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Ester Roa y su cancha: ¿quién es el responsable?

El deterioro del campo de juego del principal recinto deportivo del sur del país se hizo evidente en el pasado duelo entre la UdeC y Wanderers. En Giardino, la ex empresa a cargo, entregan documentos que respaldan su trabajo, mientras en la administración indican que una evaluación técnica motivó su salida.

Por: Diario Concepción 20 de Febrero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-6254.jpg

El deterioro del campo de juego del principal recinto deportivo del sur del país se hizo evidente en el pasado duelo entre la UdeC y Wanderers. En Giardino, la ex empresa a cargo, entregan documentos que respaldan su trabajo, mientras en la administración indican que una evaluación técnica motivó su salida.

 

La cancha del Ester Roa ha sido, desde la remodelación del recinto, un dolor de cabeza para quienes la administran y mantienen. El alto estándar que esperan sostener en ella, hace que los cuidados deban estar justamente a la altura de esta meta, para que los eventos que recibe el principal estadio del sur del país se lleven a cabo sin mayores inconvenientes ni cuestionamientos.

===== D texto general ===== Por ello, imágenes surgidas a inicios de año sobre la presencia de hongos en el césped del recinto, junto al proceso de cambio de la empresa Giardino, encargada de la mantención del campo de juego y del aseo del estadio, desencadenaron una polémica que quedó más en evidencia en el pasado duelo de la Universidad de Concepción y Santiago Wanderers, en el que la presencia de parches mostró la peor cara del pasto en su historia reciente.

La disputa ha tomado tintes personales entre los representantes de la empresa, Francisco Boero y Bárbara Sandoval, y el administrador del estadio, Luis Campos, declaraciones cruzadas que han afectado cuestionando incluso al nuevo encargado de la mantención, Haldo Prosser.

Pero en lo estrictamente apegado a los hechos, en Giardino argumentan con fotos y documentos que ellos tuvieron la cancha en buenas condiciones hasta diciembre de 2016, específicamente hasta el evento de Navidad con el espectáculo de 31 Minutos, donde no se habrían tomado las medidas necesarias para la conservación de la cancha, permitiéndose el uso de tablas de cholguán sobre ella, carros con ruedas y cajas de gran peso apiladas encima.

"En el año y medio que estuvimos a cargo, tuvimos dos eventos grandes que fueron Ricky Martin y Maná, y en ellos Luis Campos procuró que se exigiera la carpeta que corresponde para que el pasto se ventilara y no se pudriera. Pero en esta ocasión se permitió todo, cholguán para el escenario y carros con ruedas grandes que hundieron la cancha", explica Sandoval al compartir las fotos del momento. "Sumando dos más dos, creemos que querían que entregáramos la cancha mala para justificar el trato directo", agrega.

Pese a esto, tuvieron una semana más para entregar la cancha antes del 31 de diciembre de 2016, día en que finalizó su contrato de licitación. Ahí, mediante mensajes y fotos de whatssap, Bárbara Sandoval le hace entrega de la concesión a Luis Campos, quien no se presentó a la cita, y le indica que la cancha está recuperada en un 80%.

 

Evaluación técnica

 

No lo reconocen abiertamente en ninguno de sus estamentos, pero en la Municipalidad de Concepción no estarían conformes con la forma en que Luis Campos manejó esta situación.

Como en toda gestión de crisis, decidieron designar un vocero para este conflicto que explique el proceso y se escogió a Eric Tillería, jefe de Operaciones del Ester Roa Rebolledo.

Para explicar la situación de mejor forma, Tillería invita a recorrer el estado actual del césped, en el cual se encuentra trabajando el nuevo encargado, Haldo Prosser. "Actualmente la cancha tiene un 10% de superficie en el que se está trabajando, y en un mes y medio más debería ya dejar de notarse los parches y tomar el color del resto del pasto", explica sobre el proceso de reparaciones que se lleva a cabo actualmente.

Tillería muestra varias zonas de trabajo y reconoce el mal manejo en un inicio del evento de Navidad. Eso sí, recuerda que apenas se evidenciaron estas anomalías fueron corregidas, se retiraron las planchas de cholguán y también se evitó el paso de carros.

"Más allá de cualquier tema de ese tipo, si miras el lugar donde estaba el escenario no tiene daños. El principal parche está donde hubo gente sentada, y hay zonas que no fueron utilizadas en ese concierto que también están siendo reparadas", expresa.

"Aquí hubo una evaluación de quiénes son los técnicos y que determinaron el mal estado en la cancha, que son Luis Campos, el administrador, y su jefe Jorge Silva, ingeniero agrónomo y encargado de Aseo y Ornato de la municipalidad. Ellos son los responsables por decreto de la cancha, y determinan eso apoyados también de los comentarios de quienes utilizaban la cancha", sostiene también Tillería, en relación a las continuas declaraciones de los futbolistas profesionales que jugaban en Collao respecto al exceso de tatch, algo que hacía que todo el mundo resbalase en el césped.

Lo anterior lo reconocen desde la empresa. "Sí, a inicios del 2016 tuvimos problemas con el tatch, que es el residuo que queda después de los cortes y que forma una capa lodosa. Pero esto se da en canchas jóvenes, porque aunque pases la máquina siempre va a quedar un resto que se saca con aireación, algo que no se recomienda en pasto tan nuevo", señala Bárbara Sandoval respecto a este punto.

Los conflictos

 

Con documentos en mano, Bárbara Sandoval enumera una gran cantidad de conflictos que tuvo con el administrador del estadio, Luis Campos.

Sandoval marca como inicio de las complicaciones el 30 de junio de 2016, día en el que vía manifold Campos le pide a la empresa la reposición de las ruedas del túnel retráctil, las que habían sido robadas. "Ese fue el momento en que cambió la relación con él. Me pide comprarle las ruedas del túnel retráctil por donde salen los jugadores y nos negamos, porque no nos corresponde por contrato", comenta Sandoval, ratificando sus palabras con una copia del manifold (libro de registro) de la cancha, en el cual Luis Campos incluso amenaza con el cobro de la boleta de garantía.

"No podría comentar ello. El año pasado yo era sólo jefe de deportes y no manejaba esos temas", menciona Eric Tillería.

Otro conflicto llegó en septiembre, momento en que también a través de comunicación oficial el día 5 de este mes, Luis Campos pide ejecutar un proceso de aireación de la cancha con una máquina "de puntas sólidas de al menos 10 centímetros", la cual fue proporcionada y manipulada por el actual encargado del césped, Haldo Prosser.

De acuerdo a ello, en Giardino exhiben un correo de Raimundo Arancibia de Green Chile, empresa constructora de la cancha, a Francisco Boero, en el cual deja de manifiesto que no está en total acuerdo con el procedimiento.

"Yo creo que cumple la función de romper un sello menor que se ha formado en la cancha, pero era mucho mejor realizarla con tu máquina sacabocados y así está en el manual de mantenimiento", expresa el escrito de Arancibia. Junto a ello, en el calendario de mantenimiento en su nota anexa número 8, se recomienda una aireación recién después del tercer año de construida la cancha, y esta se realizó sólo al año y medio.

"En temas técnicos hay muchas opiniones. Nosotros fuimos a varias ciudades a recoger opiniones y todos tienen formas distintas de trabajar las canchas y todos creen que tienen la mejor. No se podía hacer con esa máquina, porque con la carga de partidos no había tiempo para dejarla descansar", explica Eric Tillería, argumentando sobre este procedimiento que "había técnicos que recomendaban hacerlo, porque el tatch estaba impidiendo el drenaje de la cancha".

Compleja salida
 

 

En Giardino se quejan del informe entregado por Luis Campos al concejo municipal con vías a justificar el trato directo que permitió la llegada de Haldo Prosser.

El informe dice mención a que las condiciones de la cancha eran muy bajas, algo que respaldaron después con el control hecho por Turf Chile el 11 de enero pasado, en el que se concluye que la cancha del Ester Roa Rebolledo "no cumple con lo que se espera de un campo deportivo construido (sic) bajo un estándar superior" y mencionan como principales problemas el sistema de riego, mantenimiento y manejo de la cancha, el largo de las raíces (no más de 5 centímetros cuando el esperable era 10) y la proliferación de hongos.

Para Bárbara Sandoval, este informe es hecho por una empresa cercana a Prosser (prestó servicios a través de ellos en distintos campos de juego del país) y carece de validez. "Si la mantención de la cancha era tan mala ¿por qué no tengo multas sobre ello?, por qué si éramos tan malos y por ello era necesario un trato directo, después terminan contratando a mi canchero, el de la empresa mala, porque la que trajeron no tenía personal", sostiene.

Como referencia, Giardino presenta cuatro multas en el contrato, una por la certificación de su canchero, una porque el personal se ausentó antes del lugar de trabajo, otra porque un trabajador no utilizaba la ropa reglamentaria y una por ausencia del canchero. Ninguna de ellas por el estado del campo.

En tanto, Tillería precisa que, en su opinión, los problemas venían de antes, y lo ejemplifica en la situación de los hongos. "El hongo no ataca en un mes ni en días. Es un proceso más largo para que crezcan. Estuvo dos semanas sin mantención y en ese tiempo no sigue", manifestó.

Lo concreto actualmente es que Giardino sigue a cargo del aseo del estadio, es decir, todo menos la cancha, y que Haldo Prosser tiene un contrato de siete meses sujeto a rendimiento. "Después de esto, la mantención de la cancha va de nuevo a licitación abierta. Tampoco es que se diga que esta empresa nunca más, pero la idea es que se recuperen los estándares que tuvimos en la Copa América", concluye Eric Tillería.

 

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