Era una idea que originalmente se iba a realizar en septiembre pasado, pero debido a su inclusión en la séptima versión del Festival REC, se tuvo que aplazar hasta ahora. El multiintrumentista Nano Stern llega mañana a las 19.00 horas a la sala principal del Teatro Biobío, para presentar “Aún creo en la belleza”, su noveno disco de estudio.

“Es un concierto bastante especial para mí, primero porque es con el cual abro este nuevo año, emocionante el partir el 2023 así, y segundo porque también es saldar una deuda del año pasado, por fin puedo ir a lanzar mi último LP ‘Aún creo en la belleza’. el cual debimos aplazar debido a mi presentación en REC”, dijo el músico.

Precisamente, Stern fue uno de los números destacados del festival, presentándose en la sala principal del TBB en su primera jornada, agotando todas las localidades y debiendo quedar más de mil personas afuera del concierto. “Lo de REC fue inolvidable, y ahora se da la posibilidad de volver con la banda completa, en un show largo e intenso, y que ya hemos mostrado en diferentes partes del país. Quedaron miles de personas afuera en esa ocasión, entonces fue una señal de no dejarlo así y volver pronto, ahora es la oportunidad. Vamos a tocar el disco entero y tocar muchas canciones del repertorio que a la gente le gusta escuchar en vivo, con los grandes éxitos de ayer y hoy (risas)”, explicó el también compositor.

“Aún creo en la belleza” viene a coronar una carrera de más de dos décadas de Stern, un álbum que si bien mantiene la esencia de sus trabajos anteriores, también tiene algo de innovación y cierta experimentación. “Lo hice sobre todo en términos poéticos, ese ha sido un camino de mucho descubrimiento los últimos años y la pandemia. Encerrarme a leer, aprender y soltar en distintas direcciones. Igual es curioso, ya que en los tiempos que vivimos, la poesía está increíblemente infravalorada, sobre todo en el contexto de la música que tiene mucho más que ver con el mundo del espectáculo que con la cultura”, afirmó.

Opinión a la Stern completó que “en cuanto a la experiencia musical más directa, es como una evolución continua. No soy el tipo de artistas que de un disco a otro cambian completamente, no me interesa serlo, porque no lo siento orgánico. Se diferencia de mi último disco un poco, se parece igual un poco, pero si vas más atrás, te das cuenta que es algo totalmente distinto. Es un proceso gradual”.

Sobre su largo camino en el mundo de la música, con una fanaticada fiel que aumenta día a día, el multiintrumentista se siente muy afortunado y privilegiado, “ el desafío es que al sumar experiencia, no se pierda la capacidad de asombro, como de la inocencia y enamoramiento. Algo que se extrapola a los distintos campos de la vida, que cada día sea un día nuevo”, resumió.