Por Camila Rojas Arcos

En la memoria colectiva de los transeúntes penquistas está la ex Farmacia Maluje. Recordada por muchos por su peculiar y gran mural titulado “Historia de la medicina y la farmacología en Chile” (1957). Recientemente, las académicas Bárbara Lama y Leslie Fernández, del Departamento de Artes Plásticas de la UdeC, realizaron una investigación que se materializó en el libro “La Farmacia Maluje y el mural de Julio Escámez, Arte Política en Concepción (1957-1958)”.

El libro busca dar cuenta de las redes políticas y sociales que hicieron posible la obra. “Nosotras hicimos una investigación que quiere abordar por qué se hizo un mural dentro de una farmacia, esa es la historia que rescatamos a partir de prensa, de entrevistas, de documentos y que tuvo como resultado este libro”, señala Leslie, una de las autoras. “La motivación primero fue investigar a Julio Escámez, que es el autor del mural. Con Bárbara Lama, mi colega, estamos investigando su obra, hemos viajado varias veces a Costa Rica a conocer lo que él dejó allá, porque es un artista que se exilió después del golpe de estado”.

Julio Escámez Carrasco fue un pintor y grabador, oriundo de Antihuala, provincia de Arauco. En 1974 huyó al exilio, a Costa Rica, donde se desempeñó como profesor de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Heredia, y asesor ad-honorem del Ministerio de Cultura para la restauración y conservación de los monumentos nacionales. Allí realizó importantes obras y se dedicó además a las artes escenográficas, disciplina en la que ya había incursionado desde sus tiempos de estudiante en la ciudad de Concepción. Desarrolló obras para la puesta en escena de obras teatrales de Cervantes, Shakespeare y Bocaccio Casona y para el Ballet Nacional de Costa Rica.

En 2015, murió en Heredia, Costa Rica, a causa de un cáncer. El presidente del país centroamericano en ese entonces, Luis Guillermo Solís, lamentó su muerte, asegurando que “su partida nos priva de su aguda mirada crítica y de su pincel privilegiado”. En ese mismo año, el histórico mural de 1957, fue declarado Monumento Nacional de Concepción, pasando a ser parte de la memoria patrimonial de la ciudad.

Según la investigación de las académicas, el histórico mural fue un encargo realizado por el matrimonio entre la químico farmacéutica María Maluje David y el abogado Luis Eguido Contreras. En cuanto a su estado de conservación, indica que existe una deuda y que lamentablemente no se ha mantenido ni restaurado a pesar del importante valor plástico y artístico que posee.

“En este momento esta casa es propiedad de la familia de quienes encargaron el mural, entonces si se declara algo monumento, tiene que haber una inversión del Estado. Restaurar un mural como este, es algo imposible para un dueño de una propiedad”, subraya.

Por último, señalar que parte de la publicación del libro se financió a partir de un Faicc del municipio de Concepción y también con apoyo de privados.