Partió la cuenta regresiva del torneo que se realizará el próximo mes en la Región y los atletas Catalina Bravo y Rafael Muñoz fueron elegidos como las grandes esperanzas locales de medalla. Aquí, sus metas y sueños previo al gran evento.
Partió la cuenta regresiva del torneo que se realizará el próximo mes en la Región y los atletas Catalina Bravo y Rafael Muñoz fueron elegidos como las grandes esperanzas locales de medalla. Aquí, sus metas y sueños previo al gran evento.
Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl
17.10.2016
Bajo la consigna "Vamos a ganarle al viento", se inició hace unos días la difusión de los Juegos Binacionales de la Araucanía 2016, que es una de las últimas etapas de preparación con miras al mega evento deportivo que recibirá la Región durante la tercera semana de noviembre.
Publicidad en televisión, diarios, radios y vía pública, son los vehículos para atraer la atención de la comunidad. Y es en este último escenario donde destaca la presencia de dos jóvenes deportistas de la zona, que fueron escogidos como los símbolos del Bío Bío para el certamen.
Se trata de los atletas Catalina Bravo y Rafael Muñoz, que pese a estar recién comenzando, son considerados como dos de los mayores proyectos del atletismo chileno.
Viendo el disco volar
Penquista de nacimiento y chillaneja por adopción, Catalina Bravo Aguilera (17) es, hoy por hoy, la gran carta de recambio del lanzamiento del disco chileno, en la senda de la consagrada Karen Gallardo.
Recién con cuatro años de carrera, la pupila del técnico Samuel Caroca ha marcado un camino propio que sorprende. Fue plusmarquista nacional de la categoría Cadetes entre 2013 y 2014, llegando a un registro máximo de 52,40 metros (para el disco de 750 gramos). Posteriormente, en 2015, hizo lo propio en la serie Juvenil, con 42 metros y 54 centímetros (lentejón de 1 kilo), marca que pulverizó en el Sudamericano Juvenil de ese mismo año en Ecuador, con 47,66 metros.
Pese a comenzar esta temporada con varias lesiones (la más grave, una bursitis de hombro que la alejó de las pistas), todos sus logros anteriores bastaron para que su nombre fuera unánime de cara a los Juegos de la Araucanía. Una nominación que así y todo, reconoce la sorprendió.
" La verdad es que no me lo esperaba y me lo tomo con mucha alegría. A ‘Rafa’ (Muñoz) no lo conocía mucho, pero resultó ser un gran partner. Harta gente me ha dicho que estoy en posters de micros y cosas así; es un golpe pasar de ser alguien anónimo a aparecer en todas partes, aunque no tengo problemas", admite.
Este es el tercer llamado que recibe Catalina Bravo para integrar la selección regional en el certamen, donde el año pasado se colgó el oro en la localidad argentina de Neuquén. Una actuación que pretende, a lo menos, repetir.
"Me quedan dos juegos todavía, pero creo que estoy en condiciones de ser bicampeona. Esta vez, me gustaría hacer una mejor marca y ojalá romper el récord de la Araucanía, que está cerca de los 43 metros. Además, quiero entregar más puntos en bala y poder hacer el un-dos con mi compañera Dayna Toledo, que es la especialista en la prueba", sostiene.
La alumna del Colegio Padre Hurtado, asegura que si bien es cierto llega con poco ritmo de competencia, lo suplirá con el deseo de dejar el título en casa. "Es cierto, he tenido hartas lesiones y no me han dejado cumplir mi programa. Pero en este segundo semestre estoy retomando el ritmo y mejorando marcas . Por otra parte, competir con dolor es pan de cada día y no es más fuerte que las ganas que tenemos como equipo de ser campeones", afirma.
En ese aspecto, para la discóbola, Bío Bío es favorito para ganar el oro en lanzamiento. "Claramente apostamos a la copa ya que vamos súper fuertes. Está Dayna (Toledo) que es realmente excelente en bala; también Carolina García, que lanza mucho en jabalina, a quienes se suman Carolina Correa y Rafaela Vera en martillo, que están full poniéndose las pilas. Iremos con todo", apuesta.
El amigo del viento
Cuando se habla de atletismo regional, hay un dicho que dice que, "si es de Coronel, es bueno". Rafael Muñoz Núñez (19), es otro ejemplo de lo fértil que es la tierra del carbón. Estudiante de cuarto año medio del Liceo Antonio Salamanca Morales (el mismo del que se graduó Víctor Aravena), este espigado atleta de casi metro novena, es el rey de los 400 metros planos juveniles en Chile.
Algo impensado hace cuatro años, cuando partió en el atletismo probando en 10 mil, 5 mil y mil 500 metros. Fue de la mano del destacado técnico, Jaime del Campo, que encontró su distancia, en la que dice sentirse perfectamente cómodo.
"Me gustó de inmediato, pese a que es una prueba dura y agotadora, porque consiste en velocidad sostenida, donde hay que saber regular para no agotarse. Se puede decir que es casi una carrera estratégica", apunta.
De ahí se explica que desde que ingresara al ámbito competitivo, colocará su nombre entre los grandes, siendo este 2016, el año de su consagración. Se tituló campeón juvenil en el Nacional Federado de abril en Santiago, con un crono de 48,37.
Así sacó pasajes para el Iberoamericano de Río de Janeiro, donde disputó la posta 4×400. "Fue una gran experiencia donde compartí con medallistas olímpicos y tremendos atletas. Estaba fascinado, pero igual los miré como rivales", señala sobre su debut internacional, en el que junto al equipo chileno fue cuarto, a centésimas de batir el récord nacional.
La instancia -según dice- marcó su carrera y le dio tranquilidad para afrontar en septiembre el Sudamericano Sub-23 de Lima, donde se metió en la final.
Un currículo que lo pone entre los grandes favoritos para subirse al podio en los Juegos de la Araucanía y que influyó para que fuera elegido como símbolo de la Región en el evento; un honor, según señala. "Es un sentimiento muy bonito que me escogieran, sobre todo porque son mis últimos juegos y más encima de local. Ser la cara visible hace que me quiera preparar con más fuerza, porque estoy determinado a quedarme con ese oro para dejar a mi Región en lo más alto", concluye.