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Un ejemplo de inclusividad que llegó a quedarse en el tenis local

Nataly Ramírez y Javier Elizondo, estudiantes del establecimiento, jugaron el Nacional en Bellavista. Aquí sus historias.

Por: Diario Concepción 27 de Octubre 2016
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Nataly Ramírez y Javier Elizondo, estudiantes del establecimiento, jugaron el Nacional en Bellavista. Aquí sus historias.

 

Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl

Para nadie es un misterio que el tenis es un deporte denominado como de elite en Chile, ya que por lo general sus cultores deben pertenecer a clubes privados, que es donde están las canchas.

Una barrera que pretende derribar una novedosa iniciativa del Liceo A-21 de Talcahuano, donde hace tres años funciona el primer taller de tenis para sus estudiantes. La instancia es encabezada por el joven profesor de tenis, Juan Pablo Aguilera (24), ex alumno del recinto y que, ahora como docente, está dando un refrescante impulso al deporte chorero.

Esfuerzos compartidos

Apenas 20 años tenía Aguilera cuando, recién egresado de Educación Física, llegó a su liceo para una pasantía. Pero en mente tenía planes mayores, y fue así como convenció al director Sergio Ulloa para crear el taller.

"Cuando era alumno jugaba tenis y siempre quise hacerlo por el liceo, pero no estaba la instancia. De ahí que cuando regresé a hacer mi práctica, surgió la idea de masificar la disciplina. Hablé con los directivos y creyeron en el proyecto", dice.

Y los resultados llegaron de inmediato, pues al año ya habían 30 alumnos en el taller; en el segundo, 50 y, en esta temporada, más de 80 niños. "Es gracias a la gente que se la juega por nosotros, partiendo por el director, pues para él fue una apuesta demostrar que se podía hacer tenis en un establecimiento municipal", enfatiza.

El grupo juega alrededor de 15 torneos al año, con apoyo de la Daem que se financia a través de la ley SEP (Subvención Escolar Preferencial). "Es una ayuda tremenda, que costea traslados, alimentación, estadías e inscripciones. Es un proceso que va más allá de mí, con gente que hace una gran labor", asegura Aguilera.

Los primeros frutos

Esta semana, en el Nacional de Menores en el Club de Campo Bellavista, llamó la atención un par de jóvenes con uniforme escolar que llegaron a ser parte de la fiesta. Nataly Ramírez y Javier Elizondo, ambos de 17 años, tuvieron el privilegio de representar al Liceo A-21, como los primeros frutos del taller.

"Este es el torneo más importante que he jugado, es emocionante compartir con los mejores. En un principio fue fuerte, estoy acostumbrada a torneos más pequeños, pero ahora quiero disfrutar al máximo", dijo la alumna de Cuarto Medio, que viene de ganar un Interescolar en Chiguayante y que al cierre de esta edición, jugaba su paso a semifinales frente a Gabriela Eva, primera favorita.

Por su parte, Javier Elizondo, que cayó en la qualy, también resaltó la experiencia. "Es otro mundo, no cualquiera juega un Nacional y lo hice gracias a mi liceo. Ojalá hubiese llegado antes al tenis".

En ese sentido, el profesor Aguilera se refiere a su nuevo plan. "Me gustaría que se impartiera este taller a más temprana edad. Hoy, en Primero Medio los chicos recién parten; en Segundo están jugando; en Tercero salen a competir y, en Cuarto, ya están ganando. El problema es que ahí salen del liceo. Pero si partimos a los seis años, ya a los nueve pueden tener resultados y a los 10 podrían ser tenistas. Hay que partir una base lo antes posible, en la educación básica", señala.

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