Hace cinco años dejó el liceo para dedicarse por completo a su pasión. Hoy, es un indiscutido en la selección nacional, disputará el Mundial Juvenil y es la gran apuesta del país con miras al próximo ciclo olímpico que culminará en Tokio 2020.
Hace cinco años dejó el liceo para dedicarse por completo a su pasión. Hoy, es un indiscutido en la selección nacional, disputará el Mundial Juvenil y es la gran apuesta del país con miras al próximo ciclo olímpico que culminará en Tokio 2020.
Samuel Esparza Muñoz
samuel.esparza@diarioconcepcion.cl
Doce segundos al medallista de plata y otros 15 al que se colgó el bronce. Esa fue la diferencia exacta que Jean Valdebenito le sacó a sus más cercanos perseguidores, tras ganar de manera categórica el Control Nacional preparatorio para el Campeonato Mundial de Canotaje Junior y Sub 23 de Minsk, Bielorrusia.
En un deporte que se define por milésimas de segundo, lo del sampedrino dejó con la boca abierta a todos los exponentes que se hicieron presente en el Tranque de la Luz de Curauma.
Algo más evidente aún al ver las imágenes de la carrera, donde el kayakista local aparece en total soledad cruzando la línea de meta, con sus cancerberos perdiéndose varios metros más atrás.
A 20 años, hace rato que este deportista, formado al alero del Centro de Entrenamiento Regional del Bío Bío, es imagen de la exitosa nueva generación del canotaje criollo.
Seleccionado nacional desde hace más de cuatro años, en 2015 brilló en el durísimo Mundial de Milán accediendo a semifinales en el K-1 mil metros y ubicándose 29° en el K-1 500 metros.
Este año, sin embargo, vino lo mejor para Valdebenito, al colocar su nombre entre los cuatro mejores del Panamericano Específico, rompiendo de paso el récord chileno en los 1.000 metros con un increíble crono de 3:37 (el anterior era de 3:39 y databa del año 2012).
Cabe agregar que el jóven lleva 16 controles consecutivos ganados en el K-1 mil metros Adulto, sumado a sus múltiples victorias en Junior desde 2012. Es decir, hace cuatro años que nadie lo puede derrotar en su distancia.
Un presente auspicioso, pero que el kayakista se toma con calma, sabiendo que un pestañeo podría hacerlo retroceder el camino ganado con tanto esfuerzo.
Camino vertiginoso
Jean dice que debió madurar rápido, porque arriesgó mucho para cumplir su sueño de ser deportista. "Dejé el liceo en 2° Medio y aunque a mis padres les dolió mucho saber que no verían a su hijo graduarse, me apoyaron porque vieron que lo único que deseaba era el canotaje. Partí muy joven y tuve un periodo desordenado, pero aprendí a ser responsable y a asumir que hay muchos niños que quieren imitarme".
Para el salto de calidad, el canoísta reconoce que fue clave radicarse en Curauma junto al resto del equipo nacional. "Yo estaba contento trabajando en la zona, pero sabía que necesitaba irme para estar cerca de todo, allá se hacen las concentraciones, los controles. Rodearme de gente que sabe mucho del deporte como Jonathan Tafra, que es una eminencia del canotaje y que me ayudó demasiado", manifiesta.
Hoy, después de probar a varios entrenadores, la Federación trajo al cubano Pablo Yera, con quien el sampedrino ha logrado importantes avances. "Ya rompimos el récord chileno y recién llevó seis meses con él. Como todos los cubanos -Jean trabajó con Gualberto Mesa en San Pedro de la Paz-, él tiene una planificación muy estricta y trabaja fuerte. En enero, por ejemplo, nos concentramos tres meses y recorríamos 45 kilómetros diarios, hicimos mucha base para después pasar a pulir cosas. Tiene una metodología exacta, está todo el día respirando deporte", dice.
Entre los adelantos logrados con Yera, el deportista resalta la fuerza y resistencia. "Se preocupa del volumen del agua y dos meses antes de un torneo bajamos intensidades recorriendo la distancia en que competiremos".
Ese crecimiento le sirvió a Valdebenito para liderar la nueva generación chilena en el canotaje, junto a René Susperreguy, Daniel Barrera y Manuel Chacano. Él fue uno de los que pudo llegar a lo más alto.
Un dato clave para que la Universidad de Concepción decidiera apoyarlo. "Gracias a ellos tengo la implementación necesaria, puedo cambiar los remos las veces que quiera y poseo un bote Nelo, que es lo mejor a lo que se puede optar. Más adelante me gustaría estudiar Nutrición en la UdeC", asevera.
Sueños mundiales
Jean Valdebenito quiere seguir otros cinco años en single, y luego pasar a un bote de equipos. De ahí que esté mentalizado en iniciar el nuevo ciclo olímpico, considerando que para Río 2016, América sólo recibió una plaza. "Partimos con los Odesur y el clasificatorio al Panamericano de Lima 2019. Osea, comienza nuevamente todo el proceso en un abrir y cerrar de ojos, incluyendo los cupos a los mundiales".
Y él sabe que no está lejos de Tokio 2020. En su retina aún está el preolímpico pasado, donde quedó a cuatro segundos del múltiple medallista olímpico canadiense, Adam van Koeverden.
Pero antes, el sampedrino tiene varios desafíos de aquí a fin de año y no desea faltar a ninguno. "Este año hay muchas competencias, recién empezamos. Está el Mundial Juvenil, los Juegos Bolivarianos en Iquique, y el Campeonato Sudamericano de Argentina. Septiembre y octubre serán los meses más colapsados", adelanta.
Sin vacaciones por un largo tiempo, Jean Valdebenito resume toda su pasión por el deporte en un lema que lleva a todas partes. "Independiente si son torneos grandes o chicos, hay que representar bien al país, no dárselas de estrella. Si somos jóvenes y estamos sanos, hay que competir en todo para no arrepentirse después. Además, que si hay gente que apuesta por uno, debemos devolver la mano", concluye.