Confesó que se fue por la puerta ancha de Lota y con sueldo al día. No tiene claro cómo ganará dinero ahora, pero sí está seguro de que Dios no le fallará en este nuevo camino.
Confesó que se fue por la puerta ancha de Lota y con sueldo al día. No tiene claro cómo ganará dinero ahora, pero sí está seguro de que Dios no le fallará en este nuevo camino.
Paulo Inostroza
paulo.inostroza@diarioconcepcion.cl
Hay muchos motivos por los que un jugador de 31 años decide retirarse del fútbol: lesiones, pocos minutos en cancha, sueldos que no alcanzan para mantener la familia… John Munizaga dijo adiós al fútbol, la semana pasada, y su única razón es Cristo. Y no su razón para retirarse, sino para vivir. Es el camino que acaba de elegir. "Voy a dedicarme tiempo completo a transmitir su palabra, motivar a otros jugadores y trabajar con niños", señaló el ahora ex volante.
Para ningún futbolista es fácil colgar los botines, aunque John -nombre de bautista y evangelista- ya lo había pensado hace un año y medio. "Iba a retirarme, pero me reencanté con el fútbol y estiré un poco el chicle, como se dice. Me encanta el deporte, pero no es lo más importante en mi vida, aunque soy un agradecido de todo lo que me dio. El fútbol ha sido una herramienta para enseñarle Cristo a otros compañeros y trabajar con los niños. A eso quiero dedicarle tiempo. A motivar a través de mi experiencia", apuntó.
"Dejé un sello"
Lo primero que hace Munizaga es desmentir cualquier especulación errada sobre su salida de Lota. El duro de la zona media minera aseguró que "no me voy por un tema económico, porque conozco Lota y desde que llegué sé que el tema de conseguir recursos es difícil. Aun así, me voy con el sueldo al día y agradecido del club. Es tanto que el cuerpo técnico me ofreció seguir ligado al equipo, aportando mi liderazgo y mi experiencia al camarín. Ser un motivador. Yo sé que Lota no va a bajar. El equipo viene ganando y ya retomó la confianza, que era lo que faltaba. No me voy como soldado que arranca, porque sé que los muchachos están bien encaminados dentro de la cancha".
Cuando le preguntan qué fue lo más lindo que le dejó el fútbol, se toma una pausa. Como cuando pedía la pelota en el medio y la paraba bajo la suela para ver todo a su alrededor. Luego de mirar el panorama, habla con tranco seguro y advierte que "hay muchos momentos, pero lo más lindo es saber que dejaste un sello. Que dejaste huella. No sé si fui buen o mal jugador, pero eso no es lo más importante. Siento que marqué a varias personas y lo digo súper humildemente porque soy un tipo bien normal. En todos los camarines traté de ser un líder positivo y es lo mismo que quiero hacer ahora fuera del fútbol".
Nueva vida
Munizaga participa activamente en la Iglesia. Los martes se reúne con otros futbolistas y les habla de sus problemas cotidianos y cómo Cristo puede ayudar a superarlos. A enfrentarlos con otra perspectiva. También trabaja con algunas poblaciones con el fútbol y Dios de la mano.
El ahora ex volante cuenta que "todos me preguntan cómo me voy a ganar las lucas ahora y la verdad es que no tengo idea. Hay cosas que uno no hace por dinero y Dios te va ayudando en el camino. Me gustaría algún día tener un hogar de niños. No sé qué pasará, pero tengo claro cómo quiero llevar mi vida".