Residencia Bramar Al Viento: La unión entre el arte y la ciencia

La iniciativa, que tuvo como acción artística un “ensayo visual” y con la idea de fortalecer los lazos entre comunidades locales, tuvo como participantes a estudiantes de la UdeC, la agrupación Nalqueras en Pehuén y dos artistas visuales. Proyecto colaborativo financiado por el Fondecyt.

Por Damari Saavedra Cifuentes

“Bramar al Viento”, financiada por el proyecto Fondecyt “Habilitantes para el diálogo intercientífico” y el proyecto anillo “Comunes Costeros”, fue una residencia que tuvo por objetivo fortalecer lazos entre las comunidades locales de Arauco, a través de un proceso reflexivo y de observación, para preservar el medio ambiente mediante metodologías artísticas.

Este proyecto de investigación comenzó en el 2022 con la elaboración de seminarios y charlas respecto a la crisis climática y recursos naturales. “Su primera etapa comenzó hace dos años, es un proyecto de investigación financiado por la agencia nacional de investigación y desarrollo. Ahora estamos en la etapa tres que comenzó en marzo de 2024 hasta marzo de 2025 que es cuando concluye”, comentó Noelia Carrasco Henríquez, académica de la Facultad de Humanidades y Artes e investigadora UdeC.

La iniciativa se realizó hace un tiempo atrás teniendo como territorio protagonista a la comuna de Lebu junto a un grupo de estudiantes de la UdeC, la agrupación Nalqueras en Pehuén y dos artistas encargadas de la documentación audiovisual. Ambas trabajaron en la residencia y participaron en actividades grupales para visibilizar los conocimientos locales de los recolectores. “Se realizaron varias salidas a terreno en las que se hicieron labores de recolección y también, jornadas de edición y montaje para la presentación de una maqueta del documental. Se dio un espacio para el diálogo súper beneficioso y pudimos rescatar la importancia de este cruce de conocimientos”, expresó la artista visual, Sol Jorquera.

El documental o “ensayo visual” se enfoca principalmente en mostrar las experiencias y los conocimientos locales de las y los recolectores de diferentes localidades de la provincia de Arauco. Esto mediante la grabación de un ciclo de recolección, para capturar los momentos más importantes de la labor. “Quisimos darle un enfoque muy humano, cómo observan o cómo extraen el producto. Entender sus raíces y la naturalidad con la que trabajan, siempre desde el respeto y tratando de ser lo más objetivas posible”, explicó la estudiante de cine, Catalina Espinoza.

Las distintas disciplinas se comunican entre sí para crear un espacio de cocreación y transversalizar conocimientos. La ciencia encontró en el arte un poder de mediación y una capacidad creativa para abordar problemáticas ajenas a lo artístico. “Como artista, siento que lo sonoro y lo visual pueden aportar mucho en este tipo de investigaciones, porque no se trata simplemente de registrar lo que está ocurriendo, hay una intención y análisis para transmitir las experiencias de vida de los recolectores”, agregó Jorquera.

La pieza audiovisual que realizaron las dos artistas estará disponible a fines de este año y se podrá visualizar en espacios culturales de la provincia de Arauco y de Concepción.