Estos últimos años han proliferado los escenarios bohemios que le dan cabida a bandas y artistas de la ciudad. A los ya reconocidos Casa de Salud, El Averno, Refugio y Bodeguita de Nicanor se suman Sala Bandera Negra, Bunker Bar, Bar Galería Aura, Bar Callejón, entre muchos otros.
Fue en los años 2000 que el centro neurálgico y de bullicio musical de nuestra ciudad estaba ubicado en Plaza España. De esquina a esquina, los diversos locales emplazados ahí, ofrecían una cartelera semanal con los más diversos estilos musicales, principalmente, de propuestas locales. Actividad que fue decayendo con el tiempo hasta desaparecer de manera definitiva tras el terremoto del 27F del 2010. Decadencia y extinción en que influyó fuertemente los distintos hechos delictuales ocurridos en el sector, alejando al público y empujando a los dueños o administradores de aquellos locales a bajar sus cortinas.
Esto produjo que la bohemia musical penquista se dispersara y ramificara a otros sectores de la capital regional, ya sea en los alrededores de Plaza Perú como por el lado de Avenida Manuel Rodríguez, entre calles Argentina y Brasil. Sin duda dentro de este circuito destaca lo hecho por La Bodeguita de Nicanor, que este 2024 cumple 12 años de vida, siendo todo un referente en cuanto a espacios de música en vivo se refiere. Un nombre reconocido y establecido que se hizo gracias a proponer y ofrecer algo diferente. “Partimos con música que no se escuchaba habitualmente en vivo, un concepto distinto, con ciclos y espacios dedicados a la cueca y sus distintas variantes como también a la música de índole latinoamericana folclórica. Eso atrajo mucho a la gente y poco a poco fuimos ofreciendo una programación cada vez más variada, sumando de todo, con no solamente artistas y grupos penquistas, sino también nacionales e internacionales. Nos fuimos acercando desde la raíz a distintas cosas”, señaló Daniel Gómez, dueño de la Bodeguita de Nicanor.
El también productor musical destacó la gran actividad del sector, único en el país, en que los diversos locales le dan gran cabida a la música penquista, “no tenemos nada que envidiarle a Santiago, que dicho sea de paso, prácticamente no tiene espacios para la música en vivo, esto me refiero a locales como bares o lugares bohemios donde ir a escuchar música en vivo, es más, nosotros como ciudad tenemos más vida nocturna de ese tipo. Espacios como Bunker Bar, Galería Aura y los locales de ese sector hacen lo propio, el recorrido se completa con lo que ofrecemos nosotros, Casa de Salud, y Sala Bandera Negra”, explicó.
Tal como señala Gómez, una oferta que se ha ampliado y diversificado con el tiempo, en que se da cuenta del pulso prolífico de las propuestas artísticas de la ahora Ciudad Creativa de la Música Unesco. “Hemos mantenido nuestro sello y siempre apoyando a los talentos emergentes, por ejemplo, ahora tenemos el Ciclo ‘Manos’ que está orientado al área urbana, pero del hip-hop. Programamos a algún artista conocido del género, pero abre un artista local que el mismo público elige. Es dar cuenta de lo diverso y abundante de lo que se produce, musicalmente hablando, en nuestra ciudad”, afirmó el productor musical.
Seguir la senda en vivo
Y dentro de esa diversidad, y como una manera de dotar nuevamente de vida el sector y ser también un espacio para los sonidos locales, Víctor Bueno abrió en agosto del año pasado Bunker Bar en plena Plaza España. Una propuesta, y a la vez apuesta, de reflotar algo de la gloria vivida antaño en esos lados. “Al principio fue difícil, pero de a poco nos fuimos haciendo conocidos, de hecho hasta septiembre tenemos el calendario lleno de tocatas en vivo ocupando los dos ambientes que tenemos, ya sea el del primer como segundo piso. Fue una decisión bien rápida el poder abrir el local, ya que pertenezco a otra área profesional y cuando decayó aquello me pasé a este rubro.
Busqué algún local y finalmente lo compré con derecho a llave, igual fue una idea que venía de otro local que tuve, el Piedra Roja, pero con un concepto diferente y más amplio, aprovechando las dimensiones del lugar”, dijo el dueño de Bunker Bar.
Palabras a las que añadió que “fue complejo el arranque, sobre todo por el estigma que hay del sector, pero hoy en día el cierto ‘bum’ del local ha sido explosivo y exponencial, que nos hablan distintos artistas y músicos que quieren tocar aquí. Incluso hemos tenido números internacionales como Reincidentes y Flema. Cada vez estamos abiertos y dispuestos ha recibir propuestas de todos los géneros musicales, ya sea metal, rock, como también hip-hop, la idea es ir variando”.
Una idea que Bueno espera que otros del mismo sector copien y se sumen en la senda por nutrir la senda o ruta de la música en vivo local, que si bien “al principio tuve cierto temor, pero ya no, porque el lugar no tiene ese sello de peligroso o estigma que hizo que la gente se alejara de aquí. Si bien, hay diversos locales por allá por Manuel Rodríguez y Plaza Perú, acá también se pueden abrir cosas interesantes”.
Importante señalar igualmente que, pese a los años, todavía se mantienen espacios emblemáticos para la música en vivo penquista como El Refugio y El Averno, los cuales de manera semanal también aportan a que siga viva esa vida bohemia y circuito de música propia, dándole cabida y espacio tanto a propuesta penquistas emergentes como más consagradas.