Cultura y Espectáculos

Montaje “Abu y Bu” arranca circulación regional en Centro Cultural de Curanilahue

Esta obra de títeres se presentará en distintos escenarios de la Región con funciones para estudiantes y que se extenderán hasta octubre. Una emotiva y mágica historia original de Jordi Regot Marionetas que integra diversas técnicas y elementos visuales. Hoy a las 11.30 horas.

Por: Diario Concepción 10 de Septiembre 2024
Fotografía: Obra Abu y Bu

Luego de largas jornadas de fabricación de la escenografía y sus personajes, creación de su música e intensas sesiones de ensayos, la obra “Abu y Bu” está lista para realizar su esperado estreno y circulación por diversos escenarios de las tres provincias de la Región.

Así esta emotiva historia debutará hoy en el Centro Cultural de Curanilahue, para luego presentarse este jueves en el Centro Cultural de Nacimiento. Luego de la celebración de las Fiestas Patrias, el montaje continuará su recorrido el 24 de septiembre en el auditorio del Centro Cultural Municipal de Los Ángeles, y posteriormente el 26 de septiembre se presentará en la Sala de Teatro del Centro de Extensión de la Ucsc.

Ya en octubre, específicamente el 1 tendrá función en la Casa de la Cultura de Chiguayante, y para finalizar el recorrido regional, se presentará el 3 de octubre en el Centro Cultural de Arauco. Destacar que todas estas presentaciones serán a las 11.30 horas y están dirigidas a público estudiantil de diferentes establecimientos educacionales de la Región, muchos de ellos ajenos a presenciar este tipo de propuestas teatrales teniendo como protagonistas a marionetas.

“Espero, y creo, que el público de esta gira inicial, alumnos y profesorado, van a tener la oportunidad de sumergirse en un mundo mágico que les va a despertar los mejores sentimientos en favor de un encuentro entre grandes y chicos, donde la vejez es sea percibida de manera más positiva y cercana y no soslayada o como un problema, que es como socialmente se le enfrenta hoy”, comentó Jordi Regot, experimentado marionetista español detrás de este montaje y cuya historia original es del también experimentado titiritero oriundo de Chillán, César Parra.

Todo un desafío

Destacar que este proyecto escénico, que cuenta con el apoyo financiero de los Fondos de Cultura 2024 del Ministerio de las Culturas, es fruto del intercambio de diferentes visiones y técnicas respecto a la creación de y con títeres. Es decir, el proyecto pretende la concreción de una obra de marionetas en un formato poco habitual, ya que considera la mezcla de distintas técnicas y elementos escénicos como el uso de caja negra, espacio sobre mesa, luz negra, títeres fabricados de distintos materiales, sombras chinas, entre otros.

Una constante búsqueda de la teatralidad en su dramaturgia, interpretación y ambientaciones musicales; todo lo cual se desarrollará en un espacio reducido que permitirá una experiencia inmersiva para el espectador. Además, ha implicado el trabajar con medidas y materialidades distintas a las que el español ha profundizado durante cuatro décadas, siendo otro de los desafíos importantes que ha tenido que abordar el marionetista en esta propuesta escénica. En sus palabras, “si bien el taller es mi punto fuerte, hay que decir que ha supuesto un reto importante. El tamaño de las marionetas, su materialidad y algunos de los materiales que nunca había utilizado han supuesto un desafío que, creo, se ha superado con muy buena nota. La sencilla, pero rompedora estética del espectáculo ha facilitado el trabajo y supongo, si se me permite decirlo, que mi desempeño de 40 años con muñecos también ha aportado algo”.

Completando que “la investigación, el vencer desafíos y el intentar hacer cosas nuevas sin que la materialidad suponga un estorbo sino más bien un apoyo, ha sido un presente en mi desarrollo personal, intentando sacar buenas lecciones de los errores y utilizar este aprendizaje en el desarrollo de nuevas técnicas y nodos de construcción y manipulación”.

Realidad histórica

En cuanto a lo que trata en sí “Abu y Bu”, profundiza en una realidad extendida por nuestro país, que es la de los menores que no viven en compañía de alguno de sus progenitores. En este caso Tomás, el niño protagonista del montaje, a quien su padre abandonó y nunca reconoció, vive con su abuelo materno puesto que su madre debe trabajar lejos para poder mantenerlos. Debido a esto el niño tan solo puede ver a su mamá en contadas ocasiones.

Así la dramaturgia aborda la convivencia de nietos con los abuelos. Esta relación familiar donde la brecha intergeneracional entre el abuelo que “sustituye” al padre/madre (en muchos casos hijos de madres solteras o con maridos ausentes) y el nieto que no conoce al papá; constituye un elemento presente en la obra manifestándose como falta de entendimiento por ambas partes debido a la diferencia de las vivencias y actividades propias de cada uno.

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