"No son los más populares de la zona y para serlo demorarán décadas, si es que algún día lo logran. Tal vez no lo consigan nunca".
 

Hay gente que le encanta decir que la UdeC es un club sin historia y sin hinchas. Y no hay que ser un genio para asumir que no es un equipo que llene estadios, salvo en contadas ocasiones, pero también es cierto que los históricos Lota y Naval, por ejemplo, rara vez llegan a dos mil personas. Muy distinto fue en otra época, pero hoy la gente postea más de lo que grita. Y en cuanto a la historia, el Campanil siempre perderá en la comparación nostálgica con sus vecinos, pero los últimos diez años en la zona han sido de logros concretos sólo para Huachipato y la UdeC. En lo deportivo, dejando la hinchada de lado, eso es incuestionable.

Vimos algún día a los lilas jugar Copa Libertadores, a Vial llevando la final de Copa Chile con Cobreloa a un tercer partido y a Naval luciendo cinco seleccionados chilenos en los ‘80. Fue hermoso, pero hoy el clásico de la zona es Huachipato contra la UdeC. 

Ojalá estuvieran los seis en Primera, pero no es así. Esta es la era donde los universitarios levantaron dos veces la Copa Chile y jugaron tres veces la Sudamericana. Eso no puede desconocerse. Y ante eso, al vecino sólo le queda decir que igual el Campanil no lleva ni mil personas al estadio. Puede ser. Sobre todo, si CDF los programa un domingo a las 20 horas en Collao.

No son los más populares de la zona y para serlo demorarán décadas, si es que algún día lo logran. Tal vez nunca. A más de alguno le molestará que estén bien parados y paguen buenos sueldos, porque tienen un respaldo grande detrás. Eso no se discute, pero la historia del club es rica y acaban de cumplir 500 partidos en Primera División con varios hitos en sus libros.

Quinientos, desde ese experimento que nadie sabía si sería rentable y que partió con entradas regaladas en los colegios. Costaba enganchar a la gente, había que "crear" hinchas casi de la nada y apelando al vínculo con la universidad. Aún están en eso. Recuerdo ese primer equipo en serie de oro, cuando Ribera, Oroz, Solís y el "Mago" Valdivia eran muchachitos desconocidos, botados de otros clubes. El 8-2 a Palestino en Collao, después el 6-0 en Talca y la gente -muchos, de otros clubes- iba al estadio a ver esa máquina de la que todos hablaban. 

Llenó el estadio cuando jugaron semis contra Zamorano y Espina, también en la final con Barticciotto y regalaron partidazos eliminando ese 2007 a Católica y Audax. Ilusionaron con Ronald Fuentes, un poco con Yuri, bajaron y subieron con "Vitamina" y les alcanzó para jugar internacionalmente. No son tantos, pero ojo… Por historia pueden sacar pecho.