Así definieron en UdeC el panorama que encontraron tras la catástrofe post incendios. Miembros del básquet y fútbol del Campanil se pusieron la camiseta al momento de colaborar con los damnificados. 

Carlos Campos A.
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Había que aportar y el Campanil se lució. Antes que ser futbolistas, basquetbolistas o sea cual sea la profesión, primero que todo está el ser humano. En esa faceta, los planteles profesionales de ambas ramas de UdeC dieron un gran ejemplo. 
Pocas horas después de la gran catástrofe que azotó a la Región del Bío Bío, un gran contingente de jugadores se trasladó hacia Florida, para retirar escombros, limpiar y colaborar con los cientos de damnificados. Felipe Muñoz, Esteban Flores, Guillermo Pacheco, Francisco Alarcón, Daniel Castillo, Fernando Manríquez, Alejandro Camargo, Waldo Ponce, Jorge Troncoso, Giovanni Asken y Ronald de la Fuente, dijeron presente cuando la ayuda era imperiosa y, más que nunca, se pusieron la camiseta de UdeC y la región.

Dura realidad
“Había gente que no tenía nada. Quedaron sin casa, el fuego arrasó con todo. Son cosas que vives en carne propia y te llegan un montón. Si estás lejos y lo ves por televisión, claro, te dan ganas de ayudar pero muchos no se animan. Hay que estar ahí para vivir las dimensiones de lo que pasan esas personas”, comentó el volante Alejandro Camargo.
Waldo Ponce ha partido con todo este 2017. El central superó una grave lesión y ha vuelto a las canchas, un buen momento que transmitió e intentó prolongar en Florida, lugar al que también   acudió. “El fútbol siempre se pone en estas instancias. Vimos algunos videos de lo que hicimos (en Florida) y nos emocionamos como plantel, por la magnitud del daño en la zona donde la gente perdió todo. Se hizo una colecta con los jugadores, se llevó agua y ayuda a los afectados. Quizás fue mínimo para todo lo que ha pasado, pero quedamos contentos de aportar nuestro granito de arena”, comentó el defensa auricielo.

Unidos
“Pese a que no deseamos que esto le pase a nadie, fue una experiencia linda como plantel. Sirve para seguir teniendo un grupo unido y después llevarlo a lo que es el fútbol. Veíamos noticias y todo, pero nunca creímos que era tanta la tragedia en Florida. Donde miraras, era todo fuego y humo, no se veía el sol ni se podía creer lo que vimos. No tenías para donde ir. Estando ahí le tomas el peso a la situación”, indicó Camargo. “Ver la tragedia por televisión conmueve, pero el llamado es a seguir ayudando”, comentó Waldo.
¿Jugadores afectados?
“Diego Soto tuvo un par de dramas con los incendios, pero no se quemó su casa. Los padres de la polola de otro compañero estaban con las llamas muy cerca de la casa, pero hasta ahora no se les ha quemado nada. En inferiores hubo varios en la misma situación”, dijo Camargo, respecto a si hubo algún colega damnificado con la catástrofe. “Ellos son los primeros con los que queremos cooperar, pero directamente nadie ha sido afectado”, cerró Ponce.