Los músicos se estrenarán en vivo en Concepción, en una propuesta conceptual que, según indicó González, tenían la urgencia de mostrar en un escenario penquista.
Fueron compañeros de colegio, pero en ese momento no se conocieron bien. El destino quiso que Alan González y Mauro Arias se unieran más tarde en sus vidas, en un camino que se juntó por sus inquietudes musicales. Una labor que quieren compartir con el público penquista, en una presentación en vivo que se realizará este sábado, desde las 19 horas, en la Sala Bandera Negra.
“Es la mezcla de canciones de dos cantautores distintos, es algo diferente a lo que uno hace habitualmente, ese es el objetivo. ¿Cómo surgió la idea? Es una larga historia, pero la resumo. Con Mauro éramos compañeros de curso, pero no nos conocíamos bien en esa época. Después de mucho tiempo me enteré que estaba escribiendo canciones, nos encontramos unos diez años después del colegio, y como estábamos haciendo algo similar me pareció súper natural el encuentro”, dijo González.
Al respecto, agregó que “además, descubrimos que a ambos nos gustaban las canciones del otro y surgió una reunión espontánea con el tiempo. Luego, llegó la pandemia y dejó todo medio estancado. Después nos volvimos a encontrar en Conce, grabamos un EP informal, lo que nos dio como el hambre de hacer conciertos con este material que ha ido madurando, cada uno aprendiendo los temas del otro (…) Mauro estudió física, tiene un doctorado, y de marzo a diciembre trabaja en eso. El concierto igual tiene un carácter un poco de despedida, pues es probable que se vaya a trabajar fuera del país en física, y se pondrá la música en pausa”.
González dijo que la idea es poder grabar juntos, aunque ahora lo prioritario era generar esta presentación. “Esperamos que sí se pueda hacer (grabar), eso también se puede trabajar a distancia, pero la urgencia era poder tocar en vivo. Previamente, en este formato, nos presentamos dos veces, en Valparaíso, pero nunca en Conce. Entonces, encontramos que es muy emotivo. Hay varios simbolismos igual: él es de Chiguayante, yo de Talcahuano, coincidimos acá después de andar lejos, cada uno en lo suyo. Entonces, la urgencia estar en un escenario”.
Del concierto, detalló además que “el interés por la naturaleza nace de un EP muy hermoso de Mauro, que se llama ‘Abismo de los pájaros’, que se publicó hace unos años y tuvo unas críticas internacionales espectaculares. Es como un resumen de sus influencias, del bossa nova, del jazz, de la trova, de todo. Desde ese tiempo viene con su poética de los pájaros. Mi especialidad son las letras, la literatura, y me acoplo a eso, dándome cuenta que en mi trabajo igual hay simbolismo sobre lo que significa el vuelo, por ejemplo, y además desde mi primer libro, para referirme a mí mismo, empecé a hacerlo como el espantapájaros, en 2014, en un texto.
Entonces, tiene toda una consideración cómica, que él se identificaba con un pájaro y yo con un espantapájaros. Un día me dijo ‘debe ser el único pájaro que no le tiene miedo a un espantapájaros’”.
González añadió que “nos dimos cuenta que incluso compartíamos esa misma sincronía poética, y la gracia de este recital es que construimos relatos en base a eso. Soy muy de contar historias en los conciertos, cada uno es conceptual. Venía de hacer uno que se llamaba ‘Mirar las estrellas’, que tiene que ver con la astronomía, otros antes relacionados con el viaje. Siempre apuesto por una cosa conceptual, y en este caso podemos construir un relato que tiene que ver con hacer un paralelo con el vuelo de un ave que es joven y está aprendiendo a maniobrar en el aire, y nosotros planteamos que hacer canciones también fuera una forma de aprender a vivir. Ese paralelo es muy bonito y sostendrá la historia general del concierto”.