Cultura y Espectáculos

Artistas locales analizan el tercer cambio ministerial en la cartera de Cultura

La reestructuración del gabinete ocurrido durante la semana, el tercero en lo que va en la era Boric, modificó nuevamente la cabeza del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Ajuste que entendidos locales en la materia artística lo ven como algo que es parte del ajedrez político de los gobiernos y poco compromiso, en general, con la cultura.

Por: Mauricio Maldonado 20 de Agosto 2023
Fotografía: Cedida

A mediados de esta semana, luego de distintas polémicas y desavenencias varias, se produjo un nuevo cambio de gabinete, el cual afectó a distintas carteras del Gobierno del Presidente Gabriel Boric. Una de estas, y por tercera vez en menos de dos años de su período presidencial, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio cambió la persona que lo encabeza, en esta oportunidad quedando en manos de la reconocida actriz Claudia Arredondo.

“El tema de la cultura está evidentemente al debe en este Gobierno, y los constantes cambios ministeriales son un ejemplo de ello, se observa mucha improvisación tanto en los nombramientos como en las acciones que se han llevado a cabo y que nos tiene ad portas de la conmemoración de los 50 años del Golpe Militar, sin actividades claras y con evidente incertidumbre”, señaló Felipe Vergara, analista político.

Palabras que van en línea por lo expresado por Álvaro Pereda, artista visual y performista local más conocido como Alperoa, quien señala que estos constantes cambios obedecen más que nada a intereses políticos y que la mayoría de las veces son nombres que no tienen la experiencia suficiente para hacerse cargo de los respectivos ministerios, en este caso puntual, el de cultura. ”Da que pensar cuando hay un Gobierno, que son de cuatro años, una persona que esté a cargo del área cultural dentro de esa cantidad de tiempo es poco. Son procesos que requieren más años para que se puedan ver cambios verdaderos y profundos, y que no sean parches. Al final, son cargos políticos y las personas que designan no son muy expertas en todo lo que hay que hacer, es el nombre de alguien que va a estar a la cabeza de ello sólo por un tiempo determinado”, dijo.

Precisamente, Vergara suma en este sentido que “ser una buena actriz, tener experiencia en las tablas, no es condición suficiente para saber dirigir y administrar esta cartera; desconozco las competencias técnicas de la nueva ministra, lo que sí es claro, es el actuar hasta ahora de dicha repartición pública, que dista mucho de la relevancia dada por el Presidente en su programa de Gobierno”.

Experiencia en dos realidades

Para Darwin Rodríguez, escritor y gestor cultural local, más allá de evidenciar cierta improvisación o subvaloración de la cartera cultural, dejándola en manos de personas que no son especialistas cien por ciento en el tema, es más importante el definir una política cultural clara y que se evidencie con hechos, después se verá la persona o las personas idóneas para ejecutar aquello.

“El tema es que no se ha logrado definir una política cultural general, sistémica, que compatibilice los intereses tanto de los artistas, la comunidad, y los recursos que el Estado pone a disposición. Hay una relación de principios de poner más recursos a la cultura, pero eso no ocurre en la práctica, ya que creo que no se ha encontrado la manera de llevar eso a la realidad. Falta eso en primer lugar, luego debería verse la persona o el equipo indicado para que eso se haga realidad, pero crear una definición de una política cultural que de cuenta del desarrollo dinámico que ha tenido la cultura”, comentó.

A lo que hizo hincapié en que “dado que se trata de tener un concepto del arte y la cultura, y además una capacidad técnica para implementar y llevar a cabo eso, tiene que conformarse un equipo, no solamente una persona con todas las capacidades, porque eso es imposible”.

Mientras que para Gisel Sparza, directora y dramaturga de la zona, aún en nuestros tiempos no se le toma el peso que se le debiera tomar a la cultura ni a quienes la ejercen diariamente, “no lo tiene, porque se piensa que el ambiente artístico cultural, en general, es una herramienta del gobierno de turno para ideologizar y también porque se asocia a nosotros los y las trabajadoras del área, como personas de izquierda. Por tanto, siempre hay como una resistencia frente al trabajo que uno hace o subvaloración. Algunos cambios hay, pero todavía el presupuesto anual no lo refleja”.

Recalcando que “desconozco más allá de su labor como actriz -de la nueva ministra- que es lo que ha hecho en materia de gestión, creo que sí es importante que se conjuguen las dos cosas. Se ve la pega que uno hace en el escenario, pero también hay un trabajo de gestión que hay que hacer, y que la persona que asuma una cartera como esta sepa, más o menos, de los dos lados, ni muy artista ni solamente gestor o gestora. Lo que uno ‘se quema las pestañas’ consiguiendo fondos, es importante también vivenciarlo. Arriba y debajo del escenario”.

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