Pese a los sueldos impagos y a quedar con 9 hombres, el cuadro minero se dio maña para robarle un empate a Naval. Eso sí, la frustración le pasó la cuenta a los dirigidos del "Guagua" González. Barahona se fue detenido y en el plantel reina la incertidumbre.
Pese a los sueldos impagos y a quedar con 9 hombres, el cuadro minero se dio maña para robarle un empate a Naval. Eso sí, la frustración le pasó la cuenta a los dirigidos del "Guagua" González. Barahona se fue detenido y en el plantel reina la incertidumbre.
Aratos lo que pasara dentro de la cancha, poco importaba. El contexto en que Naval recibió a Lota Schwager era triste, pobre, lejos del ambiente que debe provocar un simple partido de fútbol.
===== D texto general ===== Los choreros decidieron jugar sin público, tomando en cuenta las exigencias de carabineros, pero la gente llegó igual a El Morro. Pacíficamente, alrededor de 50 hinchas se manifestaron en los alrededores de un estadio que parecía casi una cárcel.
El recinto lucía enrrejado a más no poder. Junto a ello, una exagerada cantidad de vehículos de la fuerza pública que contaba además con caballos para repeler a nadie sabe quién. Con tanto carabinero afuera, daba la impresión de que el partido se podría haber jugado con público en las tribunas.
En esas condiciones, sumado a que Lota Schwager llegó al estadio con sueldos impagos y la idea cada vez más concreta de que el de ayer podía ser su último partido, ambos equipos entraron a la cancha.
A jugar
Sonaban los bombos desde afuera, la hinchada chorera cantaba tranquilamente mientras desplegaba un lienzo que decía "Destruyan el fútbol provincial, pero no a Naval". En ese momento, los equipos salían a la cancha a disputar un partido que en los últimos torneos se ha transformado en un clásico local.
Futbolísticamente fue un partido entretenido. El marcador se abrió rápidamente cuando Jordan bajó a Sanhueza en el área, para que Salgado en los 5’ abriese la cuenta.
Naval era más, pero Lota sacó fuerzas de donde no tenía e igualó el partido. Un zurdazo de Valencia puso el 1-1 al 20’, que eso sí poco duró, porque Salgado marcó el desequilibrio al 23’ con algo de suerte, tras un tiro libre que se desvió en la barrera y descolocó al portero minero.
El arbitraje no fue bueno, lo que provocó muchos reclamos de los visitantes. Rocío Yañez, ayudante minera. fue la primera expulsada en la mitad del primer tiempo.
En el minuto 48, Valencia con un cabezazo igualó rápidamente el compromiso, pero se repitió la historia y poco duraron los festejos. Sobarzo remató desde lejos y venció al portero Jordan, marcando el 3-2 para el local.
Parecía la lápida para Lota Schwager y el equipo que se salió del partido. En eso, poco ayudó el entrenador Víctor González, quien durante todo el primer tiempo reclamó a los árbitros cada pelota dividida. Así, los jugadores mineros cayeron en la misma tónica y se fueron expulsados por reclamos Patricio Jeria y Freddy Barahona.
Con todo cuesta arriba vino un penal para los mineros y Juan Pablo Vera puso la igualdad. Desde ahí el marcador no varió. Fue un 3-3 apasionante, entretenido, disputado con dientes apretados hasta el último segundo.
Una muestra de profesionalismo impecable de Lota Schwager, que se presentó a jugar pese a que los dirigentes del equipo al cual defienden no han dado respuesta alguna a la legítimas solicitudes de un plantel que sólo reclama lo justo: su sueldo.
El descontrol eso sí le pasó la cuenta a los mineros. Barahona rompió la puerta del camarín al ser expulsado y se fue detenido tras ser denunciado por un dirigente de Naval. Fiel reflejo de la frustración de varios en esa sensación de haber disputado su último duelo con la camiseta de Lota. El fantasma de la desafiliación está latente.
En tanto, Naval desaprovechó una oportunidad de oro para meterse arriba en la tabla de posiciones, en un compromiso que, sin duda, mereció un estadio lleno que despidiera con una ovación a los protagonistas.