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La difícil tarea de armar el once ideal

Por: Diario Concepción 19 de Diciembre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-344.jpg

Antes nos peleábamos para armar el equipo con los compañeros de la sección. Ahora coincidimos en cuatro y cinco y nos dedicamos a escarbar.
 

Fue un año terrible, dirán muchos. No sólo porque murieron Bowie, Juan Gabriel y Bud Spencer. No sólo por Trump, la muñeca inflable de Asexma o Pepe superando a Vidal en la votación del Balón de Oro. No sólo por la tragedia de Chapecoense que sigue sacándonos escalofríos. Fue un año que salvó la Copa Bicentenario, con Messi llorando después del penal de "Gato" Silva, pero en nuestra zona debe ser una de las temporadas más negras de la historia. De verdad, no exagero.

Estábamos armando el once ideal, el clásico con los mejores jugadores del año, y no contar con un solo elemento vestido de lila ya era raro. Simplemente, no estaban. Castigados, desafiliados. Haciendo noticia por un montón de aspectos positivos, organizativos y de aguante, pero qué raro es no tenerlos el fin de semana. Por simbolismo, casi pongo a Don Nino.

Y mirando para el lado está Vial, que comenzó cojeando, se afirmó en el camino y cerró el 2016 de manera horrible: empatando con los rivales más débiles y goleado en casa jugando sin público. Con sus dirigentes peleando entre ellos. Sin ascenso. Al menos, cumplieron con las platas, como hace tiempo no ocurría. Rarísimo. Lo tenían todo para subir.

Naval comenzó el año farreándose el ascenso que había pavimentado con un tremendo segundo semestre 2015. Fue puntero por amplia ventaja y terminó penúltimo del hexagonal final. A su lado, el vecino Lota Schwager realizaba uno de los milagros más grandes que recuerde el fútbol local salvando el descenso con seis triunfos consecutivos. De ahí, algo había que sacar. Lo triste es cómo terminaron. Probablemente, se terminó todo y el 2017 habrá que buscar otra vez estos once sin considerar a Lotita. Cuánto error. Cuánta sinverguenzura. 

Y hubo que escarbar en lo que dejaron Huachipato y la UdeC en campañas que también están lejos de sus registros más brillantes. Haciendo memoria, el negro Otero fue una máquina y tiene que estar sí o sí. Camargo se come la cancha y metió un zapatazo del que nos acordaremos siempre. ¿Y el de Manríquez a O’Higgins? Ya, pongámoslo. Aunque, sinceramente, el segundo semestre desapareció. Merlo me gustó, como que volvió a ser el que brillaba con Pellicer. El "Tigre" tiene que estar porque es tremendo. ¡Va a cumplir cuarenta y parece de quince!

Es todo lo que hay. Ramírez y Avello son las "revelaciones" del año y sería todo. Antes nos peleábamos para armar el equipo con los compañeros de la sección. Votábamos todos y cada uno defendía sus candidatos a muerte. Alzábamos la voz. Ahora coincidimos en cuatro y cinco y nos dedicamos a escarbar. Murió Fidel, Umberto Eco, Ali y el Profesor Jirafales. Un año terrible.

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