Dos campeones absolutos y otra decena de oros por categorías por la producción del club encabezado por el sensei, Osvaldo Rodríguez, en New Jersey.
Dos campeones absolutos y otra decena de oros por categorías por la producción del club encabezado por el sensei, Osvaldo Rodríguez, en New Jersey.
Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl
Lo que en un comienzo sería un viaje para sumar experiencia y medirse ante los mejores exponentes del orbe, resultó en una verdadera hazaña realizada por un club de karate penquista.
Se trata de la Escuela Seishinkan, del maestro Osvaldo Rodríguez (Cinturón Negro 7° Dan Kyoshi), que se transformó en la gran sorpresa del Primer Campeonato Mundial Isshin Ryu, realizado en New Jersey, Estados Unidos.
El certamen reunió a más de 600 deportistas de la especialidad, encabezados por cerca de 30 escuelas de Norteamérica, potencia mundial en la disciplina, a las que se sumaron representantes de México, Japón, Portugal, Inglaterra e India.
Hasta allí llegó la delegación nacional, integrada casi en su totalidad por deportistas del dojo de Concepción, además de un capitalino y el cinturón negro 3.er Dan, Diego Rodríguez (hijo del sensei y hoy radicado en Dinamarca). En total, 14 artistas marciales que desplegaron toda su habilidad en los tatamis estadounidenses, para traerse dos títulos mundiales absolutos y otros 12 por categoría, que dejó a la delegación local en el primer lugar del certamen.
Nombres a seguir
Antonia Arévalo (19) y Joaquín Álvarez (22), lideraron la producción penquista en el torneo, trayéndose a casa los máximos galardones de la clasificación general. Los exponentes se adjudicaron la corona en kata (formas) y kobudo kata (con armas), dejando en el camino a los máximos favoritos.
Un logro que, pese a la buena preparación del grupo, nadie esperaba, tal como reconoce Antonia (Cinturón Café 3.er Kyu). "Entrené harto, pero viajé para vivir la experiencia nomás, tenía asumido que volvería sin lugares. Por eso todavía no me creo lo hecho, aún cuesta tomarle el peso", señala.
La estudiante de Fonoaudiología de la UdeC dice que su primer gran impacto fue ganar su categoría, aunque lo mejor vino después. "Competí sin mayor presión y casi no me di cuenta cuando gané mi serie. Me fui a sentar muy contenta y pensado que ya era todo. Pero ahí se me acercó una sensei y me dijo que ahora debía ir por el premio mayor: el título absoluto ante las otras categorías".
Antonia cuenta que se concentró y comenzó a pasar etapas hasta la final, donde se halló con otra sorpresa: enfrentaría a un compañero de club, con lo que el título se venía sí o sí a Concepción.
"Presentamos nuestras series y terminamos empatados, por lo que debimos hacer otra nueva, que ninguno de los dos había entrenado bien. Pero mantuve la actitud y cuando terminamos y los cinco jueces me dieron por ganadora, fue increíble, me emocioné hasta las lágrimas. Me acordé de todo lo enseñado por mi sensei, y de gente como Javier Varas, de Crossfit Concepción y Gimnasio Nehuén, que me preparó físicamente. Fue tremendo".
Algo similar a lo vivido por Joaquín (Cinturón Café 1.er Kyu), estudiante de Veterinaria de la UdeC y campeón en armas. "Nunca pensé que llegaríamos con tantos trofeos. Tenía ilusión de rendir, pero no al punto de ser campeón de las tres pruebas en mi categoría (kumite, kata y kobudo) y quedarme con el título mundial de la clasificación general", explica.
Para el deportista, es el fruto de un trabajo de conjunto en la Escuela Seishinkan Isshin. "Acá tenemos una base muy importante con nuestros maestros, además que vivimos un ambiente de familia que no se da en otros dojos. Y ahora, haber visto que podemos competir con europeos y estadounidenses, nos indica que vamos por buen camino en un objetivo de marca mayor como son los JJ.OO de Tokio 2020".