La notoriedad de deportistas con entrenadores foráneos, como Ricardo Soto y Natalia Duco en Río 2016, instaló la idea de que los profesionales "importados" son los únicos que pueden garantizar logros para el país ¿Qué opinan los entendidos?

Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl

En Río 2016 se dieron dos casos emblemáticos. El del brasileño, Thiago Braz DaSilva, quien saltando por encima de los 6.03 metros, se colgó el oro en la garrocha marcando de paso un nuevo récord olímpico. Y el del equipo femenino de gimnasia artística, que comandada por la brillante Simone Biles, se lució bajando cuatro preseas doradas, entre ellas la general por equipos.

Para el garrochista, fue su primera medalla de oro. No así para su entrenador, el ucraniano Vitaly Petrov, quien décadas atrás llevó a lo más alto al legendario Sergey Bubka, oro en Seúl 1988 (poseedor, desde 1994, del récord mundial al aire libre con 6,14 metros), lo mismo que a la rusa Yelena Isinbayeva (oro en Pekín 2008).

Lo de las norteamericanas, en tanto, fue el corolario de lo iniciado en Pekín 2008 (con medalla de plata), que se afianzó en Londres 2012 y que les permitió ahora deslumbrar. Los responsables, Béla y Mártha Károlyi, quienes tras huir de la Rumania comunista en 1981, revolucionaron la gimnasia de Estados Unidos. Un dato: ambos fueron entrenadores de Nadia Comaneci.

La presencia de mano técnica "importada" no fue ajena a la delegación nacional que compitió en Río. Por ejemplo, el arquero de 16 años, Ricardo Soto, quien de la mano del entrenador alemán Martin Frederick, sorprendió a todos al ser eliminado estrechamente en octavos de final; Natalia Duco, que por segundos juegos consecutivo se metió en la final de la bala bajo la tutela de la cubana, Dulce Margarita García, y la triatleta Bárbara Riveros, mejor chileno en Brasil y quien lleva tiempo trabajando con el australiano Jamie Turner. 

Sus buenos resultados abrieron una brecha de discusión en el ambiente al punto que, para muchos, la única vía para que Chile se inserte en el alto rendimiento, es contratando profesionales extranjeros.

Emparejando la cancha

Poniendo la mirada en el ámbito local, el seremi del Deporte Álvaro Miguieles, sostiene que el tema tiene varias aristas. "Las experiencias comparadas son siempre buenas en todos los ámbitos de la vida. No hay por qué pensar que el discurso patriotero es aliado de los buenos resultados en el sentido de defender a ultranza a nuestros connacionales", comenzó.

Para Miguieles, lo principal es emparejar la cancha a la hora de hacer un diagnóstico. "Creo que primero hay que facilitar mecanismos de capacitación para que los técnicos nacionales puedan alcanzar un nivel competitivo internacional. Pero, junto a ello, dejar también la puerta abierta para obtener el concurso de extranjeros. Pero eso debe ser producto de un análisis acabado, detectando las falencias", dice.

Según la autoridad, hay dos aspectos principales en la valoración del tema. "(Elegir un técnico) Depende de los deportes a desarrollar y, principalmente, de las etapas de formación de un deportista. No por un discurso patriotero debemos trabajar con entrenadores chilenos. Aquí hay una labor formativa que debemos realizar y habrá que distinguir dónde tenemos debilidades. Uno observa matices respecto de cada profesional y me parece que deberíamos asumir que en esta Región, por un tiempo importante, deberemos ocuparnos de la formación de deportistas y su inicio en la alta competencia", apunta. 

Hacia una evaluación

Bío Bío presume de una situación especial en ese aspecto, con una mezcla de profesionales foráneos y chilenos, quienes han logrado destacar en sus respectivas disciplinas.

Porque para nadie es un misterio la notable labor del cubano Gualberto Mesa en el CER de Canotaje; del argentino Jorge Facchini en el vóleibol local (que lo instaló a la cabeza del equipo femenino que disputará los Juegos de la Araucanía), o del también trasandino, Cristián González, quien está desarrollando un proyecto que tiene en Primera División al equipo femenino de hockey del Deportivo Alemán. Y, por contraparte, está el brillante trabajo de los chilenos Eric Saavedra, en la gimnasia artística; Daniel Camousseigt, en la halterofilia, o Jorge Grosser, en el atletismo, por nombrar sólo algunos.

De ahí que de acuerdo al seremi del Deporte, la evaluación en conjunto sea positiva, sin importar nacionalidades. "En el nivel para el que nosotros trabajamos, que podríamos llamar de la alta competencia a nivel nacional, los resultados avalan el trabajo de nuestro CER y la evaluación no puede sino ser positiva. Porque en todos los niveles del sistema de competencias deportivas que es el que ampara el Estado, los resultados son positivos. Ya sea en el área formativa con los Juegos Deportivos Escolares, así como en los Juegos Deportivos Nacionales, Paranacionales y de la Araucanía. Esto no significa que no debamos mejorar, pero pasa que la definición para donde apuntamos es satisfactoria y también las incursiones que hemos tenido de varios de nuestros deportistas a nivel sudamericano y panamericano", sentencia.

 

Cristián González y el "milagro" del hockey germano

En febrero de 2014 arribó desde Mendoza Cristián González, para hacerse cargo del hockey del Deportivo Alemán. Su misión era potenciar la rama y generar identidad de grupo.

Un objetivo que cumplió más rápido de lo esperado, provocando una verdadera revolución en el club. Ya ese año el equipo femenino logró su ascenso a la Primera División del torneo chileno, aunque en conjunto a la dirigencia, se prefirió seguir creciendo. Hoy son animadores del torneo y no parece haber techo para un trabajo de elite. 
 

Daniel Camousseigt, un creador de campeones 

A cargo del CER de halterofilia, Daniel Camousseigt ha sido protagonista de la actividad nacional. El récordman Jaime Iturra y el medallista sudamericano, Francisco Barrera, supieron de sus consejos antes de meterse entre los mejor del deporte chileno.

El experimentado profesional, tiene una visión clara respecto al tema. " Nuestros técnicos están capacitados para obtener resultados del mismo nivel que los extranjeros. Hay una tendencia a sobrevalorar lo extranjero por sobre lo nuestro". 
 

Gualberto Mesa, la receta cubana para el canotaje 

Varios años son los que lleva el cubano Gualberto Mesa en el Centro de Entrenamiento Regional de Canotaje. Bajo su mano han pasado las más grandes figuras de la disciplina local, entre ellos el seleccionado Jean Valdebenito y, ahora, Jeanaret Valenzuela. Un trabajo que tiene a la Región en el primer plano.

Según Mesa, la labor de un entrenador debe ser, "orientar, motivar, planificar. El técnico detecta, educa movimientos adecuados y si son a temprana edad. La idea es llevar al deportista por el camino de la alta competencia". 
 

Jorge Facchini, al mando de los remaches regionales

Fue otra de las grandes apuestas del Deportivo Alemán, esta vez para su rama de vóleibol. Jorge Facchini, un connotado especialista argentino, era el llamado a reubicar al club en el ámbito nacional. 

Así, en 2013 a nadie extrañó que la selección adulta de vóleibol femenino lograra su cupo en la Liga Nacional A1.

Un trabajo bien visto desde el IND que este año 

lo tiene como técnico Intermedio del CER y, además, como encargado del equipo femenino para los Juegos de la Araucanía.

Jorge Grosser, el maestro de las pistas chilenas

En su época de atleta, fue campeón chileno, medallista sudamericano y fue entrenado por el gran Orlando Guaita. Como técnico formó a Víctor Aravena e Isidora Jiménez, entre otros campeones. De ahí que sea una autoridad para hablar sobre la influencia de un entrenador. 

" Lo que importa es que el profesional sea bueno y, para eso, no existe nacionalidad. Yo no me opongo a los técnicos extranjeros, pero siempre que sean buenos, que dejen algo. Y de esos, no han habido muchos".