Tras los primeros 10 días de torneo en los Juegos Olímpicos, hay sectores que critican el accionar de la delegación chilena. Pero, ¿a cuánto puede aspirar un país "en vías de desarrollo" deportivo?
Tras los primeros 10 días de torneo en los Juegos Olímpicos, hay sectores que critican el accionar de la delegación chilena. Pero, ¿a cuánto puede aspirar un país "en vías de desarrollo" deportivo?
Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl
Terminó la primera semana de los Juegos Olímpicos de Río 2016 con resultados dispares para los representantes chilenos.
Desde la polémica actuación del gimnasta Tomás González, eliminado de su prueba favorita, el suelo, pero que hoy tendrá la posibilidad de reivindicarse en la final del salto. Pasando por las criticadas presentaciones de Kristel Köbrich, Francisca Crovetto y Simona Castro en sus respectivas disciplinas. Hasta los aplaudidos desempeños del joven arquero Ricardo Soto, Tomás Briceño en el judo, y Natalia Ducó en la bala.
De todo ha vivido la delegación nacional en lo que va de certamen, aunque no son pocas las voces que se han levantado para reprobar la labor del Team Chile en Brasil. Altas expectativas de algunos sectores de la prensa que han tenido eco en parte de la opinión pública que, incluso, echa de menos la presencia de medallas chilenas en estos 10 días iniciales.
A ello no escapa el trabajo de los deportistas regionales en la cita, que tuvo en los remeros Melita Abraham, Josefa Vila y Felipe Cárdenas, a los primeros en ver acción, disputando la Final C y logrando el 17° puesto en el Doble Par Ligero.
Pero, ¿tienen asidero las altas expectativas en la cita más importante del deporte mundial y donde los exponentes criollos enfrentan a lo mejor de lo mejor en sus disciplinas? Los entendidos, tienen clara su posición.
Hablando de procesos
Juan Labra es uno de los técnicos más reputados del remo en la Región y como entrenador del Club Español Inger, conoce de cerca el trabajo de Felipe Cárdenas. También conoce desde sus inicios a Melita y Josefa, por lo tanto, tiene una opinión clara respecto a la performance de los bogadores locales.
"En el caso de las chicas, considerando que fue su estreno olímpico, que tienen apenas 19 años y que son una tripulación nueva, no habría forma de decir que su participación fue mala. Ya estar adentro de los Juegos a esa edad y en un deporte como el remo, es algo tremendo, además que vencieron a varias tripulaciones en sus regatas".
"No es muy distinto a lo de Felipe -continúa-, que a sus 23 años para mi gusto cumplió con lo que se pedía de su bote. Yo sé que en algún momento soñaron con la Final B, pero les tocó un viento muy fuerte que afecta más a las tripulaciones que llevan poco tiempo juntas", dice.
En relación a quienes exigían mejores resultados, Labra contesta con un ejemplo. "Hay un tema de tiempo. Veamos el caso del fútbol que, pese a ser profesional, es el deporte al que más se le inyectó recursos estatales en los últimos 60 años y recién hoy exhibe un nivel superlativo sudamericano, el que se espera pase pronto al espectro mundial. En el remo es lo mismo pues hoy vemos el primer paso para un futuro olímpico promisorio. Pero en algún momento se dio un primer paso panamericano que se sostiene en el tiempo, ya que Chile lleva tiempo logrando medallas a ese nivel, cosa que pasa en contados deportes", analiza.
Según el profesional, sobresalir en unos JJOO requiere de un proceso, jamás es inmediato. "Que el remo llegara aquí requirió comenzar a nivel sudamericano, donde ya somos potencia y pasamos a ser relevantes a nivel panamericano. Ahora, meterse a nivel olímpico, obviamente requiere una mayor inversión y relevancia social de nuestra disciplina. Con eso podemos apuntar a tener embarcaciones en una final B y, en unos 20 años, otras que entren a una final olímpica que rompa el paradigma, porque cuando nunca se ha logrado un finalista olímpico de remo, significa derribar también una barrera psicológica", sentencia.
Aspiración panamericana
Daniel Camousseigt dice que no se perdió la histórica actuación de Julio Acosta, que se convirtió en el mejor pesista chileno en unos JJOO gracias a su undécimo puesto en los 62 kilos.
El experimentado técnico del CER de halterofilia, es enfático en señalar que la realidad del país indica que estamos distantes de pelear en el ámbito olímpico. "Las marcas nuestras son relativamente buenas, pero a nivel panamericano, todavía nos falta mucho para luchar en unos Juegos Olímpicos. Con una medalla panamericana debemos sentirnos pagados en las pesas, porque no tenemos la infraestructura deportiva de Colombia, que sacó oro en la serie de Acosta, o Venezuela que también está bien arriba. Esos países tienen una inversión que es cuatro veces mayor a la nuestra y ante eso no se puede competir", asevera.
A juicio de Camousseigt, la diferencia también tiene que ver con una acertada política deportiva. "Yo puedo hablar por la halterofilia y me consta que estas naciones han hecho algo muy inteligente a la hora de elegir deportistas. Ellos van a las localidades donde saben que pueden sacar buenos pesistas instalando ahí centros de entrenamiento específico. Nosotros, en nuestra zona, tenemos también comunas donde está comprobado que existe el gen de la fuerza, como Curanilahue y sectores aledaños", expresa.
Sus palabras son compartidas por el técnico de CER de atletismo, Jorge Grosser, quien aterriza las aspiraciones chilenas. "Mucha gente no entiende que estar ya a unos Juegos Olímpicos es algo grande. Las personas que llegan ahí se lo han ganado, no los manda ni el papá ni la Federación Chilena. Ellos cumplen con requisitos y estándares internacionales. No se puede utilizar tan seguido el facilismo de hablar de fracasos en Chile", afirma.
El encargado del equipo de maratón en Río de Janeiro añade que, "nuestros deportistas se enfrentan a maquinarias de hacer medallas como Estados Unidos, Jamaica, Brasil y casi toda Europa, países que gastan millones de dólares. En el fondo, están los africanos con los cuales no podemos competir de igual a igual. Entonces, hablando de Víctor Aravena, ¿le vamos a medir medalla en el maratón? Por ningún motivo. Que se meta entre los 50 mejores es algo realista y positivo, ese es nuestro nivel; lo demás, son excepciones", concluye.