Paloma Bello y Carmina Tapia, de forma independiente, han sido parte de diferentes proyectos muralistas que se han desplegado dentro del Gran Concepción y en comunas aledañas a la capital regional.

Talentos con los colores, líneas y formas que desde este 2023 aunaron bajo el nombre de “Las manuelas”, dupla de artistas visuales y plásticas que tienen entre sus temas la naturaleza y grandes personajes femeninos. “Lo que nos ha convocado, principalmente, son las temáticas en torno a la naturaleza, la flora, la fauna, el movimiento de las mujeres, feminismos, sobre el buen vivir, la cultura de paz y mujeres destacadas”, enfatizó Bello.

El dúo de artistas se encuentra actualmente postulando al Fondo de Apoyo a Iniciativas Culturales Comunales (Faicc) 2023, del municipio penquista, con el proyecto “Mujeres, oficios y saberes en los barrios de Concepción”. La iniciativa trata a grandes rasgos de “poder ejecutar cinco murales en cinco barrios de Concepción. El objetivo del proyecto es destacar a mujeres que hayan sobresalido o resaltado dentro de algún oficio en dichos barrios. Por ejemplo, alguna mujer alfarera o de algún oficio destacado dentro de aquellas comunidades, y que al mismo tiempo, dicha mujer, haya apoyado la vida en el barrio”, explicó la artista plástica.

Algo que han evidenciado en el transitar con su arte por las calles penquistas, del centro y la periferia, es el interés de la gente en poder contar con más murales dentro de la ciudad. “Dentro de los diversos rayados sin sentido, los murales vienen a impregnar de colores, vida y nuevos aires las paredes de la ciudad. En las avenidas más transitadas vemos que hay mucha acogida de los murales, de hecho creo que la gente quiere más de este tipo de arte en las calles”, dijeron.

Dentro de ese palpitar, pareciera que existe un verdadero movimiento de los murales en nuestra ciudad, ya que prácticamente en cada esquina se ve este tipo de trabajos y de las más diversas temáticas. Sin embargo, Bello recalcó al respecto que “más bien hay personas destacadas y talentosas dedicadas al muralismo. Y todo de manera independiente y autogestionada. Ahí siento que falta más unión en torno a los murales y tomarles el peso que realmente merecen, es decir, el gran aporte que realizan a las diferentes comunidades y entorno, por lo que deberían haber más ayudas económicas que sustenten e impulsen estos trabajos. Falta el compromiso de costear todo lo que implica el poder llevar a cabo un mural. Es un tremendo trabajo y no siempre se tienen los recursos para ello”.

En esta línea, la artista callejera oriunda de Perú, profundizó que “creo que las ganas están, de hecho yo comencé en todo esto de los murales, junto a otras mujeres, gracias a un taller que dictó Pititore. Y justamente, lo que nos frenó en ese entonces, al querer crear una nueva colectiva, fue la falta de recursos y apoyo para costear los materiales de trabajo. Hay mucha gente talentosa acá, pero son insuficientes los fondos y ayudas para desarrollar proyectos en esta área cultural”.