos. Es un punto que sirve, pero pudimos ser mas precisos; nosotros planificamos para cerrar los partidos y no empatar. Queremos ser un equipo impenetrable, clausurar los espacios y presionar, lo que nos cuesta todavía es recuperar el balón", aseveró.
Uno de los más felices en la tienda penquista fue Jorge Troncoso, quien fue titular debido a la lesión sufrida por Renato Tarifeño en el calentamiento, y respondió anotando el gol de su equipo. "Contento porque pude entrar desde el inicio y más encima me tocó hacer el gol que nos vale el punto. En nuestra posición hay que sumar todo lo posible y no perder de local. Así que nos vamos satisfechos", concluyó.