Las deudas y avances de una disciplina en constante movimiento

23 de Abril 2023 | Publicado por: Mauricio Maldonado
Fotografía: Ministerio de las Culturas y el Patrimonio

El próximo 29 de abril, las artes escénicas, puntualmente la danza, está de fiesta. Una celebración agridulce, teniendo en cuenta las carencias y necesidades de quienes se dedican a ello. Si bien existe mayor comunidad y colaboración entre compañías, así como también programas formativos, todavía hay un vacío de la formación a nivel profesional -como una carrera en artes escénicas- y la asignación de recursos, que siguen siendo insuficientes.

Fue en 1982 que la Unesco estableció el 29 de abril como el Día Internacional de la Danza, esto como una manera de recordar el natalicio de Jean-Georges Noverre, creador de la danza moderna, y también como una manera de fomentar e incentivar la práctica y educación de esta disciplina de las artes escénicas. Una efeméride destacada en nuestra Región y ciudad, que cada año se celebra en grande con múltiples manifestaciones y actividades abiertas para todo público.

Pero, puntualmente, más allá de los festejos que se realicen dentro de la semana y ese mismo día, interesante de conocer es cuánto se ha avanzado, retrocedido o mantenido estos últimos cinco años dentro del área del movimiento corporal escénico en sus distintas variables y técnicas.

“Uno de los aspectos positivos es que se están retomando, y volviendo luego de la pandemia, no sólo procesos de fomento a la creación sino también procesos formativos. Ha levantarse diferentes instancias de clases u otras más elaboradas como asesorías de formación, hay proyectos que llevan un buen tiempo en eso, como el caso de Emfoco. Y las academias igual están sacando adelante sus propias propuestas”, señaló Francisco Carvajal, bailarín local e integrante del Laboratorio Vocal Biobío (Lavbb).

Opinión a la que añadió que “el aspecto formativo en las artes escénicas, enfocadas en la danza, está nuevamente cobrando mucha fuerza, lo cual es muy relevante, teniendo en cuenta que en la Región no tiene espacios formales de formación en esta área. Y lo otro, es que se están repensando las propuestas, desde lo creativo, y los modos de hacer. ahí Concepción está recibiendo nuevos paradigmas de creación o de entender la creación. O sea, se están generando trabajos más en red, hoy en día las compañías y colectivos trabajan en colaboración, cruzando propuestas y experiencias”.

A modo de retrospectiva de estos últimos 5 años, con estallido social y pandemia de por medio, la bailarina y coreógrafa Juanita Paz Saavedra comentó, desde su experiencia y perspectiva, el cómo ha transitado y se ha movido la disciplina de la danza desde sus diversas variantes, confesando que “Es una disciplina que ha tenido sus trastoques. Sin duda, ha logrado permanecer y resistir, de igual manera ha logrado reclamar espacios, no solamente de infraestructura sino que de disciplinas artísticas y de desarrollar pensamientos de importancia de la institucionalidad cultural. siento que antes no se consideraba tanto como ahora. O sea, se considera la importancia de lo que significa hacer la danza”, dijo.

Palabras a las que completó que “si bien hubo una especie de receso, que duró un tiempo determinado, se activaron otro tipo de situaciones, como el trabajo en redes, colaboraciones, lo digital también aportó en su momento, en general, hubo distintas exploraciones. Igual creo que igual continúa esa pugna de querer vivir de lo que hacemos, de considerarlo un trabajo, aún es muy difícil sobrevivir de las artes escénicas y en general de las artes, contamos con los fondos -de cultura- que si no te ganas uno, es muy difícil sustentar un proyecto artístico, lo que es muy azaroso y requiere mucha voluntad, la cual la gente de la danza tiene mucha. Faltan financiamientos en términos de una distribución más justa en términos de las distintas disciplinas y también de las regiones”.

Discurso romantizado

Igual de agudo y crítico es el análisis hecho por Joel Inzunza, destacado bailarín y coreógrafo penquista, referente en el área de las artes escénicas regionales y también nacional. “Desde que llegué a la Región -tras un tiempo radicado en Buenos Aires, Argentina- he sido testigo de una tradición de prácticas precarizantes para las artes escénicas, específicamente, de la danza. Me parece increíble que estando en el 2023, se desconozcan las necesidades estructurales, técnicas y humanas que necesita el desarrollo de esta disciplina. De la misma forma, se continúa con un discurso tan romantizado acerca de que Concepción sea una ‘cuna’ de las artes, cuando en realidad es algo más bien politizado que no se ha hecho cargo de las deudas de la formación académica profesional y dignas de las artes escénicas”, señaló.

Concluyendo que “así mismo veo un esfuerzo monumental de agrupaciones locales, como Escénica en Movimiento, ConTensión, entre otros, de generar programas formativos muy potentes. Cada agrupación, a su manera, tiene a sus públicos, pero hay muy pocos espacios de integración, entonces cada compañía hace sus proyectos y obras, hay muy pocos espacios que permitan generar acciones de comunidad o colaboración para integrar a una Región que está muy fragmentada. A propósito del Mes de las Danzas, los hacedores del mundo artístico somos un gran aporte a la sociedad para su vinculación corporal, espiritual y sobre todo en virtud de una salud emocional psicológica.