En el recinto recibirá a 450 alumnos, quienes deben estudiar por dos años. Además, podrán reforzar la seguridad en eventos especiales, como las campañas que se realizan a fines de año.
"Todos sabemos lo que significan los torneos sin descenso. Hay clubes que serían capaces de adiestrar once monos para no pagar un peso".
Ese momento que ni se te pasaba por la cabeza. Porque todo estaba bien, la paga salvaba y siempre había uno que otro interesado. Pero ahora no. Te acercas a tu señora, le tocas el hombro tímidamente y le confiesas que te quedaste sin pega. Te sientes miserable. No eras tan bueno como creías y tu familia confiaba tanto en ti. Y esperas a ver qué pasa, armas un videíto y lo subes a facebook, apareces en la lista del Sifup casi ocultando la cara. Te da vergüenza que llamen de los diarios. Y qué vas a hacer si tampoco estudiaste una carrera, como te recomendó siempre tu vieja. "Viste que yo tenía razón", te dice por teléfono y vuelves a ser un niño. Indefenso, expuesto y sin respuestas.
El triste presente de un montón de futbolistas. Siempre lo ha sido, pero hoy más que nunca. Una profesión que es mirada como pasatiempo. Una que se divide en los que ganan millones y los que no tienen nada. La misma torta mal repartida que vemos en todos lados. No por nada, tanta gente se moja en la calle para que entiendan que las AFP son un robo. Las cosas desde arriba se hacen mal una y otra vez.
Todos sabemos lo que significan los campeonatos sin descenso. Hay clubes que serían capaces de adiestrar once monos para no pagar un peso. Total, no pierden nada. Subamos al juvenil que, en circunstancias normales, no subiríamos. Tiremos a todos los pendejos a los leones. Participemos nomás. Que los 3 ó 4 que tienen, peleen en serio y nosotros miremos qué pasa. ¿En qué cabeza, eso puede ser un torneo atractivo?
Súmenle a los que quedaron tirados por el castigo de D. Concepción. Ni Gamadiel ha encontrado equipo y eso que clasificaron a la liguilla por el ascenso. Fue campañón, que no se le olvide. Y en las noticias de la tele, la "U" gasta dos palos y medio para comprar un lateral izquierdo. Y después compra nueve, diez y once jugadores más. Colo Colo no se queda atrás y suma otros cuantos. Debaten quiénes son más galácticos. Y el "Pipita" Higuaín cuesta cien millones. ¡Cien millones! Gente botando la plata como si fuera envoltorio de un dulce. Y ya van 400 cesantes. También están Mirosevic, Droguett y otros que no me importan. Esos cobran de diez millones para arriba y no tienen equipo porque no quieren jugar por menos. Los que no saben qué hacer son otros.
En eso, paso por la vega y compro un ceviche. Me atiende el Juan Sáez, pero no me doy cuenta que es él. Se le salieron los ojos y se echó como 10 años encima. En el Vial era calladito, pero jugaba harto y le faltó un poco de suerte. Un día quedó sin pega y no cumplía ni treinta. Llegó a la casa y no supo cómo contarle a su familia.